Las dos primeras disertaciones ya fueron objeto de críticay análisispor nuestro Prudentius de Bárcino. Eran las de diciembre y enero. Ahora, aunque sea el febrerito corto y quizás porque es bisiesto, el rector Moretó se ha descolgado con dos escritos más. Uno directamente contra este portal y otro dirigido a los fieles que nos leen, advirtiéndoles que esta web no es cristiana, es decir, perniciosa para la salud de sus almas, lo cual la haría merecedora de ser incorporada al Index Librorum Prohibitorum.
Independientemente de filias, fobias, tendencias o simpatías; nadie en su sano juicio puede tachar dicho comportamiento de normal. Ni en una persona corriente ni mucho menos en un sacerdote que tiene encomendada la responsabilidad de una parroquia. Expresar una idea con esa inusual persistencia, puede alterar la vida habitual de una persona hasta extremos inexplicables. Forzar que una idea ocupe tanta parte de su tiempo puede llegar a alterar otros elementos de la psique. ¡Y él nos recomendaba ayuda psicológica! Realmente sería preocupante que esta patología se produjese en un párroco cualquiera. Nos limitamos a describir una realidad, que se revela más que palmaria con un simple vistazo a la web parroquial.
Sí, Mn. Moretó. Quienes nos han pasado todas las informaciones han sido feligreses de su parroquia. Quienes nos avisan cada vez que usted perpetra un nuevo escrito contra nosotros en la página web de la parroquia son sus feligreses. Incluso quienes formulan comentarios criticando su labor parroquial son fieles de San Ignacio de Loyola. Por eso, como se ha percatado de que las informaciones tienen origen en su parroquia, les dirige esa carta previniéndoles que la lectura de nuestra web es ofensiva e inmoral. Realmente el problema lo tiene usted, no nosotros.
Oriolt