Estos días coincidiendo con el 8-M tenemos que aguantar diversos numeritos de feministas, que más allá de lo que reivindican quieren llamar la atención haciendo alguna cosa llamativa para salir en las televisiones. Las feministas "católicas" también se movilizan, algo que siempre es vistoso y es noticia, porque los medios no se harán eco de casi nada que hagan los católicos, por muy multitudinario que sea, en cambio, si cuatro gatos o gatas, se reúnen con lemas contra el machismo de la Iglesia, eso está claro que nos lo vamos a tener que tragar hasta en la sopa.
El pasado domingo se reunieron en la plaza de la catedral un grupito de feministas, con pancartas, cartelitos y unos ladrillos de cartón para representar el poder derrumbar la Iglesia piramidal y machista, estaban convocados por el colectivo "Alcem la veu", otro chiringuito de esos que tienen más nombre que efectivos, y a los que siempre les caen subvenciones sean de la ministra Irene Montero o de nuestra feminista Generalitat.
Ya hemos hablado en otras ocasiones de estos chiringuitos, que llevan el nombre de "católicos" pero que están formados por poquísimas personas y con una media de edad muy elevada. El laicado joven no está para estas historias, que además están claramente politizadas, ya sea por la izquierda o por el independentismo, o por ambas cosas a la vez.
La religiosa Viqui Molins, una de las cabecillas de "Alcem la veu"
Como principal reclamo estaba la religiosa Viqui Molins, la teresiana que ha apoyado tantas veces la Independencia de Cataluña y que ha defendido públicamente posturas contrarias al Magisterio de la Iglesia, como en el tema del Aborto. Estamos hablando de una monja de 86 años, otra del Frente de Juventudes, pero que siempre tiene las cámaras del nacionalismo a su servicio.
Me llamó mucho la atención la intervención de esta religiosa, que para defender el feminismo en la Iglesia habló de volver a los orígenes del Cristianismo en que las mujeres tenían un papel destacado, en la acogida de los fieles en las celebraciones litúrgicas, pues con poca cosa se conforma, porque lo que verdaderamente quiere el feminismo militante es que la mujer acceda al sacerdocio, algo que no ha sucedido nunca en la historia de la Iglesia, ni en sus orígenes ni en ningún momento.
La feminista Neus Forcano, también figura destacada de "Alcem la veu"
La otra cabecilla de la convocatoria es Neus Forcano una feminista declarada de izquierdas, que está vinculada a Cristianisme i Justícia, el grupito liderado por los jesuitas "progres" partidarios de la Teología de la Liberación. Forcano estuvo vinculada a Procés Constituent, aquel invento político izquierdista que encabezaban el ya fallecido Arcadi Oliveras, y la monja Teresa Forcades, independentistas y muy de izquierdas, que aunque vendían una ideología transversal, coqueteaban siempre con PODEMOS y con los radicales de la CUP.
Ya estamos acostumbrados a estos tinglados y a estos grupúsculos, tan potenciados por los medios públicos y privados, nacionalistas y progresistas, aún nos queda un tiempo de aguantarlos, pero está claro que no tienen ningún futuro dentro de la Iglesia, son vestigios de un pasado que no va a volver, y los que aún están en él, cada vez son menos y más ancianos.
Francesco Della Rovere