Cuando faltaba un solo día para cumplirse los tres meses del último escrito de Jordi Llisterri en Catalunyareligio, sus afamados lectores volvemos a encontrar un nuevo escrito suyo, ha estado ausente durante 90 días, y eso empezaba a ser preocupante sobre todo porque su último artículo se titulaba "El catolicismo conciliar y catalanista ha muerto", y como el periodista siempre se ha definido dentro de ese catolicismo, más de uno podría pensar que también él había fallecido, periodísticamente hablando, claro.
Pero ha "resucitado", y no para hablarnos de cuestiones de la Iglesia en Cataluña, tema en el que aparece incluso en la televisión como "experto", sino que nos habla de la bomba periodística de la anulación del "derecho" al aborto en Estados Unidos. Una cuestión que ha despertado alegría y gozo entre muchos católicos, entre los que lógicamente no se encuentra Llisterri.
No voy a decir que el periodista "progre" se manifieste favorable al aborto, como todos esos indignados que han inundado las redes sociales y muchos medios de comunicación, el Llisterri de ahora se ha vuelto mucho más institucional y no puede defender abiertamente lo contrario de lo que defiende la Iglesia, así que tiene que hacer equilibrios, y, por una parte, no puede defraudar a quienes le dan de comer, pero por otra también quiere tener contentos a esos "progres" nostálgicos, que aún llamándose católicos, son favorables al aborto y a todos los postulados antimorales de la izquierda.
Miles de anti-abortistas este pasado domingo en Madrid
Así que nuestro amigo Llisterri, se ha apuntado a la fórmula Omella, esa tan manida de tender puentes y buscar puntos de encuentro, así lo dice el mismo: "Por eso, soy partidario de buscar puntos de encuentro, más que eslóganes o batallas judiciales que normalmente lideran grupos parareligiosos con intereses más ideológicos o integristas que religiosos"
A pesar de su intento de presentarse como dialogante y moderado como nuestro actual arzobispo, no puede esconder su ideología de fondo, porque él piensa que todos esos miles de católicos que se manifestaron en Madrid este domingo contra el aborto son integristas, son parareligiosos y no están movidos por la fe católica.
Incluso el mismo cardenal Omella manifestó en Twitter su alegría por lo acontecido en Estados Unidos, diciendo:"Comparto la alegría de todos aquellos hermanos de EEUU que defienden la vida. Los católicos proponemos la belleza de la familia cristiana y el respeto a la vida de todo ser humano desde su concepción. Acompañemos a las mujeres embarazadas para que cuiden siempre la vida".
Pero Llisterri no se alegra de la resolución del Tribunal Supremo norteamericano, ve luces y sombras, argumentos a favor y en contra, quiere quedar bien con todos, los que están a favor y en contra, querría un imposible diálogo entre los que defienden la vida y los que defienden la muerte, cuando en este tema no hay posibilidad de entendimiento.
Yo, como Don Juan José también estoy alegre de lo que ha acontecido en Estados Unidos, y felicito a todos nuestros hermanos católicos, y también los otros cristianos defensores de la Vida que han luchado duramente para conseguir esta victoria histórica.
Francesco Della Rovere