Con fecha de 21 de julio se han hecho públicos los nombramientos de párrocos, vicarios y adscritos, para los sacerdotes y diáconos de la Archidiócesis de Barcelona para este próximo curso. La primera impresión es la de unos cambios mínimos e imprescindibles, de hecho solamente hay tres párrocos que se jubilan y no son ciertamente ni los más ancianos ni los que peor se encuentran de salud, hay muchos otros párrocos en peor situación, que no quieren jubilarse ni a tiros y a otros parece que se les ha convencido para que sigan un curso más.
La segunda consideración es que se nota todavía mucho la mano de los actuales Vicarios Episcopales, que no olvidemos que son los que nombró el cardenal Sistach, y muy poco la mano de nuestro actual arzobispo y flamante cardenal Don Juan José. Esto tiene dos posibles lecturas, una negativa y pesimista que es que el estilo de Sistach sigue actuando a través de sus Vicarios Episcopales después de ser substituido, pero otra positiva para los optimistas, y es que este equipo de colaboradores tiene las horas contadas y que a partir del curso que viene Omella tendrá su equipo propio, incluyendo los dos obispos auxiliares y los futuros nombramientos parroquiales tendrán su sello, para bien o para mal, pero ya no habrá excusas para que el arzobispo pueda actuar con toda libertad y transparencia.
Además de los tres sacerdotes a los que se les ha aceptado la jubilación (Mn. Josep Lluís Fernández, Mn. Benet Jaso y Mn. Salvador Torres), hay dos permisos de ausencia para dos párrocos que no ejercerán el próximo curso en Barcelona, el primero es el de Mn. Custodio Ballester, que dada la envergadura del tema no podemos comentar en este escrito, pero que haremos estos próximos días, el segundo el de Mn Jordi Cussó, que se va a la República Dominicana, donde parece que la extinta Casa de Santiago, a la que pertenece, tiene una buena sucursal. No olvidemos que fueron ellos los que concedieron un premio honoris causa a Sistach que el entonces arzobispo fue encantado de la vida a recogerlo al Caribe.
Sigue utilizándose la fórmula sistachiana de crear unidades pastorales, pero no porque hubiera ya un trabajo en conjunto, o porque sean feligresías similares sino simplemente porque un párroco se jubila o cambia de parroquia y entonces se le asigna la parroquia que queda vacante al párroco vecino. Es el caso de la parroquia de San Isidoro a cuyo párroco, Mn. Josep Lluís Fernández se le acepta la jubilación y la parroquia cae en manos de Mn. Enric Termes, un protegido de Sistach, que ya tenía la basílica de Sant Josep Oriol y para postres la Delegación de Catequesis. Lo que viene siendo acumulación de cargos.
Y otra fórmula también muy propia de los últimos cambios de Sistach es la de poner un diácono permanente al frente de una parroquia que queda vacante. Es el caso de otro protegido de Sistach, Jordi Albert Garrofé DP, también con acumulación de cargos, será responsable de la parroquia de Crist Rei donde estaba Mn. Cussó y continuará sus tareas en el Hospital de la Vall d'Hebron y en la Delegación de Medios de Comunicación. El otro diácono es el coronel Alfonso Caracuel DP, a quien se le confían dos parroquias y un centro de culto: Sant Marc, Santa Bernadeta y Sant Lluc.
En cuanto a las notas positivas hay que citar el retorno de Mn. Jordi Gutiérrez,después de su estancia en Chile,aunque dudamos que la parroquia que se le ha confiado, la de Sant Ferran, sea la más propicia para él, la llegada de otro sacerdote "toledano" del Sagrado Corazón a Hospitalet en la persona de Mn. Lucas Pablo Prieto Sánchez y el nombramiento de un sacerdote ruandés de buena doctrina como Mn. Wilson Muhire, hasta ahora vicario en san Isidro de Hospitalet, para la parroquia tradicionalmente progresista dels Dolors de Sants.
El Directorio de Mayo Floreal
de Germinans Germinabit
La segunda consideración es que se nota todavía mucho la mano de los actuales Vicarios Episcopales, que no olvidemos que son los que nombró el cardenal Sistach, y muy poco la mano de nuestro actual arzobispo y flamante cardenal Don Juan José. Esto tiene dos posibles lecturas, una negativa y pesimista que es que el estilo de Sistach sigue actuando a través de sus Vicarios Episcopales después de ser substituido, pero otra positiva para los optimistas, y es que este equipo de colaboradores tiene las horas contadas y que a partir del curso que viene Omella tendrá su equipo propio, incluyendo los dos obispos auxiliares y los futuros nombramientos parroquiales tendrán su sello, para bien o para mal, pero ya no habrá excusas para que el arzobispo pueda actuar con toda libertad y transparencia.
Además de los tres sacerdotes a los que se les ha aceptado la jubilación (Mn. Josep Lluís Fernández, Mn. Benet Jaso y Mn. Salvador Torres), hay dos permisos de ausencia para dos párrocos que no ejercerán el próximo curso en Barcelona, el primero es el de Mn. Custodio Ballester, que dada la envergadura del tema no podemos comentar en este escrito, pero que haremos estos próximos días, el segundo el de Mn Jordi Cussó, que se va a la República Dominicana, donde parece que la extinta Casa de Santiago, a la que pertenece, tiene una buena sucursal. No olvidemos que fueron ellos los que concedieron un premio honoris causa a Sistach que el entonces arzobispo fue encantado de la vida a recogerlo al Caribe.
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Mn. Enric Termes (Izquierda) asume Sant Isidor |
Y otra fórmula también muy propia de los últimos cambios de Sistach es la de poner un diácono permanente al frente de una parroquia que queda vacante. Es el caso de otro protegido de Sistach, Jordi Albert Garrofé DP, también con acumulación de cargos, será responsable de la parroquia de Crist Rei donde estaba Mn. Cussó y continuará sus tareas en el Hospital de la Vall d'Hebron y en la Delegación de Medios de Comunicación. El otro diácono es el coronel Alfonso Caracuel DP, a quien se le confían dos parroquias y un centro de culto: Sant Marc, Santa Bernadeta y Sant Lluc.
En cuanto a las notas positivas hay que citar el retorno de Mn. Jordi Gutiérrez,después de su estancia en Chile,aunque dudamos que la parroquia que se le ha confiado, la de Sant Ferran, sea la más propicia para él, la llegada de otro sacerdote "toledano" del Sagrado Corazón a Hospitalet en la persona de Mn. Lucas Pablo Prieto Sánchez y el nombramiento de un sacerdote ruandés de buena doctrina como Mn. Wilson Muhire, hasta ahora vicario en san Isidro de Hospitalet, para la parroquia tradicionalmente progresista dels Dolors de Sants.
El Directorio de Mayo Floreal
de Germinans Germinabit