
Pero Don Juan José, por mucho que algunos se empeñen en decir que es de la "Franja", es un maño por todos los costados. Que además ya se había pronunciado sobre este tema y por tanto como buen aragonés se va a mantener en sus trece, es decir, se ha reafirmado en lo que ya dijo cuando fue obispo de Barbastro-Monzón, y es que los bienes de la Franja deben ser devueltos a Aragón, tal como mandan las resoluciones y sentencias que claramente ya ha manifestado la Santa Iglesia Católica.
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Omella no va a renegar de sus orígenes |
Las palabras de nuestro arzobispo preconizado son un mazazo muy grande para el nacional-progresismo catalán, que ha intentado ocultar su desengaño por no ser el obispo deseado, con el hecho de que Omella habla catalán y tiene una gran sensibilidad social, porque en el fondo estas dos cuestiones les importan un pimiento. También Don Ricardo hablaba catalán y lo martirizaron. Lo que estos sectores querían en un obispo como el copríncipe o como Taltavull, es que fuera más valiente que Sistach en las cuestiones nacionalistas y que mantuviera o mejorara la presencia del progresismo en el gobierno diocesano, es decir que viniera de donde viniera, fuera dels nostres (de los nuestros)
Don Juan José les ha dejado claro que de lo del nacionalismo ya se pueden olvidar, y que por mucho que desde Ràdio Estel le quieran imponer el "Joan Josep", él va a firmar siempre como Juan José, algo que ni siquiera hizo Don Ricardo, que rápidamente empezó a aparecer como Ricard Maria. Y ya se pueden ir haciendo la idea de que no va a ser un aragonés converso, sino un maño que seguirá siendo maño, eso sí, viviendo en Cataluña e intentando integrarse como tantos catalanes venidos de fuera.
Además, atención con la afirmación de Don Juan José sobre el cumplimiento de las leyes eclesiásticas, si ese es el patrón que va a seguir para que se cumplan las normas de la Iglesia en una diócesis donde lo que impera es el incumplimiento, algunos van a sufrir de lo lindo, porque quizá el laisser faire, laisser passer de Jubany y Sistach, y en parte de Don Ricardo a lo mejor va a pasar a mejor vida.
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Omella, junto a sus sucesores en la diócesis de Barbastro, Angel Pérez (izquierda) y Alfonso Milián (centro) |
Con todo esto no estoy diciendo que Don Juan José va a ser el obispo excepcional que necesita la diócesis de Barcelona, el tiempo dirá como resuelve las complejas cuestiones diocesanas, y nosotros como hemos hecho siempre alabaremos lo que haga bien y seremos críticos con lo que no nos parezca positivo. Ojalá, a pesar del corto pontificado que tiene por delante, su presencia entre nosotros signifique un cambio en positivo de la lamentable situación actual; su valentía al hablar de los bienes de la Franja demuestra que algunas cosas ya están cambiando.
Antoninus Pius