"Lamento profundamente que ciertos clérigos, que casi siempre han mandado, mucho han confabulado y han hecho lo posible y lo imposible por ser los primeros, pierdan su tiempo, sus recursos y su 'dignidad' en bloquear al Grup Aribau." (Mons. Jaume González-Agápito)
Es verdaderamente muy triste que, desde hace algunos meses, los que nunca hemos usado procedimientos no-éticos, ni ilegales, ni injustos, ni innobles, hayamos estado aquí impedidos de publicar lo que pensábamos, lo que sentíamos y lo que queríamos decir. Nos lo han impedido con técnicas informáticas de la más baja calidad moral en su finalidad, en sus procedimientos y en sus resultados.
Vivo en una sociedad plural y un poco compleja. De la que soy crítico en no pocas de sus aventuras y en muchos de sus resultados. Sé dónde estoy, voy hacia donde quiero ir y trato de navegar, sin hacer daño a nadie, respetando los derechos de los demás y tratando de no estropear mi pobre barco. El trayecto no es fácil, pero es interesante y sobrecogedor.
Pero, hay algo, en esta época un poco descolocante en la que me toca vivir, que me cuesta digerir y, sobre todo, aceptar, es precisamente la lamentable situación en la que se encuentra la Iglesia Católica. Antes de ayer se proclamaba en "La Vanguardia", con la clásica mala leche con la que se la trata actualmente, el estado ruinoso de las finanzas vaticanas. También estamos hartos de la casi cotidianidad de los escándalos pedófilos del clero y de los religiosos, con la inaceptable voluntad de ignorancia por parte de nuestros obispos. Estamos ya hartos también de tantos y tantos eslóganes publicitarios de la pastoral de nuestra tierra y de la escandalosa inoperancia y holgazanería de muchos clérigos y religiosos en la pastoral real, concreta y cotidiana al lado de los más pobres y necesitados. Estamos ya hastiados, hartos y cansados de tanta mímica clerical integrista y progresista que no lleva a ninguna parte, sino es al partidismo y a la división. Nos faltan clérigos bien formados, instruidos y equilibrados que lean, que piensen, que estudien y, sobre todo que recen.
Yo soy el primero en autoexigirme en todo esto. Pero, con la libertad de poder decir lo que creo, lo que espero, lo que amo, lo que pienso y lo que quiero. Esto es lo que he intentado aquí. Es por ello que lamento profundamente que ciertos clérigos, que casi siempre han mandado, mucho han confabulado y han hecho lo posible y lo imposible por ser los primeros, pierdan su tiempo, sus recursos y su 'dignidad' en bloquear al Grup Aribau.
Mons. Jaume González-Agápito Granell
*Traducción al castellano del escrito publicado el 27 de Octubre de 2019 en el blog del Grup Aribau, después de un tiempo de ataques y bloqueos informáticos.

Vivo en una sociedad plural y un poco compleja. De la que soy crítico en no pocas de sus aventuras y en muchos de sus resultados. Sé dónde estoy, voy hacia donde quiero ir y trato de navegar, sin hacer daño a nadie, respetando los derechos de los demás y tratando de no estropear mi pobre barco. El trayecto no es fácil, pero es interesante y sobrecogedor.
Pero, hay algo, en esta época un poco descolocante en la que me toca vivir, que me cuesta digerir y, sobre todo, aceptar, es precisamente la lamentable situación en la que se encuentra la Iglesia Católica. Antes de ayer se proclamaba en "La Vanguardia", con la clásica mala leche con la que se la trata actualmente, el estado ruinoso de las finanzas vaticanas. También estamos hartos de la casi cotidianidad de los escándalos pedófilos del clero y de los religiosos, con la inaceptable voluntad de ignorancia por parte de nuestros obispos. Estamos ya hartos también de tantos y tantos eslóganes publicitarios de la pastoral de nuestra tierra y de la escandalosa inoperancia y holgazanería de muchos clérigos y religiosos en la pastoral real, concreta y cotidiana al lado de los más pobres y necesitados. Estamos ya hastiados, hartos y cansados de tanta mímica clerical integrista y progresista que no lleva a ninguna parte, sino es al partidismo y a la división. Nos faltan clérigos bien formados, instruidos y equilibrados que lean, que piensen, que estudien y, sobre todo que recen.
Yo soy el primero en autoexigirme en todo esto. Pero, con la libertad de poder decir lo que creo, lo que espero, lo que amo, lo que pienso y lo que quiero. Esto es lo que he intentado aquí. Es por ello que lamento profundamente que ciertos clérigos, que casi siempre han mandado, mucho han confabulado y han hecho lo posible y lo imposible por ser los primeros, pierdan su tiempo, sus recursos y su 'dignidad' en bloquear al Grup Aribau.
Mons. Jaume González-Agápito Granell
*Traducción al castellano del escrito publicado el 27 de Octubre de 2019 en el blog del Grup Aribau, después de un tiempo de ataques y bloqueos informáticos.