El año pasado por estas fechas escribí un artículo sobre lo que habían dicho los obispos catalanes en sus cartas dominicales en el fin de semana más cercano al 11 de septiembre, este año he vuelto a repetir la operación ya que la situación política en la que nos encontramos es tan delicada, que pienso que este año todavía tiene más interés ver en que posición se sitúan nuestros prelados.
Decía hace exactamente un año que me alegraba enormemente de que la gran mayoría de nuestros obispos hablara en sus cartas pastorales de lo que tienen que hablar, es decir de cuestiones relacionadas con la fe y la vida de la Iglesia, y que por tanto no se metieran en camisas de once varas. Habían excepciones, concretamente tres obispos (Novell, Vives y Pardo) que sí tocaban directamente el tema, aunque me pareció que tanto Vives como Pardo lo hacían desde posiciones que considero correctas, en cambio Novell una vez más desbarró completamente poniéndose claramente al lado del proceso de secesión.
Ese es el primer gran cambio que quería reseñar en relación con el año pasado, el imprudente y nacionalista obispo de Solsona, este año no ha dicho ni una palabra del 11 de septiembre ni de nada que tenga que ver con el proceso independentista puesto en marcha por el gobierno y una parte del parlamento catalán. Su carta dominical del domingo 10, titulada "Sensibilidad misionera" hace referencia a la experiencia misionera de un grupo de jóvenes de su diócesis en Perú.
Deberíamos aplaudir esta "conversión" del obispo Novell por lo que se refiere al cambio positivo en relación a su nefasta carta del año pasado, y podríamos pensar que algo le ha afectado el hecho de ver que algunos de los ayuntamientos gobernados por los partidos políticos a los que él apoyó por secesionistas le hayan declarado persona "non grata" y no le dejen participar de sus fiestas mayores. Pero con Novell nunca paras de llevarte disgustos, y en la Misa de Fiesta Mayor de Solsona felicitó y elogió la actitud de los representantes del gobierno catalán, y justificó totalmente el proceso independentista que están llevando a cabo. La cabra tira para el monte y a pesar de los palos recibidos, el actual prelado de Solsona no puede ocultar la gran alegría que tiene por ver más cercana, en su opinión, la independencia de Cataluña.
Por su parte el obispo Vives este año ha subido el listón y ha estado mucho más nacionalista que el año pasado, pero el copríncipe que no es tonto, se ha escudado en el escrito conjunto de la Tarraconense y otros anteriores para avalar su postura, es decir que se cubre las espaldas para que no se le pueda atacar por independentista porque lo que él dice es lo mismo que dicen los obispos de toda Cataluña. El actual obispo de Urgel en su carta titulada "Ser pastores significa caminar delante, en medio y detrás del rebaño" nos machaca otra vez con aquellas dolorosas palabras: "Por eso creemos humildemente que conviene que sean escuchadas las legítimas aspiraciones del pueblo catalán, para que sea estimada y valorada su singularidad nacional, especialmente su lengua propia y su cultura...".
El obispo de Gerona, que ya desde el título "Fiesta Nacional de Cataluña: Reflexiones desde la Iglesia", hace referencia al 11 de septiembre, realiza una reflexión muy ponderada, en la que creo que pueden sentirse bien identificados todos los catalanes y por tanto no noto en su escrito ningún posicionamiento en favor de un sector o de otro, en esa lucha fratricida a la que nos han sometido nuestros actuales mandatarios.
Sí que tengo que decir que el comentario de nuestro cardenal arzobispo Don Juan José me sorprendió al principio, al hacer referencia al 11 de septiembre como la "Diada Nacional de Cataluña", después de las críticas y broncas por hablar de Puigdemont y de los Mossos de Esquadra como el presidente y la policía autonómica en la Misa de la Sagrada Familia, parece que se le ha hecho un toque de atención para que sustituya la palabra "autonómica" por "Nacional" u otras e similares. Pero su escrito titulado "Potenciar los valores humanos de nuestra sociedad" no habla del tema, sólo es una simple introducción para volver a hacer incidencia a los tristes hechos de terorismo que sucedieron recientemente, en nuestra tierra.
Vivimos unos momentos muy delicados social y políticamente hablando, por eso nuestros obispos tienen que ser completamente neutrales, pero ya sabemos como son algunos, no pueden evitarlo, les sale el nacionalista que llevan dentro y si no es de una manera es de otra. Lo disimularán más o menos pero Novell, Vives y Pardo son muy nacionalistas, también lo es el arzobispo Pujol, que ha ido in crescendo en los últimos tiempos, pero al menos como buen opusiano sabe mantener bien las formas y evitar declaraciones públicas sobre el tema
Francesco Della Rovere
Decía hace exactamente un año que me alegraba enormemente de que la gran mayoría de nuestros obispos hablara en sus cartas pastorales de lo que tienen que hablar, es decir de cuestiones relacionadas con la fe y la vida de la Iglesia, y que por tanto no se metieran en camisas de once varas. Habían excepciones, concretamente tres obispos (Novell, Vives y Pardo) que sí tocaban directamente el tema, aunque me pareció que tanto Vives como Pardo lo hacían desde posiciones que considero correctas, en cambio Novell una vez más desbarró completamente poniéndose claramente al lado del proceso de secesión.
Ese es el primer gran cambio que quería reseñar en relación con el año pasado, el imprudente y nacionalista obispo de Solsona, este año no ha dicho ni una palabra del 11 de septiembre ni de nada que tenga que ver con el proceso independentista puesto en marcha por el gobierno y una parte del parlamento catalán. Su carta dominical del domingo 10, titulada "Sensibilidad misionera" hace referencia a la experiencia misionera de un grupo de jóvenes de su diócesis en Perú.
Deberíamos aplaudir esta "conversión" del obispo Novell por lo que se refiere al cambio positivo en relación a su nefasta carta del año pasado, y podríamos pensar que algo le ha afectado el hecho de ver que algunos de los ayuntamientos gobernados por los partidos políticos a los que él apoyó por secesionistas le hayan declarado persona "non grata" y no le dejen participar de sus fiestas mayores. Pero con Novell nunca paras de llevarte disgustos, y en la Misa de Fiesta Mayor de Solsona felicitó y elogió la actitud de los representantes del gobierno catalán, y justificó totalmente el proceso independentista que están llevando a cabo. La cabra tira para el monte y a pesar de los palos recibidos, el actual prelado de Solsona no puede ocultar la gran alegría que tiene por ver más cercana, en su opinión, la independencia de Cataluña.
Por su parte el obispo Vives este año ha subido el listón y ha estado mucho más nacionalista que el año pasado, pero el copríncipe que no es tonto, se ha escudado en el escrito conjunto de la Tarraconense y otros anteriores para avalar su postura, es decir que se cubre las espaldas para que no se le pueda atacar por independentista porque lo que él dice es lo mismo que dicen los obispos de toda Cataluña. El actual obispo de Urgel en su carta titulada "Ser pastores significa caminar delante, en medio y detrás del rebaño" nos machaca otra vez con aquellas dolorosas palabras: "Por eso creemos humildemente que conviene que sean escuchadas las legítimas aspiraciones del pueblo catalán, para que sea estimada y valorada su singularidad nacional, especialmente su lengua propia y su cultura...".
El obispo de Gerona, que ya desde el título "Fiesta Nacional de Cataluña: Reflexiones desde la Iglesia", hace referencia al 11 de septiembre, realiza una reflexión muy ponderada, en la que creo que pueden sentirse bien identificados todos los catalanes y por tanto no noto en su escrito ningún posicionamiento en favor de un sector o de otro, en esa lucha fratricida a la que nos han sometido nuestros actuales mandatarios.
Sí que tengo que decir que el comentario de nuestro cardenal arzobispo Don Juan José me sorprendió al principio, al hacer referencia al 11 de septiembre como la "Diada Nacional de Cataluña", después de las críticas y broncas por hablar de Puigdemont y de los Mossos de Esquadra como el presidente y la policía autonómica en la Misa de la Sagrada Familia, parece que se le ha hecho un toque de atención para que sustituya la palabra "autonómica" por "Nacional" u otras e similares. Pero su escrito titulado "Potenciar los valores humanos de nuestra sociedad" no habla del tema, sólo es una simple introducción para volver a hacer incidencia a los tristes hechos de terorismo que sucedieron recientemente, en nuestra tierra.
Vivimos unos momentos muy delicados social y políticamente hablando, por eso nuestros obispos tienen que ser completamente neutrales, pero ya sabemos como son algunos, no pueden evitarlo, les sale el nacionalista que llevan dentro y si no es de una manera es de otra. Lo disimularán más o menos pero Novell, Vives y Pardo son muy nacionalistas, también lo es el arzobispo Pujol, que ha ido in crescendo en los últimos tiempos, pero al menos como buen opusiano sabe mantener bien las formas y evitar declaraciones públicas sobre el tema
Francesco Della Rovere