El claustro de profesores está muy dolido porque cree que todo ello es injusto. Dicen los profesores, también los padres, que Toni es una persona muy justa que sabe escuchar y es muy apreciada por todos. Tanto es así que, en las pasadas jornadas de actualización de los colegios diocesanos de Mallorca, los profesores se vistieron de negro y se fotografiaron juntos para mostrar su repulsa a tanta injusticia (ver foto).
Todo ello no nos sorprende. Hace un año ya lo denunciamos. Toni Ribot, el anterior Director General de los Colegios, consiguió que éstos fueran rentables (se calcula que tienen un beneficio en caja actual de 3’5 millones de euros) y además con muy buenos resultados académicos. Fue despedido injustamente, aunque legalmente. Todo ello es lo que ambicionaba Miquel Gual, Vicario Episcopal de Educación de Mallorca, para su sobrino, el joven Andreu Mir Gual (“come si vede la famiglia e i nipoti”!!!). Además, todo el plan que se presentó en su día de dividir en varios directores la gestión de los 11 Colegios Diocesanos era falsa, ya los hacen dimitir. Era una operación de maquillaje. Sólo permanecerá Andreu Mir Gual, y si no al tiempo. También han hecho una fundación para regir los colegios y administrar los dineros y al frente de ella ponen a la gran experta en fundaciones y colegios la srta. Zaforteza, de veintisiete años, hija del abogado del Obispado de Mallorca, Raimundo Zaforteza. Sin disimulos. Y Sebastián Taltavull consintiéndolo todo. Que remedio, es un don nadie. A todo esto, habría que preguntarse qué hacen desde Nunciatura en Madrid. Se ve que nada. O qué hacen desde la sede metropolitana de Valencia. Se ve que nada. ¿Y el Papa? Non si sa!!!
Pero lo más grave es que Mallorca tiene Obispo, algo que no ocurría el año pasado que solo era Administrador Apostólico. Tiene Obispo y se llama Sebastián Taltavull. ¡¡¡Alguien podría preguntarse que piensa hacer o decir o yo que se!!! Quizá podríamos repetir la famosa frase del General Sabino Fernández Campo al preguntársele por el General Alfonso Armada Comín: ¡¡¡Ni está, ni se les espera!!!
Lluc Bibiloni