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Catalunya Cristiana lo intenta con Vives, pero el copríncipe se sale airoso de la entrevista

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Hace pocos días hacíamos referencia a la vergonzosa entrevista que Catalunya Cristiana concedió al President Quim Torra y que publicó el mismo domingo de las elecciones generales, una ruptura de la neutralidad  que todos los medios tienen que tener en un día de votación, pero mucho más lamentable en una publicación que se supone que es católica y que de entrada no tendría que hablar de política, pero que si lo hace tendría que ser escrupulosamente neutral, aunque ya sabemos lo tendencioso que se ha vuelto este medio en que las cuestiones religiosas, en demasiadas ocasiones pasan a un segundo plano.

Dentro de esta campaña de adoctrinamiento nacionalista que hace ya unos cuantos años ha emprendido esta publicación desde la llegada a la dirección de Mn. Jaume Aymar, este domingo tuvimos un nuevo capítulo, con la entrevista al obispo de Urgell  Joan Enric Vives, también a cuatro páginas, como la de Torra, porque aunque se trata de un eclesiástico, las preguntas son todas sobre cuestiones políticas, y ya se pueden imaginar de que tipo, las que hacen referencia al conflicto catalán, al derecho de autodeterminación, a los presos encarcelados por su rebeldía e incumplimiento de las leyes...

Pero no se salieron con la suya, insistieron una y otra vez con preguntas en la misma dirección y el copríncipe saliéndose por la tangente. Buscaban un titular favorable al independentismo y no lo encontraron. Vives tendrá muchos defectos pero nadie va a negar a estas alturas su inteligencia, y sabe que no puede entrar al trapo con este tema, sobre todo teniendo en cuenta su condición de Jefe de Estado andorrano, una cosa es lo que le pide el cuerpo, y otra lo que tiene que decir, y él es bastante hábil para no crearse más problemas de los que ya tiene.

El arzobispo Vives se marcó una linea roja que no iba a traspasar y es la declaración conjunta de los obispos después de la sentencia del Tribunal Supremo. Presionado por las preguntas reconoció que es difícil quedar bien con unos y con otros, y que ya están acostumbrados a que sus declaraciones sean interpretadas por unos como excesivas y por otros como demasiado pobres. Intenta quedar bien con el sector nacionalista, pero no dice ni una sola palabra que se salga de una teórica neutralidad, que ya sabemos que nunca lo es, pero hay que reconocer que se esfuerza por parecerlo.

No van a encontrar en la entrevista temas religiosos de verdad, ni sobre la Iglesia en la diócesis de Urgel o en Cataluña, o incluso a nivel mundial, todo es sobre cuestiones políticas relacionadas con el Procés, tan sólo la última pregunta, se sale un poco del guion, pero no deja de ir en el mismo sentido. Le preguntan a Vives por la Conferencia Episcopal Tarraconense y le hacen la insinuación del porque no tiene más autonomía o independencia de la Española.  Vives no tiene ningún problema en decir la verdad y es que aunque el Concilio Provincial Tarraconense hizo esa propuesta, Roma respondió negativamente a esa posibilidad, vaya que les dejó claro que sólo una Conferencia episcopal por Estado, y Cataluña pese a que a muchos les disguste, sigue sin ser un Estado, entre esos disgustados algunos eclesiásticos como Vives, pero hay que reconocer que en esta entrevista estuvo más que correcto, toreó bien las malas intenciones de Aymar, y se mantuvo en una más que admirable neutralidad.

Ya se sabe aquel dicho latino "Scripta manent" (lo escrito permanece), y Vives sabe que la edición castellana de Catalunya Cristiana llega a Roma y allí se lee. La publicación volverá a quedar mal, algo a lo que ya están acostumbrados en la Ciudad Eterna, pero el obispo de Urgell volverá a quedar en buena situación. Necesita el apoyo vaticano ante la avalancha de críticas y protestas que recibe desde la izquierda radical por su oposición al aborto en Andorra.

No es que Vives sea un activista anti-aborto, nunca lo fue, de hecho en su juventud siempre fue progresista y nacionalista, pero es lo que le toca como copríncipe eclesiástico de Andorra. Y el arzobispo ha llegado donde está porque siempre ha hecho el juego a quien manda en la Iglesia. Y esta vez no va a ser una excepción

Francesco Della Rovere

¿Dónde está Cinto Busquet?

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El sacerdote gerundense no está en su parroquia de Calella
Cinto Busquet (izquierda) junto a Ester Gatell y Xavier Morlans. En la pared del templo un cartel del 1-0
Si van a la página web oficial del obispado de Gerona no encontrarán ninguna noticia que haga referencia a este suceso, pero es que si van al portal oficial de la parroquia de Calella tampoco. Y se trata de una página muy cuidada y actualizada, por lo que no se entiende que una noticia tan importante como la ausencia de su párroco no quede recogida de ninguna manera. Pero sí que hay un buen indicio en la web parroquial, y es que en la información de las celebraciones de la Santa Misa entre semana se indica claramente que son celebraciones de la Palabra en las que se distribuye la Sagrada Comunión.

Es extraño este silencio eclesiástico cuando desde fuera de la Iglesia se habla del tema sin ningún problema, así por ejemplo la radio local recoge la siguiente información el pasado 22 de noviembre: "Mosén Cinto Busquet se ausenta temporalmente de la parroquia por motivos de salud". La emisora también dice que oficialmente sigue siendo el máximo responsable de la parroquia pero que no celebrará la Eucaristía ni realizará ningún tipo de actividad pastoral durante una temporada. También se indica desde la radio y no desde la parroquia, que los sacerdotes vecinos se harán cargo de las celebraciones dominicales y que del resto de las actividades se encargará el Consejo Parroquial.

La emisora local y se supone que la feligresía confían que el Rvdo. Cinto Busquet se pueda reincorporar más adelante a la vida parroquial, pero es un poco extraño tanto ocultismo en la información: No se indica cuales son esos problemas de salud ni su posible duración, y tampoco se dice donde ha ido a curarse o a reposar. Parece una explicación piadosa para algo que no se quiere acabar de decir o al menos no se quieren dar detalles precisos de la situación. Si no es así pido disculpas desde este preciso momento y deseo su pronta y rápida recuperación, pero hay algo que no acaba de parecer muy claro en toda esta historia.
Cinto Busquet reconvierte su parroquia, altar incluído en un templo del independentismo
Y aún es más extraño si cabe, el hecho de que si uno accede a su página personal y a algunas de las redes sociales de este sacerdote tan mediático, ve que están a pleno rendimiento, funcionan al día como si no pasara nada. Y también allí tampoco ninguna información ni comentario sobre su situación personal o sobre su "enfermedad".

Y todo esto cuando no hace ni tres meses que el Rvdo. Busquet tomó posesión como párroco oficial de Calella, porque aunque es cierto que ya estaba en la parroquia como "Responsable" desde el 2016, que es un título sin ninguna connotación canónica, Don Francesc Pardo tardó tres años en hacerlo párroco, algo que no es ni mucho menos habitual, y si esto es así, es porque no las tenía todas consigo, sobre todo teniendo en cuenta el largo y continuado historial de idas y venidas de este sacerdote. Lo que en esta misma web ya se denominó en su momento como "un culo de mal asiento".
Mn. Cinto Busquet, personaje mediático televisivo
Cinto Busquet se ha hecho especialmente famoso por su implicación política en el bando independentista, y no sólo desde un punto de vista ideológico, sino con agresividad verbal, enfrentándose públicamente a presentadores y personas defensoras de la legalidad, en diversos medios de comunicación incluída la televisión. También ha sido uno de los impulsores de los manifiestos de sacerdotes catalanes a favor del referéndum del 1 de octubre (prohibido por la ley y los tribunales) y otras iniciativas organizadas por un puñado de sacerdotes de los más "trabucaires" de Cataluña, entre los que siempre estaba este sacerdote gerundense.

Ayer Francesco Della Rovere nos hablaba de lo astuto e inteligente que es el copríncipe Vives, pues algo pasó para que Vives que tuvo de secretario personal al mismo Cinto Busquet, se lo sacara de encima y éste tuviera que salir de la diócesis de Urgel y volver a recalar en la suya originaria de Gerona.  Un misterio sin resolver, algo parecido a otro caso que también tiene como protagonista al mismo copríncipe y es el del Rvdo. Ramon Batlle, que después de saltar de su diócesis de origen, que era la de Urgel, vino a recalar en la de Barcelona bajo el manto protector de los Rvdos. Arenas, Matabosch y otros importantes capitostes diocesanos que lo acogieron con los brazos abiertos.

Esperemos que pronto salgamos de dudas y alguien nos informe con detalle y sin ocultismo de lo que realmente está pasando con este sacerdote y con su futuro en las parroquias de Santa Maria y Sant Nicolau de Calella.

Antoninus Pius

El belén de la Colau: O como defender lo indefendible

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Más allá de las connotaciones religiosas y de la indignación que muchos creyentes pueden tener por la burla constante hacia el nacimiento del Hijo de Dios por parte del Ayuntamiento de Ada Colau, la fotografía que encabeza este escrito refleja una verdadera realidad y es que el belén municipal es una tomadura de pelo a todos los ciudadanos de Barcelona, creyentes y no creyentes.

Porque no sólo se ofende la fe, se ofende la inteligencia. Y puestos a elegir, desde mi humilde punto de vista, prefiero el pesebre de arriba al de abajo. Es mucho más real y auténtico, el de pago intenta imitar al primero, pero no lo consigue. Si lo que queremos es mostrar la pobreza, incluso hacer referencia religiosa a que el nacimiento de Jesús fue en esa situación, pues quedémonos con el primer Belén, mucho más realista y sobre todo mucho más barato, e invertir esos 100.000 euros en ayudar a los más pobres y necesitados, una de las promesas de la actual alcaldesa cuando fue elegida por primera vez, pero que poco se ha convertido en realidad.

Ada Colau con la bandera del colectivo gay
La alcaldesa Colau se empeña una y otra vez en demostrar que no sólo no es creyente sino que odia todo lo que huele a catolicismo, cuando es una realidad que forma parte de la ciudad que ella gobierna. Se excusa de asistir a celebraciones religiosas cristianas porque dice que no representan a toda la ciudadanía, pero en cambio sí va y apoya a las celebraciones de los colectivos homosexuales cuando no representan a toda la ciudadanía sino sólo a una pequeña parte de Barcelona

Han habido gobernantes ateos, pero respetuosos con los que si creen. Pero Colau no es de esos, y aprovecha cualquier ocasión para humillar, ridiculizar y hasta insultar las verdades más profundas de nuestra fe. Todo lo contrario que hace con las otras religiones no cristianas, por ejemplo la musulmana ¿Se imaginan un poema blasfemo como el "Mare nostra"  del Corán o de alguna de las verdades de la religión de Mahoma?. 

Y cuando salta la polémica, que parece que es algo que ella busca encantada, entonces vienen las argumentaciones para defender lo que es indefendible. Argumentos que no se aguantan por ningún lado, porque ella misma entra en contradicción con lo que dice con otras actuaciones de ella misma, pero claro, con otros colectivos o religiones que no son la católica.


Paula Bosch, la autora del polémico Belén
Y en medio de ese circo unas personas que en su puñetera vida habrían llegado a nada, ni en cuanto a fama artística ni a percibir fabulosos pagos económicos llegan a lo más alto de los medios de comunicación por haber contribuido al juego de la provocación de la Colau. En esta ocasión la "artista" se llama Paula Bosch, y ha aparecido en diversos medios a defenderse de las críticas recibidas. Y esto es lo que dice: "la gente cuando va a ver el pesebre de plaza Sant Jaume espera ver un pesebre convencional, pero es que el mío no es un pesebre, ni hebreo, ni católico; la primera que lo dice que soy yo. El mío es un proyecto artístico o una instalación navideña; el pesebre convencional puede verse en el Museo Marés. Lo fácil es hacer un pesebre tradicional con las figuras tradicionales en su cueva o en su establo; lo difícil es hacer propuestas arriesgadas".

Propuestas arriesgadas, innovadoras, transgresoras... todo un cúmulo de vocabulario "progre" para intentar defender el maltrato que se da a los creyentes cristianos por parte del Ayuntamiento y sus propuestas "artisticas" para la ciudadanía. Y mientras tanto nuestros máximos responsables religiosos calladitos, no sea que se enfaden los que mandan y aún nos ataquen más.  ¿Es que no hay libertad de opinión?, ¿Es que un obispo no puede decir públicamente lo que dicen sin tapujos miles de barceloneses cuando pasan por delante de semejante adefesio? 

Pedro Pablo Picapiedra

La Glosa Dominical de Gérminans

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 SENSATA Y SENSUAL DESDE EL ALBA 

Esa voz había sido como un dulce arpegio, como perlas arrojadas sobre un metal precioso: "Dios te salve María, rebosante de gracia: el Señor está contigo". Olía a pan y ropa, a telas y a aromas matutinos, a camas para hacer y vajilla para lavar. En esa casa estaban las herramientas simples de todos los días: las telas en la cama, los rollos, la lámpara con la jarra pequeña cercana, ramas de durazno y ramas de pera. Había olor y sospecha de un día normal esa mañana en Nazaret. En cambio, a María, una mujer anónima de los suburbios, le tocó experimentar de antemano lo que los discípulos experimentarán en unos años: también puede saber dónde se encuentra con Cristo, pero nunca sabrá a dónde lo llevará después de haberlo conocido. Lo único cierto es que esa casa, tan modesta como la que vive allí, pronto se volverá demasiado pequeña para contener la alegría de una promesa en expansión: "serás la madre del Altísimo"; de una sorpresa que el corazón de una mujer pequeña, incluso el de la Virgen, no puede contener.

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Su cotidianidad también intrigó al Eterno porque a esa mujer la eligió a partir de allí: de los distritos populares, llenos de sudor e impregnados de barro y estiercol. Desde los barrios más bajos, donde las chozas de los pobres, si aún permanecen de pie, es porque se apoyan mutuamente. La descubrió allí, entre la gente, y la hizo suyo. ¡No hubo trucos espirituales! "Te saludo, oh llena de gracia, el Señor está contigo": ningún Justo había disfrutado de tal saludo. Es lo más llamativo que se haya dirigido desde el cielo a la tierra: es un completo asombro para la humilde novia del carpintero José. Tanto es así que el Cielo debe intervenir directamente para apoyarla: "no temas, María, porque has encontrado el favor de Dios". Pero, ¿cómo puede una chica cargar con el peso de tal propuesta sin sufrir vértigo? Entre otras cosas, las cuentas no le salen: "No conozco a un hombre. ¿Cómo es posible?" Hay días en que incluso el cielo se siente mareado: no querría que la engañaran, le dice a su ángel que pesa su cansancio de seguir siendo virgen, la humilde pertenencia al rango de los sencillos de corazón. Este instante podría bloquear el flujo del Eterno a tiempo. No deben haber sido momentos de serenidad para el Eterno. La primera vez que María abre la boca, el cielo tiembla: pronunciará cinco oraciones y una canción (el Magnificat). Eso es suficiente para haberte convertido en la mujer más sensual y sensata de la historia. El ángel ha entregado todo su mensaje: nada más está en su poder, él también debe esperar. Me gusta pensar que en ese instante Maríaescuchó las angustiadas súplicas de un mundo que había estado esperando esta hora durante milenios. Y Ella allí, todo inclinada sobre el escrutinio de este extraño itinerario de propuestas, para imaginar en profundidad todas las obligaciones vinculadas y conectadas. Entonces se da cuenta de que la acumulación de sufrimiento que le esperará será proporcional al tamaño del título y la misión. Es la rendición de María, exactamente lo contrario de la resignación: los que se resignan deciden morir, los que se rinden a Él se convierten en el Cielo. "Aquí estoy, la sierva del Señor. Hágase en mí según tu palabra". Mujer libre en el cielo libre: esta espléndida criatura no se dejó expropiar  su libertad ni siquiera por el Creador. Pero diciendo "aquí estoy", se abandonó a él con una libertad tan grande como para hacer que el Ángel regresara al cielo, y le presentara al Señor un anuncio no menos alegre que el que había traído a la tierra en el viaje exterior. Nada era más obvio que eso sí; nada era más maternal que ese asentimiento de su cabeza causado por una aldeana desconocida. 

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La Visitación de “El Greco”
"La Virgen está pálida y mira al Niño. Lo que debe pintarse en su rostro es un estupor ansioso que apareció solo una vez en un rostro humano. Porque el Cristo es su Hijo, carne de su carne y sangre de sus entrañas. Lo llevó en su regazo durante nueve meses, le ofreció su pecho y su leche se convirtió en la sangre de Dios. A veces la tentación es tan fuerte que la hace olvidar que es Dios. Lo sostiene en sus brazos y dice: "mi hijo". Pero en otros momentos permanece atónita y piensa: "allí está Dios". Y es presa de un temor religioso ante ese Dios mudo, por ese niño que inspira respeto. Todas las madres en algún momento se detuvieron frente a ese fragmento rebelde de su carne que ya es su hijo, sintiéndose en el exilio frente a esa nueva vida que se hizo con su vida y que está habitada por pensamientos extraños. Pero ningún niño ha sido más cruelmente arrancado de su madre, porque él es Dios y supera en todos los sentidos lo que puede imaginar.

Pero creo que también hay otros momentos, fugaces y rápidos, en los que percibe al mismo tiempo que Cristo es su Hijo, su Hijo, es Dios. Lo mira y piensa: "este Dios es mi Hijo. Esta carne divina es mi carne. Está hecha de mí, tiene mis ojos, la forma de su boca es la mía, se parece a mí. Es Dios quien se parece a mí". Ninguna mujer ha podido tener a su Dios solo, un niño Dios que puede ser tomado en sus brazos y cubierto de besos, un Dios cálido que sonríe y respira, un Dios que puede ser tocado y que se ríe. Es uno de estos momentos que pintaría, si fuera pintora, María. (Jean Paul Sartre)

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Al día siguiente, María, una mujer trabajadora, reanudó su trabajo diario.Se puso en la fila de mujeres que fueron a la fuente, sin ninguna indicación para hacer pensar a sus  compañeras que tejió al Infinito en su seno.Quizás solo la sonrisa tenía una gravedad que nunca antes se había visto.Pronto le aguardará su primera procesión: dirección Ain-Karin, a casa de Zacarías e Isabel.Porque cuando abras tu puerta a Dios ya no tendrás ningún hogar.Solo a Él. 

Mn. Francesc M. Espinar Comas
Párroco del Fondo de Santa Coloma de Gramenet

Solemnidad de la Inmaculada ¨Concepción

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     ACTO DE CONSAGRACIÓN DE GERMINANS     
A LA INMACULADA CONCEPCIÓN
  En la presencia de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, 
y tomando como testigos al cielo y a la tierra, 
declaramos solemnemente que todos y cada uno de nosotros 
los miembros y colaboradores de “Germinans Germinabit”, 
libremente y con todo el impulso de nuestro corazón, 
reconocemos hoy a la Inmaculada Virgen María como Madre y Soberana. 

Y por la profunda y conmovedora acción, que produjo en su purísimo Corazón, 
la eficaz palabra del Verbo Todopoderoso, su Hijo Jesús, cuando a punto de morir, 
la hizo nuestra Madre y nos la dio como tal en la persona del apóstol Juan en el Calvario;
por la inefable aflicción de su inocente alma 
mientras contemplaba el cuerpo inanimado del Salvador, 
las crueles heridas que lo cubrían de la cabeza a los pies 
y particularmente las cinco llagas de las manos, pies y costado:


Te suplicamos, a pesar de nuestras miserias y pecados, 
te dignes reconocernos como tus hijos 
y con bondad recibirnos como tus servidores y esclavos voluntarios y perpetuos.

Ofrecemos aquí a la Bienaventurada Trinidad las más ardientes acciones de gracia 
por todos los dones y prerrogativas que ha dignado otorgar a María 
y suplicamos a Dios que plenamente Ella sea glorificada en todo el Universo.

Desde ahora pues, y para siempre, te consagramos, ¡oh María Santísima Madre nuestra!,
nuestros corazones, nuestras almas, todo lo que somos y nos pertenece; 
y prometemos y juramos solemnemente defender tu honor 
sin ofender nunca tu gloria ni jamás menoscabarla.

Nos confiamos finalmente, a tu protección 
y nos abandonamos a tu Corazón purísimo de Madre de Dios, 
modelo santísimo y perfectísimo al cual queremos amoldar y formar el nuestro.

Te pedimos y suplicamos nos concedas tu espíritu 
para amar y reverenciar a Jesús Nuestro Redentor y Divino Rey, 
para seguirlo e imitarlo tan perfectamente como sea posible, 
con tu perseverancia y heroica fidelidad hasta el final de nuestras vidas.

¡Madre, aquí tienes a Germinans! ¡Aquí tienes a tus hijos: muéstranos que eres Madre!

(Adaptación del Acto de Consagración del P. Vallet *)

* El padre jesuita Francisco de Paula Vallet Arnau (1886-1947) fue apóstol incansable 
de los Ejercicios y fundador de la Obra de Ejercicios Parroquiales 
y de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey.

¡Qué obispo nos perdimos!

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No es la primera vez que asisto al oficio solemne de la festividad de la Inmaculada Concepción en su parroquia de Barcelona. Soy bastante asiduo a dicho templo en días laborables, aunque no suelo acudir los festivos, salvo algún que otro 8 de diciembre. El cuidado y esmero con el que practican la liturgia bien vale la visita. ¡Y la música!, por cuanto tanto el magnífico órgano como la calidad y armonía de su coro te eleva el espíritu a las más altas cimas. Es un gozo de celebración y un gozo de parroquia, no en vano la denominan “la catedral de L’Eixample”. En la afortunada denominación, algo tendrá que ver -yo diría que mucho- su párroco, el Dr. Ramón Corts Blay. Desde que le fue encomendada dicha responsabilidad pastoral, en el año 1998, la actividad parroquial jamás ha decaído. Al revés, en un tiempo en que se suprimen misas, en la Concepción se mantienen: 6 los días laborables y 7 los festivos. En un tiempo en que se ha dejado de confesar, siempre hay un sacerdote en el confesionario. En un tiempo en que las iglesias están cerradas, la Concepción está abierta desde las 7,30 de la mañana. Y cuando cierran al mediodía, mantienen abierta la capilla adyacente de la Virgen de Montserrat.

Los mismos horarios que hace 21 años. Y en su haber posee la obtención del título de Basílica en el año 2008. ¡Compárenla con otras basílicas del centro de Barcelona! En un barrio envejecido, en el que cuando se vacía una vivienda se destina a oficina o a apartamento turístico, en donde los templos han ido cerrando o dedicándose exclusivamente al monocultivo turístico, la Concepción luce esplendorosa y pastoralmente activa en pleno centro de Barcelona. Por ello siempre que veo a su párroco pienso: ¡qué obispo nos perdimos! No sólo porque haya estado incluido en rumores o quinielas episcopales, sino porque me consta que ha estado presente en más de una terna. Ahora, nació en 1951, puede que ya sea tarde. O no.
 
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Habría sido un excelente obispo, si entendemos que un obispo ha de tener vocación martirial, porque Mn. Corts ha padecido más de un martirio. Designado rector de Seminario en 1997 por el cardenal Carles, tuvo que padecer una cruel campaña difamatoria del nacional-progresismo que acabó con su defenestración al curso siguiente. ¡Cuando los progres disparan, disparan con bala! Pellizcos de monja damos los de Germinans en comparación. Luego fue un extraordinario delegado episcopal de enseñanza hasta que fue relevado sin contemplaciones por el cardenal Omella. Así se premiaba su obediencia episcopal, de la que sigue haciendo gala, callado y sereno ante los que han venido torpedeando una carrera prometedora. La última maniobra que persigue su total decapitación es desalojarlo de la Balmesiana, donde viene resistiendo desde hace años al embate de los progres. Las últimas noticias colocan allí a la Fundació Joan Maragall. Será el enésimo intento de desalojo, aunque -con tanta insistencia- al final lo conseguirán.

A este eminente doctor en Historia Eclesiástica por la Gregoriana se debe que el único templo gótico del Eixample esté abierto todo el día. Abierto para la actividad pastoral y no para las visitas turísticas. ¡Y sin pagar entrada! Al contrario de esa idea del ticket único que se ha sacado de la manga Cabot para lograr que los turistas visiten Sant Pau del Camp. Abierta no sólo para misas, sino para grupos de catequesis numerosos, grupos de jóvenes adolescentes, grupos de matrimonios, grupos de estudio bíblico o grupos de asistencia social. Con adoración eucarística semanal, con solemne Via Crucis los viernes de cuaresma por el claustro. Y por si fuere poco, tiene la iglesia limpia, luminosa y ventilada. A diferencia de otros templos oscuros, tristes y rancios.

Además, el Dr. Corts posee la facilidad de saber formar equipos. Equipos de sacerdotes y equipos de laicos. Destaca su vicario, Mn. Bladé y sus colaboradores, el padre Arturo Migas, el padre Waclaw (con el que recomiendo confesarse) o Fra Valenti Serra de Manresa, al que pueden ver cada tarde atravesar Barcelona con su sayal y sus sandalias franciscanas, pues va andando desde el convento de Sarriá a la iglesia de la Concepción. Y también, a diferencia de otras comunidades, mantiene al día una excelente web parroquial. ¡Qué por Internet también se evangeliza!

Oriolt

Taltavull, premio Abad Marcet

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Un desmejorado Taltavull recibiendo el Premio Abat Marcet de manos de la Consellera de Cultura
El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull ha sigo galardonado con el Premio Abad Marcet, el que fuera auxiliar de la diócesis barcelonesa ha vuelto otra vez a la que fue su ciudad para recoger ese premio de manos de la Consellera de Cultura de la Generalitat, Mariàngela Villalonga y concedido por la Lliga Espiritual de la Mare de Déu de Montserrat, un verdadero ariete religioso en defensa del Procés y de la independencia de Cataluña.

Esta institución, bajo un engañoso nombre piadoso, es la que organiza la mayoría de actos político-religiosos a favor de la secesión y de los presos encarcelados por ese intento fallido de independizar Cataluña. Así por ejemplo fueron ellos los que organizaron la oración por los presos en Montserrat, con el discurso de rigor del President Quim Torra en la misma basílica del monasterio, incluso la abadía tuvo que desmarcarse posteriormente del acto al ver que se les había ido de las manos y se había convertido en un mitíng político al que no faltó tampoco el ex-presidente Jordi Pujol.

En esta ocasión no hay aparentemente simbología política más allá de la presencia de la Consellera, a la que poco se la puede ver en actos eclesiales, pero que no falla si los organiza esta entidad religiosa, ya que todo el mundo sabe de que pie cojea, sobretodo sus amigos de la Generalitat. El premio se concede a un libro publicado en catalán de temática religiosa y el libro de Taltavull "Brots de Vida", no habla ciertamente de política sino de vivencias y experiencias personales del obispo en sus años en Barcelona.

Taltavull cuando defendió el derecho de Cataluña a decidir su futuro
Pero este reconocimiento a Taltavull no es solo por el libro sino por su trayectoria. Desde el nacionalismo, y también desde el progresismo eclesial catalán se le encuentra a faltar en Barcelona. Es más que evidente que a Don Juan José lo consideran un forastero que no entiende la realidad catalana, y sus obispos auxiliares, discretos y poco habituados a declaraciones políticas, nada tienen que ver con el perfil que tenía en sus tiempos el menorquín, con intervenciones gloriosas en Catalunya Ràdio en las que decía que se tenía que respetar la voluntad del pueblo catalán fuera la que fuera.

Omella se lo sacó de encima rápidamente, con un supuesto ascenso, para ser titular de la diócesis mallorquina, pero esa diócesis que parece estar maldita, ha sido un verdadero calvario para él. Sus errores personales, su carácter autoritario y una buena dosis de mala suerte han sido un cóctel explosivo que le han dejado muy tocado personalmente, y se nota incluso físicamente, pero también ha dejado muy tocada a una diócesis que parece no encontrar un obispo que de una vez por todas le de impulso y esperanza.

El nacionalismo y el progresismo hicieron una campaña clara para que fuera el sucesor de Sistach como arzobispo de Barcelona, además Taltavull que iba de sencillo por la vida y neo-progre al estilo bergogliano, acumulaba a los ojos de muchos, puntos para alcanzar esa preciada cima. Pero el Papa Francisco nunca quiso un obispo que pudiera servir al juego político del nacionalismo catalán en un lugar tan destacado como es Barcelona, y por eso su candidato siempre fue Omella. 

Ni siquiera Planellas, que algunos consideran como un obispo claramente nacionalista está desentonando. Después de un inicio preocupante, el actual arzobispo de Tarragona se ha mantenido absolutamente neutral en cuestiones políticas y se ha abstenido de hacer declaraciones polémicas.

Lluc Bibiloni

El obispado de Solsona hace públicos casos de pederastia en su diócesis... de hace más de 50 años

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El obispado de Solsona, donde se han investigado los casos de pederastia de esa diócesis
Cuando el obispado de Solsona anunció a bombo y platillo una comisión para estudiar todos los casos de pederastia que podían haber habido en esa diócesis y ponía como fecha de inicio de la investigación el año 1930, muchos pensamos que empezar a investigar cosas de hace tantos años no tenía ningún sentido, porque los sacerdotes estarían más que muertos e incluso la mayoría de los abusados. Lo que verdaderamente importa es investigar si hay sacerdotes en esa diócesis, o en cualquiera,  en activo,  que están ejerciendo su ministerio como si no pasara nada, después de haber sido unos pederastas.

Y viendo los resultados de la comisión me reafirmo en ello. Está claro que lo que se quiere es dar una aparente muestra de lucha denodada contra la pederastia dentro de la Iglesia, pero a la hora de la verdad los únicos que caen son sacerdotes muertos o bien que estén prácticamente gagás, es decir que ya no estén ejerciendo porque están más que jubilados rondando o superando los 90 años. De la implicación de los obispos o superiores en cuanto a encubrimiento ya ni hablemos, porque eso  ni se estudia, a no ser que el caso haya explotado en los Medios de Comunicación, como con el Abad Soler, que intentó comprar con dinero negro el silencio del abusado, pero claro al ser Montserrat, resulta que se vende como un ataque malintencionado contra Cataluña.

Todo esto huele a ganas de protagonismo del obispo Xavier Novell que ha querido marcarse un tanto mediático y quedar como el obispo catalán más sensible con el tema de la pederastia y el que da pasos teóricamente más valientes y arriesgados. Pero la realidad es que  en el caso de Solsona, la transparencia y la información brillan por su ausencia. Ni un sólo dato comprobable, ni un sólo nombre. Es decir que yo soy el obispo de la diócesis X monto una comisión para quedar como un señor ante la opinión pública, digo unos números que me invento, por ejemplo 12 casos de pederastia, 3 sacerdotes implicados ya muertos, claro está, 8 víctimas ya fallecidas y 4 que no han querido que se hagan públicos sus nombres. Y quedo como un obispo ejemplar dispuesto a llegar al fondo de los casos de pederastia de mi diócesis. La realidad es que ese estudio inventado o real no sirve absolutamente para nada.

En primer lugar ¿porqué no se puede saber el nombre de los sacerdotes abusadores, si además ya están muertos?. A lo mejor en algunos pueblos honran la memoria de esos clérigos porque construyeron la iglesia después de la guerra y su nombre figura en letras de oro en el templo, o pasaron a la historia por sus escritos o por sus poesías, o fueron defensores acérrimos de la cultura y la nació catalana, o lo que es peor, han pasado a la posteridad como unos hombres santos e íntegros. ¿No tiene que saber todo el mundo quienes son y las barbaridades que hicieron?

En segundo lugar, por presunción de inocencia o por deseo explícito del denunciante se pueden ocultar algunos datos muy concretos, pero no dar ni un sólo dato específico ¿es normal?. Decir que los casos se produjeron entre los años 50 y 70, tampoco es que sea dar demasiada información. ¿No se puede decir si los casos pasaron en la misma ciudad de Solsona o en poblaciones pequeñas, o si fueron llevados a cabo por párrocos, vicarios, religiosos... si se perpetraron en las parroquias, en escuelas, o en campamentos de verano...? Creo que tan poca información es sospechosa, sobre todo si lo que estás intentando trasmitir es transparencia y que nada quede oculto.

No creo que a la sociedad le preocupe mucho la pederastia que se realizó hace más de 50 años, aunque se entiende si alguna víctima aún está viva y quiere que se sepa toda la verdad, que por lo que parece no es el caso de Solsona. Lo que le preocupa a la gente es saber si alguno de los sacerdotes que están en activo y por tanto siguen teniendo contacto con menores han podido delinquir de una forma tan monstruosa, y en caso afirmativo tomar las medidas oportunas, siempre que los hechos se hayan demostrado, sin que tiemble el pulso del obispo o del superior de turno.

Pero parece que no es esa la forma de actuar de nuestros máximos dignatarios religiosos. Y los casos de pederastia siguen golpeando a nuestra Iglesia y algunos son bien recientes, pero los ponen a la luz los medios de comunicación no la propia Iglesia. Pensemos por ejemplo en el caso reciente del profesor de religión de las Vedrunas de Gracia, que se mantuvo en su puesto durante dos años después de haber sido denunciado por menores de los que había abusado. Sólo cuando la policía entró en el centro y se lo llevó lo despidieron de la docencia. Y así lamentablemente tenemos muchos otros casos.

Francesco Della Rovere

No nos libramos de Matabosch

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Mn. Antoni Matabosch, con su flamante libro en las manos
Si alguien se pensaba que ya el Rvdo. Antoni Matabosch había pasado a la historia y que ya poco oiríamos hablar de él, que se vaya quitando esa idea de la cabeza, porque hay personajes en esta diócesis que es difícil que salgan de la primera linea eclesial, y que sólo Dios, Nuestro Señor, tiene la potestad de jubilarlos definitivamente cuando crea que ha llegado la hora de que dejen este mundo nuestro.

Y digo esto porque esta semana hemos tenido noticia de la publicación del libro "Ecología integral i supervivència" obra del citado sacerdote. El libro no va a pasar desapercibido ni mucho menos, entre otras cosas porque el hábil Matabosch ha buscado un tema que está de máxima actualidad, por el Sínodo del Amazonas y por la cumbre del clima de Madrid. Aún así el libro no tendría demasiada repercusión si no es porque el arzobispado de Barcelona y los medios afines han sacado toda la artillería pesada para que acabemos del libro hasta la sopa.

Porque no se vayan a pensar que el autor ha buscado una editorial que se lo publique, pasando esos trámites tan vergonzosos para un hombre de tan alta dignidad como él. Ha sido la misma archidiócesis quien se lo ha publicado, prologado por nuestro simpático y dicharachero arzobispo y enviado gratuitamente (pagando la diócesis, claro) a todas las parroquias y entidades de la Iglesia. Y no se pierdan el título de la colección de la que forma parte este ejemplar: "OR FI" (Oro fino), un poco de humildad y sencillez no vendría de más.

Hay personas que siempre van a tener las puertas abiertas en esta diócesis, y el Rvdo. Matabosch las ha tenido y las tendrá siempre. Ha sobrevivido a todo los cambios episcopales y siempre ha tenido cargos y puestos de relumbrón. Incluso en la era de Don Ricardo Carles que algunos pronosticaron que perdería su atalaya de privilegios, supo ingeniárselas para ganarse el aprecio del cardenal valenciano, a pesar de que a sus espaldas lo dejaba verde.

Sólo Don Juan José ha sido capaz de apartarlo de la primera linea diocesana, pero claro, lo tenía muy fácil, porque con 84 años no era muy normal que estuviera al frente de una Delegación tan importante en una diócesis como es la de Economía. Aún así el Rvdo. Matabosch no quiso marcharse sin dejarlo todo atado y bien atado, sobre todo el personal (familiares incluidos) y los contratos que se firmaron en su etapa. Para eso pidió que le sucediera su delfín el Rvdo. Ramon Batlle, tal como ya hizo en el ISCREB, pero en esta ocasión no pudo marcarle el gol por segunda vez al arzobispo maño.

El elegido para substituirle fue un seglar, concretamente el Sr. Gaspar Coderch, pero incluso aquí Matabosch tuvo suerte (algunos hablarían de conspiraciones macabras) y el sucesor se puso gravemente enfermo al poco de tomar posesión de su cargo. Como consecuencia de ello, es el Rvdo. Batlle el que ha tenido que tomar las riendas de la Delegación, todo tal como había planificado el anciano ex-ecónomo, al que parece que siempre le sale todo bien. Incluyendo los pelotazos inmobiliarios de su época de delegado.

Antoninus Pius

La Glosa Dominical de Gérminans

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LA CRUZ Y LA BANDEJA: AMIGOS CODO A CODO
Es el spot más sublime sobre el tema de la amistad. Firmado por dos amigos de toda la vida, primos por parte de madre y gemelos por los sueños del corazón. Y sin embargo uno, el Bautista conocido como Juan, tuvo un maltratado inicio: los números del cielo le son adversos. Porque si hubiera querido hacer carrera entre los profetas, hubiese nacido demasiado tarde: sobre Zacarías ha recaído el peso y el honor de ser el último entre los voceros del Antiguo Testamento. Si hubiera querido hacer carrera entre los apóstoles, hubiese nacido demasiado pronto: los primeros pescadores de Tiberíades -sobre los cuales recaerá el título de primeros entre los discípulos de Cristo- estaban aún aprendiendo los secretos de su oficio de sus ancianos padres. En resumen: demasiado pronto o demasiado tarde. La del Bautista estaba llamada a ser una historia de fracaso. Dos contratiempos para otras dos tentaciones. La primera: la de considerarse un desgraciado leyendo las constelaciones, porque nacer bajo una buena o mala estrella es la disyuntiva para quien decide organizarse la existencia. También él, aunque pariente de un Primo tan esperado como imprevisto, quizá hubiera podido mirarse al espejo y decir: “estoy demasiado cansado y confundido. Nadie me comprende. Nadie me quiere. Todos están contra mí. Nada me sale bien. Él sí que es inteligente. Ella sí que es bella. No soy capaz. Ni lo intento. No lo conseguiré nunca. Total, no servirá para nada. Después de todo: ¿Qué dirá la gente? ¡Ay si tuviera, ay si fuera…! 

Si hubiese reaccionado de esa manera, ¿dónde hubiera acabado el evangelio? ¿Y él? Quizás hubiera acabado en el trono de “Hombres, mujeres y viceversa”. 
En cambio vivió el silencio atrevido del desierto: cosas para gentes de corazón, de hígado duro, de ardiente pasión. 

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Pasada la primera tentación vino la segunda. La que hubiera podido lanzarlo hacia el Olimpo de los gigantes. Total, para la galería era él el Mesías: carisma, atractivo, inspiración poética y mirada de profeta, corteza de duro y encanto de noble. Conquistador de corazones, mago del alma, insobornable como hombre. Podía cambiar la historia a su favor, atribuirse todos los aplausos, robar la escena al Primo. Todos le hubieran creído. En cambio él, profeta de la amistad, aleja a todos de él y los une a Cristo: “He aquí el Cordero de Dios”. Y mientras todos huyen de él -parece que en todo tiempo y lugar a la gente le guste subirse al carro vencedor- su corazón está alegre porque se ha realizado como hombre: él tenía que preparar el encuentro. El Otro tenía que pasar por delante e invitar a los demás al seguimiento. Dos tentaciones superadas y el Bautista, el hombre de los tiempos equivocados, se convierte en el hombre justo en el tiempo puntualísimo, aquel que está grávido de salvación. Es el Primo quien se saca el sombrero frente a aquel gesto. “¿Qué habéis salido a ver, un profeta? Sí y os digo, más que un profeta.” No hay un reconocimiento más hermoso en toda la Escritura: Jesucristo recoge el manto del amigo Bautista y lo exalta porque más que la forma ha guardado la sustancia. Ha preferido la humildad al obsequio fácil. La simplicidad a la diplomacia. Una cabeza cortada al silencio mezquino. Uno ha preparado, el Otro ha cosechado. Ambos sin celo y sin recelo alguno entre las gestas de sus corazones.

Al Bautista le tocó allanar el camino, ser la voz de la Otra Voz, cargarse a hombros aquella gente que lo creía el Cristo. Le ha tocado en suerte dejar la cabeza como prenda, cabeza que caerá macabra y oscura en la bandeja de una apuesta. Al Primo le ha correspondido el resto: sobre los mismos caminos unirá el Cielo con la Tierra, narrará lo inaudito de un Dios festivo, ensanchará los horizontes de casa de la gente de Palestina. El depósito del primo (jamás restituido) fue la cabeza. El suyo, el cuerpo entero. Al Bautista una bandeja, a Él una Cruz. En medio el sabor de una amistad amable y sin celos. Dos historias que han cambiado el mundo. Apreciándose y respetándose. 

Francesc M. Espinar Comas 
Párroco del Fondo de Santa Coloma de Gramenet

La mujer del sacerdote (I)

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(Extracto de mi autobiografía: “Un sacerdote de la herradura”)
Pepi , mi madre convaleciente, ayer tarde
Que nadie se asuste ni se escandalice. Especialmente aquellos lectores que por un cierto espíritu de mojigatería aunque tenue, se escandalizaron porque llamé a la Virgen, en la Glosa de la Inmaculada del pasado domingo, sensual y sensata.  

Estos días me he llevado a casa a mi madre. Estoy cuidando de ella, junto a una chica hondureña que es un sol de mujer, y permanece junto a ella todas las horas que por mi ministerio no puedo quedarme en casa. La enfermedad sin ser terminal, requiere de extremos cuidados y atenciones. Pueden imaginarse la situación de una mujer activa y con la cabeza lúcida: hasta hace un mes y medio era autónoma (no indepe) y hacía y disponía a voluntad. Tiene 82 años y a esa edad una caída puede ser letal. No lo ha sido, pero tiene el húmero roto en la coyuntura con la clavícula y costillas y coxis fracturados. Arrastrando una anemia debido a una hernia epigástrica y a que por decisión propia ha rechazado una intervención quirúrgica. Quizás una prudente decisión. Sólo Dios lo sabe.  

La relación con mi madre a lo largo de la vida ha sido a la par maravillosa y tensa. Quizás nos asemejamos demasiado. He asentado en estos días de manera más consciente la convicción de que después de la Virgen, la Mareta del Cel, la mujer más importante de mi vida ha sido, es y será mi madre. Y sin duda ha de serlo para cualquier sacerdote. Un día un amigo y compañero de Seminario, que lo es desde que teníamos ambos 17, años me dijo con franqueza: “Francesc, tú no tienes una madre, tú tienes un sargento de artillería”. Con los años, este buen amigo fue comprendiendo el porqué de ese carácter resolutivo y enérgico de mi madre. Hoy quiero relataros la historia de mi madre. Relato que ya forma parte de los primeros capítulos de mi autobiografía que, como ya sabéis, llevará por título “Un sacerdote de la herradura”. 

Empecemos por la estirpe familiar. Espero no aburriros, todo lo contrario. Es importante conocer el marco contextual de un asunto, el sitz im leven que llaman en alemán, para conocer en profundidad las cosas y las personas.

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Arlequín (izquierda) y Pierrot (derecha)
Los abuelos paternos de mi madre eran Vicente Comas Carretero (nacido en el antiguo municipio de San Martín de Provençals, agregado posteriormente a Barcelona, hijo de padres castellonenses emigrados a la Ciudad Condal para trabajar para la Exposición Universal de 1888, en concreto de Vinaroz) y Joaquina López Bort, nacida en el barrio de Horta, también antiguo municipio del Llano de Barcelona agregado a la capital. Vicente empezó a trabajar como aprendiz textil a los 14 años en “Hilaturas Fabra y Coats” de Sant Andreu de Palomar (fábrica llamada popularmente“Ca l´Alzina” o Can Mamella) allí permaneció toda la vida hasta que murió. La yaya Quimeta, siendo hija de Horta, barrio famoso por sus fuentes y lavaderos, desde los 12 años hasta que se casó hizo de lavandera: todos los días lavaba y planchaba (a carbón) la ropa de los señores de la burguesía barcelonesa del Ensanche e iba y venía a pie, junto a otras lavanderas (7 km de bajaba y 7 de subida, cargando la colada en un carro con un borrico). Al contraer matrimonio, Vicente y María se establecieron en el barrio de Can Porta, a unos 200 metros del Cementerio de Sant Andreu. Vicente siguió en la fábrica; pero antes compraron un pequeño terreno con una casita para vivir y para que la yaya Quima pudiera sembrar plantas y venderlas a la puerta del cementerio. Entonces la gente humilde más que flores solía llevar plantas al camposanto: pensamientos y caléndulas. El abuelo Vicente, como buen hijo de valenciano, elaboraba pólvora en casa para fuegos artificiales y tocaba el acordeón en los teatrillos de barrio y en las fiestas de calle vistiéndose de “Pierrot”, personaje clásico de la “Comedie Italienne” francesa junto a Arlequín. Razón por la cual a la familia Comas se nos sigue conociendo como los de Cal Pierrot. 

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Obrador de alpargatero
Los abuelos maternos de mi madre fueron Alfonso Andreu Catalán, nacido en Zucaina (había sido el sacristán de la parroquia)  y María Rosa (aunque se hacía llamar Candela) Calpe Sacristán nacida en Campos de Arenoso, ambos municipios de la provincia de Castellón, comarca del Alto Mijares. (Campos desapareció siendo inundado al construirse el Embalse de Arenoso en el inicio de la década de los 70). Mis abuelos, como tantos otros emigrantes castelloneros y turolenses, llegaron a Barcelona justo iniciado el siglo XX para trabajar, Abrieron una alpargatería en la calle Gerona, residiendo en la Calle Riera de Sant Miquel en el barrio de Gracia. Allí nacieron sus 6 hijos. El yayo Alfonso, con unas manos de oro, hacía alpargatas de esparto cuando la mayoría de obreros no podían comprar zapatos, siendo famoso por ellas en todo el barrio. Un vez los zapatos fueron ya de uso común, tuvo que cerrar la tienda. También el pisito de Gracia y trasladarse como porteros de un edificio de la misma calle Gerona. Pero mantener a tanto hijo, siendo insuficiente el mísero sueldo como porteros, tuvo que buscar algún empleo más sólido. Uno de los clientes que trabajaba en los Ferrocarriles del Norte de España (después RENFE) le consiguió empleo de guardagujas en el paso y cambio de vías de Sant Andreu, con derecho a vivienda y pequeño huerto de cultivo (la viña, lo llamaba). Y cap a Sant Andreu falta gent! Todos en tropel para allá con un carro tirado por una mula cargado de hijos y cuatro enseres (y sobre todo la estaqueta, el caballete y la aguja de rempugo de buen alpargatero valenciano.
Fachada principal de Hilaturas Fabra & Coats y salida de turno de faena
Pero no nos vayamos por los cerros de Úbeda, que si no, no llegaremos al corazón del asunto. Porque de aquellas dos familias, los Comas y los Andreu, nacieron mis abuelos maternos Esteban y Carmen. Esteban, el único hijo varón vivo de los Comas, pues Vicente su hermano mayor había muerto de una pierna gangrenada por un grano, era un chico alto, espigado como una lechuga, moreno como un gitano, castaño muy claro tirando a rubio y de ojos de un azul intenso. Todo lo contrario de mi abuela Carmen, de tan baja estatura que su padre la llamaba “remenudeta”. Como era de esperar, mi abuelo Estevet a los 14 años entró a trabajar en las Hilaturas Fabra y Coats, que no distaban de su casa más que unos 300 metros. Había nacido en la Calle Mir de Sant Andreu. 

Mi abuela en cambio, fue “donada” (así se decía entonces) como minyoneta (criada) a los 10 años a unos señorones barceloneses que tenían una lujosa mansión modernista en Castellterçol. Allí pasó 4 años comiendo poco y trabajando mucho: la señora, incluso en invierno, le hacía lavar la ropa en los lavaderos del exterior (l´eixida) teniendo antes que romper el hielo con una piedra para poder llegar al agua de la pila. Ya os podéis imaginar los sabañones con los que tuvo que convivir toda su niñez. Llegando a los 14 años, mis bisabuelos la reclamaron para bajar de nuevo a Sant Andreu (Bcn) y trabajar en una parada (puesto) del Mercado: en una bacallaneria (Pesca Salada). Allí, vendiendo, conoció a mi abuelo Esteve, que al salir del primer turno (de 6 de la mañana a las 2 de la tarde) se solía dar a veces el capricho de comprarse un cucurucho (paperina) con migas de bacalao seco y sin desalar. La Carmeta se fijó muy bien en él. Medía  1.92 cm. Mientras ella no superó el 1.54 cm. El punto y la i, vaya. Pero era simpática, trabajadora y decente, no como las pilinguis de mucho porte que le tiraban los tejos al Esteve mientras actuaba con el yayo Alfonso en los “casinets” (locales de cine, canciones, varietés y baile) de los barrios del Llano de Barcelona. Entretanto mi abuelo a los 18 años cumplió el servicio militar, y con la firme decisión de no pasar toda su vida en la fábrica, se enroló en el Ejército. Junto a ese motivo, se añadieron dos más: su amor por los caballos y la reciente inauguración del Cuartel de Bailén en el mismo barrio que lo vio nacer. 

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Cuartel de S. Andrés, en fase terminal.
Al fondo la cúpula de la parroquia
El cuartel de Bailén o de San Andrés fue construido a fin de reunir todos los servicios de artillería trasladados por la enajenación del cuartel de las Atarazanas. Alojaba  al 8º regimiento de artillería ligera, al 4º regimiento de artillería de a pie, el Parque regional de artillería y la Inspección General y Reservas. Acabó siendo Capitán de Artillería. La única foto que conservamos de él con uniforme de gala a caballo lo presenta con un porte caballeresco (nunca mejor dicho) imponente. Vistas las cosas y tras los prescriptivos años de noviazgo, mis abuelos contrajeron matrimonio el 16 de julio del 36 en el Ayuntamiento del Clot. Todas las iglesias de Barcelona estaban quemadas y arrasadas y el culto perseguido. Esos matrimonios civiles fueron sanados canónicamente acabada la guerra. Alquilaron un pisito en la calle Sant Josep de Sant Andreu, junto a la placeta d´En Brossa. Hay que saber que con la agregación del antiguo municipio al de Barcelona, las calles homónimas cambiaron de denominación: esa en concreto pasó a llamarse “de Recesvinto”, el rey visigodo  al que tanto acabaría pareciéndose en su carácter mi madre. Pero no divaguemos. El sábado 18 de julio se produjo el Alzamiento Nacional y los soldados, suboficiales y oficiales fueron llamados al acuartelamiento. El General Batet hizo que el alzamiento no triunfara en Cataluña. Fueron diversos los destinos del Capitán Comas, que no es lugar éste para detallar. Lo que sí es importante es que mi abuela se encontraba sola y embarazada aquel día 25 de julio del 37 durante uno de los tantos bombardeos aéreos de Barcelona. El polvorín de Artillería del Cuartel de San Andrés o de Bailén fue uno de los objetivos de los bombardeos. Todos los que pudieron, huyeron hacia Torre Baró en la estribación norte de la cercana Sierra de Collserola. Mi abuela no pudo: su avanzadísimo embarazo se lo impedía.  Diez días permaneció aguantando el estallido de morteros y metralla, hasta que el 3 de agosto nació mi madre, cortando mi abuela el cordón umbilical con los dientes y amamantándola para que sobreviviera. Este fue el inicio de una vida de luchas, sacrificios, penalidades y tristezas. Las que tantos españoles pasaron en la guerra pero especialmente en la posguerra. Ella ha convivido durante toda su existencia con aquellos recuerdos traumáticos que han forjado su carácter.
Fossar de la Pedrera en la montaña de Montjuich (fotos de 1976 y 1994)
Apenas mi madre cumplió un año, el 25 de julio del 38, el capitán Comas fue movilizado a la zona norte del frente del Ebro, muy cerca de Mequinenza. Allí fue herido gravemente de metralla e ingresado en el Hospital de Campaña de Tamarite de Litera, donde ni corta ni perezosa se dirigió mi abuela con la pequeña Pepi a cuestas para visitar a su esposo y consolarlo con la presencia de su hija. Para mi abuela fue una experiencia muy impactante visitar el frente de guerra. Volvió contenta y esperanzada de que aquella guerra acabaría pronto y su Estevet volvería a casa. Si había salido de aquélla, volvería sano y salvo. Y así fue. Regresó a casa con la caída de Barcelona (Liberación) el 27 de enero del 39. Mucha gente manchada con la política o con crímenes de sangre, huían hacia Francia por la Junquera. Mi abuelo, aunque muchos se lo aconsejaban, no quiso marchar: no podía abandonar a mi pobre abuela y a su hija, mi madre. Convencido de que únicamente había cumplido con su deber como oficial de la República, sin las manos manchadas de sangre por crímenes infames en la retaguardia, permanecía en casa, a la espera de que la fábrica pusiera los telares de nuevo en marcha después de la colectivización de la empresa por los comités de la FAI. Olvidó algo trivial pero decisivo: que a los 14 años, como todos los obreros textiles de Can Fabra, se había afiliado al sindicato mayoritario, la CNT. Un vecino de su misma calle lo denunció (¡valiente denuncia!) y vinieron a apresarlo llevándole a la prisión militar del Castillo de Montjuich, a la espera de juicio. Mi yaya Carmen, que había quedado embarazada al poco de su regreso, subía todas las veces que podía a visitarle y llevarle lo poco de ropa y comida que podía conseguirle. El jueves 24 de octubre, a su llegada a Montjuich, las autoridades carcelarias le comunicaron que el capitán de Artillería Esteban Comas había sido fusilado tras juicio sumarísimo con honores militares. Su cuerpo fue enterrado en el Fossar de la Pedrera de Montjuich, junto a los demás ajusticiados por el Tribunal Militar, en lugar indefinido, únicamente con una cruz blanca, sin nombre ni identificación. Mi abuela, mientras tuvo capacidad, subía a Montjuich cada año para dejar un ramo de flores sin saber con certeza cuál era la tumba donde descansaban los restos mortales de su esposo. Muchos años más tarde, hacia los años 90, la multitud de cruces fueron retiradas y se erigieron sendos monolitos con los nombres y apellidos de todos los allí sepultados. 

El mismo día 25, al bajar desconsolada de Montjuich, e ir a coger el tranvía en la parada de Plaza Palacio que la llevaría de regreso a casa, del disgusto rompió aguas, naciendo a las pocas horas mi tío y padrino, al que se le impuso el nombre de su padre. La yaya Carmen y sus hijos abandonaron el domicilio conyugal y volvieron al entonces domicilio paterno, en la casilla de la Renfe, donde fueron creciendo sus hijos, entre penurias económicas, enfermos de tuberculosis y defunciones, duros trabajos y la relativa suerte de que los estraperlistas de Barcelona que iban en tren con viandas del mercado negro, al ver a la pareja de la Guardia Civil en el control de entrada a Barcelona, arrojaban los sacos por la ventanilla. Era entonces cuando mi madre, con no más de 4 o 5 años, corría con su pequeño delantal a recoger entre las vías los garbanzos o alubias entre la grava y las traviesas del ferrocarril. 
 A los 8 años, huérfana de guerra, hija de militar aunque fuese republicano, comenzó sus estudios en el “Colegio Codolà i Gualdo” situado en la famosa Casa Bloc, de los arquitectos Sert, Torres Clavé & Subirana del GATCPACinaugurada en 1932, e incautada por el Ejercito para Residencia de las familias de militares y miembros de la Policía Armada (sic). Allí, junto a las religiosas trinitarias y unas profesoras de una labor docente encomiable, pertenecientes al recién creado Cuerpo de Maestros Nacionales, mi madre pasó sus años escolares. Cantando en el Coro de la Capilla y aprendiendo tantas y tantas cosas. De una memoria prodigiosa, fue destacadísima alumna, formando parte también del grupo de teatro escolar. Hubiera tenido un gran porvenir académico, si no hubiese tenido que abandonar el colegio a los 14 años; y como era de esperar, empezar a trabajar en la fábrica. Pero en esta ocasión, en la recién creada empresa textil “Hilaturas Hnos. Humet”. Después del turno laboral (de 6 a 14h), hacía horas extras para poder pagarse un suplemento de formación en la también recién creada “Academia Cultura” en la Calle Mayor de San Andrés, de propiedad de diversos ciudadanos alemanes refugiados en España, sobresaliendo en Mecanografía, Taquigrafía (sistema Garriga), Contabilidad y nociones de alemán.  Lo normal para las chicas en esa época (menos lo del alemán, claro) Estamos ya en su juventud; pero esa parte de la historia merece un nuevo capítulo. Acabaré de este modo, esbozando la personalidad de mi madre, la mujer más importante de mi vida. Sin duda la de mayor influjo en mi personalidad.
(continuará)
Mn. Francesc M. Espinar Comas
Párroco del Fondo de Santa Coloma de Gramenet

En Germinans también somos dolços

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Acabo de leer el libro “Dolça Catalunya”, publicado por Libros Libres, la editorial comandada por Álex Rosal. El libro es un maravilloso compendio de las ideas que han venido reflejándose en el blog de idéntico nombre, escrito con la misma brillantez, sarcasmo y cierta desfachatez. Al igual que el digital, el éxito de su distribución está sorprendiendo a la propia empresa: las dos primeras ediciones se han agotado en pocos días. No en vano, se refiere a un portal que tuvo 8,2 millones de visitas en noviembre de este año, con un canal de Youtube con 118.000 suscriptores que supera los 100 millones de visionados, con algunos videos que han alcanzado los 5 millones de reproducciones. 

Un fenómeno insólito que merecía la empresa de quedar plasmado en un libro. Libro que goza de la misma frescura y sentido del humor que la inmensa mayoría de las páginas del blog. Porque esa es una de las mayores aportaciones de Dolça Catalunya: combatir el nacionalismo, a veces con ironía y a veces con humor negro y provocar la sonrisa o la carcajada en el lector. Frente el semblante triste, taciturno, hosco, incluso feo de la mayor parte los nacionalistas, que pregonan una revolución de las sonrisas, en la que insólitamente no ríe nadie; los dolços aportan joie de vivre, socarronería y mordacidad. En suma, como en los espejos cóncavos y convexos del Callejón del Gato de Valle Inclán se ridiculiza al independentismo mostrando su esperpéntica faz. Incluso ha creado un lenguaje propio en el que abundan los dolços, los forcos, los lazis, el catalanizador de apellidos, los xurros grocs, etc. Todo ello escrito en un bilingüe perfecto, tan original como provocador. La misma facilidad con la que se pasa en la calle del catalán al castellano.

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Otra de las originalidades del blog es que está escrito por católicos y nos lo suelen recordar constantemente. Junto a las entradas que nos recuerdan las insensateces del nacionalismo catalán, no es raro encontrar otras entradas que nos recuerdan la festividad cristiana del día o tal acto religioso a celebrar. Y siguiendo la técnica del Callejón del Gato nos muestran los descosidos de esa parte de la Iglesia en Cataluña propagandista del procés. En el propio libro se le ha dedicado un capítulo titulado “El nacionalismo seca el alma”, en el que se hace especial incidencia en esa “Escola Cristiana”, eternamente capitaneada por el jesuita Enric Puig y su lugarteniente Carles Armengol. El buque insignia de la Iglesia en Cataluña, donde no se consigue vocación religiosa alguna pero sí creyentes irreductibles de todos los mantras del nacionalismo catalán.  Esa pátina católica ha molestado a algunos oídos progres. De aquellos progres todavía no contaminados por el independentismo. Pero el éxito del blog ha sido de tal envergadura que las críticas se han tenido que hacer con la boca pequeña. El fenómeno dolço ha podido con todo.

Como no podía ser de otra manera, en Germinans también somos dolços. Es más, tenemos muchos puntos en común. Salvo los articulistas. Ningún dolço ha escrito en Germinans, al igual que ningún germinante ha escrito en Dolça Catalunya. A pesar de las alucinaciones de algún libelo. Pero nuestros orígenes son muy similares. Somos dos páginas disidentes: nosotros contra el nacional-progresismo eclesial y ellos contra el mundo indepe. También empezamos embozados, nosotros con pseudónimos y ellos de forma anónima. No solo por el miedo a las represalias, sino porque el morbo alimenta la curiosidad. Saber quién hay detrás de Germinans o de Dolça Catalunya han sido dos de los deportes favoritos del país petit. Las represalias llegaron en forma de juicio, aquél en el que el canónigo Arenas afirmó que “se trataba de acabar con esto de una vez”. El juicio lo perdieron con tal rapapolvo del Juez que ni tan siquiera se atrevieron a recurrir la sentencia. No solo hubo juicios, sino páginas “ad hoc” y una sección en una web parroquial exclusivamente dedicada a nosotros. La de aquel Mn. Moretó que dijo que publicaría una entrada mensual contra nosotros hasta que cerrásemos la página. ¡Hace un año que no publica!

Asimismo, ambos portales nos hemos distinguido por la causticidad e incluso ciertas dosis de vitriolo. Dos portales católicos con ganas de pasárselo bien. Esa ha sido su gran sorpresa. Esperaban una página rancia y gazmoña y se encontraron con Germinans. Esperaban una página apocalíptica y angustiada y se encontraron con Dolça Catalunya. Como les digo a muchos compañeros de este portal. “No sé si conseguimos algo, pero por lo que nos reímos y lo bien que lo pasamos ha valido la pena”. 

Oriolt

Jordi Bertomeu: la relación entre el celibato y los abusos de menores

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De 2001 a 2019, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha tratado unos 6.000 casos de abusos sexuales de menores cometidos por clérigos, es decir, aquellos que han sido denunciados por las víctimas ante las Autoridades religiosas. Se trata de casos que habrían sucedido en los últimos 50 años referentes a los delicta graviora: uno de los delitos más graves que pueden cometerse en la Iglesia.

Una grave crisis eclesial
6.000 casos son muchos, un número excesivo que nos avergüenza como cristianos y particularmente como sacerdotes. Pero si comparamos estos números con los que ofrecen las instituciones estatales, los casos de sacerdotes pedófilos serían menos del 3% de los denunciados ante las autoridades civiles. Habría que considerar también que el número de sacerdotes en todo el mundo está en torno a 466.000 (diocesanos y religiosos) además de diáconos y obispos.


Por un lado, tales datos estadísticos, sencillos y hasta cierto punto incorrectos, pues ninguna institución estatal o eclesial cuenta con datos estadísticos conclusivos, no permiten sostener ciertas afirmaciones destinadas a provocar el pánico social y el descrédito de la Iglesia, estigmatizando injustamente el grupo social de los clérigos.
 

En las últimas dos décadas, hemos asistido con dolor, particularmente en algunas regiones del orbe católico, a un trato indigno, impropio, desconsiderado y hasta vejatorio de los sacerdotes por el solo hecho de serlo. Algunos medios de comunicación han tratado en modo irresponsable el fenómeno de los delicta graviora con menores. De hecho, no han considerado que promover la persecución indiscriminada del grupo social de los clérigos o la desconfianza hacia cualquier sacerdote por el mero hecho de serlo solo contribuye al incremento del descrédito de otras instancias rectoras en la sociedad como el de los políticos, economistas, financieros y banqueros, militares y hasta los mismos comunicadores y periodistas.

Los ciudadanos maduros y responsables se niegan a dejarse manipular impunemente y saben distinguir el caso particular del general: la existencia de un clérigo pedófilo no implica necesariamente que los sacerdotes y diáconos de mi parroquia, del centro de Cáritas de mi ciudad o del colegio de mis hijos, no sean fieles a sus promesas sacerdotales, particularmente la del celibato vivido en castidad perfecta. Además, si el 73 % de los abusos sexuales de menores parecen darse en el ámbito familiar (Francisco, Discurso final, Encuentro La protección de los menores en la Iglesia, 24-II-2019, nota 6), no por ello se puede afirmar que “ser padre o ser madre predispone al abuso”.  Tales casos suelen ser muy mediáticos a causa del rol social de los implicados, pues los clérigos se presentan como instancia social moralizante. Por ello, principalmente porque se trata de una cuestión de justicia con las víctimas, pero también por el escándalo que provocan tales casos, la Iglesia tiene un grave deber de gestionar correctamente la actual crisis de los abusos, aplicando con severidad las normas emanadas por el Supremo Legislador al respecto.

Pero esta actuación sería absolutamente insuficiente si no se implementasen todas aquellas decisiones necesarias para prevenir tales casos. Ante los datos escalofriantes que nos proporcionan instituciones públicas respetables en esta materia (por ejemplo, según el ICMEC, uno de cada diez niños sufriría abusos sexuales; según UNICEF, en un estudio realizado en 28 países emergía que nueve de cada diez muchachas han sido forzadas a mantener relaciones sexuales con alguien de la familia), la Iglesia tiene el deber de proteger a los más débiles y, por tanto, de ser un espacio absolutamente seguro para la infancia y la juventud.

Sacerdotes bajo sospecha
Aunque por desgracia, en todas las clases sociales, profesiones, grupos étnicos y, por supuesto, religiones, se da el fenómeno de los abusos de menores, los sacerdotes católicos son vistos o incluso son tratados cada vez más como “sospechosos” de haber cometido este horrible delito. Algún sacerdote me ha narrado que le es muy difícil caminar con el alzacuellos por algunos barrios de su ciudad. Lo mismo me ha ocurrido al llegar a un determinado aeropuerto, durante una misión oficial: observé con estupor que el uso allí del traje clerical comportaba ser identificado como perteneciente a un grupo social tendencialmente peligroso: junto con mi acompañante, arzobispo, no solo fuimos interrogados con más insistencia que otros turistas allí presentes, sino que incluso fuimos sometidos a un chequeo telemático más exhaustivo, por si tenía antecedentes penales.

Entre la negación y el alarmismo, es necesario que todo el pueblo de Dios asuma como tarea prioritaria la gestión del problema de los abusos sexuales de menores cometidos por clérigos así como su prevención, sin temor a plantear ninguna pregunta, por espinosa que sea. Retomando un estudio de T. Plante, creo que sería conveniente abordar sin acritud ni posturas ideológicas, sino con equilibrio y decisión, la cuestión del celibato en referencia a los abusos sexuales cometidos por clérigos.

El celibato de los sacerdotes, ¿causa del problema?
No hay ninguna evidencia que el celibato sacerdotal cause directamente alguna adicción sexual desviada, tal como demuestran aquellos casos de hombres o mujeres que, por circunstancias de la vida deben vivir como célibes.

Además, el celibato nunca ha sido considerado como un parámetro relevante para identificar a los abusadores. Más bien, la mayor parte de abusadores son hombres casados.Los sacerdotes, hombres mayoritariamente célibes (si se excluye a los sacerdotes católicos de rito oriental y otras excepciones, como los sacerdotes del Anglicanorum coetus, ex pastores protestantes) se suelen caracterizar y se recurre a ellos, precisamente, por su equilibrio psicológico, por su disponibilidad y entrega desinteresada a todos, no solo a los fieles católicos.

Haciendo de su vida un don absoluto con un corazón indiviso, viven con más radicalidad el mandato del amor cuando tienen que lidiar con situaciones adversas, particularmente en nuestras sociedades occidentales secularizadas. Se puede afirmar sin ningún género de dudas que la mayor parte de sacerdotes son gente equilibrada, feliz en su entrega incondicional, perpetua y, sobretodo, libre de toda atadura social o afectiva que le impida arrojarse con decisión a la misión.

El celibato sacerdotal, ¿factor de riesgo?

Según algunos, en una sociedad sexualmente desinhibida y erotizada hasta el paroxismo, con numerosos casos de adicción a toda clase de pornografía y desviaciones sexuales o parafilias, el celibato sacerdotal sería una opción de vida perniciosa. Según esta teoría, con una perpetua autocensura del deseo sexual, el sacerdote terminaría desarrollando problemas psicológicos relacionados con la inmadurez que, en algunos casos límites, derivarían en comportamientos pedófilos.

Sin embargo, los datos que ofrecen otras iglesias cristianas y no cristianas, sin ministros sagrados célibes, desmienten dicha afirmación. Así, por ejemplo, la Unity Church de Australia, con 240.000 miembros, sin jerarquía y con clero masculino y femenino casado escogido democráticamente, ha sido noticia recientemente por sus 2500 casos de abusos de menores. Tales datos contrastan con los de la Iglesia católica, con 466.000 sacerdotes y 6.000 casos denunciados ante la Congregación para la Doctrina de la Fe.

El celibato sacerdotal, ¿estilo de vida pernicioso?
El celibato asumido responsablemente como donación perpetua, no solo no es un estilo de vida pernicioso, sino que por su componente notoriamente ascético, constituye una lucha que acrisola los afectos y los sentimientos. Como tal, es una ayuda preciosa para la maduración de aquellos que han recibido la vocación ministerial sacerdotal.

El celibato convierte al sacerdote en un “atleta” de Cristo, entrenado a diario desde el seminario no para luchar inútilmente con las propias fuerzas, siempre limitadas, sino para ser consciente de la vida de Gracia que se desarrolla en él no obstante la propia indignidad y fragilidad. En un mundo mercantilizado, donde todo tienen un precio, el sacerdote se ejercita a diario en la entrega gratuita para decir a sus hermanos cristianos que todos somos un don de Dios, que lo verdaderamente importante no tiene precio, que la vida que merece ser vivida es la que se entrega con generosidad.

El celibato sacerdotal, ¿favorece los abusos?
Según una teoría hoy muy difundida, la ley del celibato aparecería en el s. XII para así controlar mejor la economía de las diócesis que, de otro modo, estarían en manos de familias “clericales”.

Los estudios históricos del cardenal A. Stickler o de H. Jedin han demostrado no solo el origen evangélico del celibato, sino su inmediato desarrollo teológico ya en padres de la Iglesia de la talla de Clemente de Roma e Ignacio de Antioquía, ambos del s. I. El canon 33 del Concilio de Elvira (s. IV), no inventa una “ley del celibato” hasta entonces inexistente en la vida de la Iglesia, sino que fue la respuesta a una necesidad de clarificar algunas situaciones de hecho surgidas tras la desorganización propia del tiempo de las recurrentes persecuciones martiriales. La posterior reforma gregoriana del s. XI y las disposiciones sobre el celibato del 2º concilio de Letrán (1139) tampoco se entenderían sin considerarlas como una vuelta a las raíces por fidelidad al Evangelio de Jesucristo.

Si la vivencia del celibato ha sido siempre contracultural, también lo es hoy aún más con independencia de la crisis actual de los abusos sexuales de menores cometidos por clérigos. Nuestra sociedad necesita muchos jóvenes que muestren a todos la bondad de vivir un amor verdadero, casto y libre. Vivir la consagración como “unción” y no simple “función” estimula a todos, particularmente a los que han recibido la vocación matrimonial, a entregarse sin desfallecer a pesar de las dificultades cotidianas. Los sacerdotes son llamados, por tanto, a entregarse con un amor totalizante para ser “signos” de un amor más real que cualquier utopía: al respecto, siendo la ordenación una entrega para toda la vida, ninguna iglesia, ni tan siquiera las orientales, casa a aquellos que ya son clérigos.

¿Impedimento para ordenar mujeres u hombres casados y así terminar con la pedofilia?
Con independencia de otras circunstancias y argumentos que han emergido en el reciente Sínodo para la Amazonia, en las últimas décadas se está abogando con una cierta insistencia en la necesidad de ordenar hombres casados o incluso mujeres para “normalizar” el sacerdocio en una sociedad democrática e igualitaria.

Particularmente, se aboga por poner fin al celibato masculino como factor clave en la lucha contra la pedofilia: esta presunta “normalización” de la vida del sacerdote acabaría presuntamente con los delicta graviora pues el sacerdote ya no necesitaría practicar sexo con menores. Esta conclusión no presenta ninguna conexión lógica con el problema que aquí tratamos: no hay ningún dato científico que demuestre que una vida matrimonial pondría fin al comportamiento desviado de estos pocos sacerdotes con este trastorno sexual (considerando además lo denigrante que resulta para muchos fieles considerar la vida esponsal como una terapia y no como una auténtica y propia vocación). Tampoco existe ningún dato científico que demuestre que los hombres pedófilos se controlan mejor en compañía de mujeres que, por otra parte, también pueden ser a su vez pedófilas (algunos sociólogos hablan del 25 % de los casos).



El celibato sacerdotal, ¿causa de homosexualidad y, por tanto, de pederastia?
Recientes datos estadísticos observados al tratar los diversos casos de abusos sexuales de menores, aún muy parciales y científicamente poco sólidos, permiten sin embargo alertar sobre el alto número de menores de sexo masculino abusados por sacerdotes (alrededor de un 80 %; insistimos, siempre según los escasos datos de los que se dispone en la Congregación para la Doctrina la Fe, la competente para tratar dichos delitos). Se habla incluso de tres veces más probabilidades de cometer el delito de pedofilia entre sacerdotes homosexuales.

Al respecto, ante algunas posiciones interesadas y fuertemente marcadas por una determinada posición ideológica ultraconservadora, hay que afirmar que no hay relación directa entre homosexualidad y pedofilia o entre esta última y un “estilo progresista” de clero. Desde un observatorio privilegiado como es ese Dicasterio, se puede afirmar que el fenómeno de la homosexualidad no entiende de estilos clericales, pues afecta tanto a sacerdotes de corte “tradicional” como a otros de corte más abierto o “progresista” (pese a lo desacertado de estos calificativos). Por otro lado, afirmar la conexión directa de la homosexualidad con la pederastia a partir de los datos antes subrayados, no solo comporta la comisión de una gran injusticia, sino la criminalización de una determinada identidad sexual.

Más bien, solo es posible afirmar que una cierta subcultura homosexual propia de algunos grupos clericales y presente en ciertos seminarios o noviciados, con la consiguiente tolerancia hacia los comportamientos homosexuales activos, puede llegar a derivar en la pederastia. Son situaciones que merecerían mayor atención por parte de los pastores, que cuentan con los medios pastorales y disciplinares para invitar con el ejemplo, la palabra e incluso la coacción a una vida casta que no suponga un peligro ni escándalo para el mismo sacerdote y para la Iglesia.

El celibato sacerdotal, ¿se “aprende”?
La crisis de los abusos sexuales cometidos por clérigos nos ha situado, en modo casi traumático, ante un gran reto formativo no sólo en los seminarios y noviciados, sino en los mismos presbiterios. Es necesario volver a plantearnos qué es y cómo vivimos el amor en nuestras vidas, del cual Dios nos colma o cómo lo debemos comunicar a los demás. Atentos a su llamada, pues nos promete fielmente, a pesar de nuestras infidelidades, aquella plenitud que el corazón anhela, deberemos también estar atentos a no ceder a los instintos, en un camino “de purificación y maduración, que incluye también la renuncia” (Benedicto XVI, Deus charitas est, n. 5). Para ello, sería necesario promover de nuevo y trabajar con atención hábitos sanos y equilibrados entre los seminaristas, novicios, diáconos y sacerdotes, en un estilo de vida masculino, recio y maduro, plenamente inserido en familias amigas, parroquias y movimientos.

Un clérigo maduro es, esencialmente, una persona libre, deseosa de hacer crecer armónicamente sus diversas dimensiones que lo constituyen: la intelectual, la espiritual, la afectiva y la social. En lugar de censurar el deseo, es una persona que se sabe capaz de amar y de permanecer en el amor, ascendiendo así, gradualmente, en un camino de perfección hecho de renuncia y curación. Por ello hay que privilegiar una formación integral que promueva la búsqueda apasionada de Dios (“el pastor bueno anclado en la contemplación”: san Gregorio Magno, Regla Pastoral, II, 4) sin olvidar la renuncia y el continuo don de sí hasta en las realidades más triviales del día a día.

Por otra parte, ante un mundo fracturado e individualista, el Obispo o Jerarca debería trabajar como gran prioridad pastoral la vivencia en su presbiterio de una espiritualidad de comunión sólida: más allá de una predisposición superficial a acoger a todos, se necesita un sacerdote capaz de vivir la soledad como momento de gracia y maduración, integrando la agresividad y manteniendo por largo tiempo relaciones sanas con gente adulta.

El celibato sacerdotal en el formando a la vida ministerial, ¿elemento clave en la prevención?
La lucha contra la pederastia no solo debería incidir en la gestión con severidad de los abusos sexuales ya cometidos. De hecho, esta lucha sería infructuosa si no se trabajase de manera particular en la prevención entre aquellos que se están formando para la vida sacerdotal.

En primer lugar, es necesario que los Ordinarios y Jerarcas se pregunten sobre el perfil del apóstol consagrado que sus Iglesias particulares e institutos de vida consagrada precisan en el futuro a medio y largo plazo: la actual escasez vocacional ¿consiente que se ordene a “cualquiera” que llame a la puerta? ¿No deberían ser aquellos hombres maduros que se caracterizan por ser “según el corazón de Dios”? Por otra parte, ¿no se debería ser más serios al escoger a los candidatos y a los que los formarán? ¿No se debería estar atentos a su evolución afectivo-sexual durante el tiempo de formación, incluso con exámenes psicológicos periódicos? Otro problema es el de los candidatos “transmigrantes”, es decir, las vocaciones sacerdotales que han sido expulsados de diversos centros de formación sacerdotales por su incapacidad de gestionar correctamente su afectividad y son de nuevo acogidos, por la escasez de vocaciones, en otros seminarios o noviciados.

Finalmente, habría que insistir en los candidatos al ministerio en su futuro rol público y social. Serán referentes morales y, por ello, deberán ejercitarse desde el primer momento de su formación en un gran autocontrol, con el objetivo de no escandalizar nunca o incluso alejar a nadie de la fe, el gran don que nos sostiene. 

“La inhumanidad del fenómeno a escala mundial todavía es más grave y escandaloso en la Iglesia, porque contrasta con su autoridad moral y su credibilidad ética. El consagrado […] se deja subyugar por su fragilidad humana o por su enfermedad, convirtiéndose en instrumento de Satanás” (Papa Francisco, Encuentro La protección de los menores en la Iglesia 24-II-2019).



Mons.Jordi Bertomeu Farnós – Sacerdote de la diócesis de Tortosa. Oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

*Escrito publicado en la Revista Palabra. Diciembre 2019

Los claretianos se han ido de Montgat

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El P. Ricard Costa-Jussà preside la Eucaristia de despedida de la casa claretiana de Montgat
Mientras los medios de comunicación locales de Lérida se hacían eco de otra Congregación religiosa que deja esa diócesis por falta de efectivos, concretamente las monjas de la Escuela Santa Ana, su obispo Don Salvador Giménez Valls, aparecía con cara de pepinillos en vinagre en una esquina de la mesa con los máximos mandatarios del museo leridano para lamentar la última decisión judicial (Y ya van... ni se sabe cuantas) que obliga a devolver los bienes artísticos originarios de Aragón a esa comunidad. Los dirigentes políticos del nacionalismo en el centro de la mesa y el obispo en un rincón, todo un símbolo del sometimiento eclesial catalán a los dictámenes de la Generalitat.

Es un buen ejemplo para demostrar que mientras la Iglesia en Cataluña se está hundiendo y muchas congregaciones van cerrando sus instalaciones y conventos, algunos obispos están más pendientes de otras cosas, en las que el nacionalismo y el amor a las cosas del terruño parecen mucho más importantes que el futuro de la Iglesia de Jesucristo, un futuro nada prometedor si nuestros prelados no cambian sus prioridades y su estilo de llevar estas Iglesias locales.

No es el único caso de congregación religiosa que cierra alguna de sus casas estos días, en un triste y preocupante goteo que parece no tener fin. Estos días por ejemplo hemos tenido un caso que me ha dolido especialmente y es el cierre de la casa que los claretianos tenían en Montgat. Allí había estado uno de los pocos religiososo Hijos del Inmaculado Corazón de María más ejemplares en una Congregación a la deriva, me refiero al ya fallecido (RIP) P. Agustí Miarnau, con tan solo 63 años, y al que ya dediqué un escrito cuando el pasado mes de junio, el Señor lo llamó a su Reino, un claretiano con sotana, una gran excepción entre los actuales hijos de San Antonio María Claret.

El ya fallecido y añorado P. Agustí Miarnau CMF
La muerte del P. Miarnau ha precipitado ese cierre. él era el joven en esa comunidad, ya que los otros tres religiosos eran muy ancianos, así que no ha quedado otra que el repliegue, se cierra así una casa emblemática por la que han pasado como responsables los más importantes pesos pesados de los claretianos catalanes como el P. Jaume Sidera (autor de la traducción catalana de unos de los nuevos testamentos más populares), P. Emili Roura, P. Josep Armengol, P. Josep Borruel, P. Jordi Alsina, P. Salvador Solà. P. Jordi Marimon, P. Pere Codinachs, P. Ramon Olomí y P. Ramon Caralt.

La ceremonia de despedida fue presidida por el actual Provincial P. Ricard Costa-Jussà, que es uno de los más jóvenes, aunque ya con cabeza calva y barba blanquezina, y que no es de lo peor, incluso presidió la celebración con casulla, algo poco habitual en los claretianos catalanes. También concelebró el ex-presidente de la URC (Unió de Religiosos de Catalunya), el también claretiano P. Màxim Muñoz, un independentista nacido en Zarza Capilla (Badajoz) bastante más mayor que Costa-Jussà pero sin una sola cana (misterios de la naturaleza o de los tintes).

Unos 15 claretianos participaron de la Santa Misa, acompañados de un pueblo fiel de unas 60 personas, francamente me parece muy poca asistencia después de 80 años de presencia en esta localidad. No parece que se les va a echar mucho de menos, si en una ceremonia de despedida que debería ser multitudinaria, aunque sólo fuera por quedar bien, hay tan escasa presencia.  Un final triste para una casa en la que se han hecho cosas buenas, aunque la mayoría en otros tiempos, algo ya lejanos, cuando aún se mantenía el espíritu del fundador y eran apreciados por su labor y sus buenas obras.

Este es el pan nuestro de cada día, cierres y repliegues, y los pocos que van quedando cada día más ancianos y sin vocaciones. Pero en la mayoría de los casos no hay examen de conciencia ni reconocimiento de los muchos errores que se han cometido. Morirán con las botas puestas, fieles a sus principios caducados del post-concilio más alocado, y mientras puedan a firmar manifiestos por la independencia y a participar de actividades del nacionalismo militante. Muy triste, pero esa ha sido su elección y ese va a ser su final.

Antoninus Pius

Una vida de servicio a la lengua catalana

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La de Mn. Albert Palacín
Mn. Albert Palacín recibe un homenaje al despedirse de Montblanc en 2015
El pasado domingo, por circunstancias puntuales fui a una iglesia no habitual a participar de la Eucaristía Dominical, al salir, me di cuenta de que en las mesas del fondo del templo tenían la publicación Catalunya Cristiana, como hacía tiempo que no la leía decidí cogerla y pagar religiosamente mi curiosidad. Luego le di una ojeada antes de llegar a casa, ya que mi señora esposa ya me tiró por la cabeza en otra ocasión la publicación al grito de "Aquí no me traigas publicaciones independentistas".

Y en cierta manera mi mujer tiene razón, porque por lo que comentan mis compañeros y buenos amigos de Germinans, es habitual encontrar una buena dosis de adoctrinamiento nacionalista en sus páginas cada semana. En ese número sinceramente no encontré demasiadas alusiones políticas, cosa que me alegra, pero hay un artículo de cuatro páginas que me chirrió enormemente su titular: "Una vida al servicio a la lengua catalana", se refería a la trayectoria del sacerdote de la diócesis de Tarragona Mn. Albert Palacín, con 57 años a sus espaldas de ministerio ejercido.

Y digo que me chirrió, porque que se diga de un sacerdote que su vida ha sido de servicio a la lengua catalana me parece impropio. Se supone que un sacerdote se consagra a Dios, a la Iglesia y a sus hermanos en la fe, es evidente que puede dedicar parte de su tiempo a sus aficiones, o su carisma personal, pero el titular da a entender que su vida ha sido dedicada prioritariamente a ese menester y eso no me parece coherente con la vocación sacerdotal.

No conozco de nada a este sacerdote, por lo que no puedo hablar de él, ni bien ni mal, a lo mejor ha sido y es un excelente ministro del Señor, pero el titular se presta a una interpretación poco edificante de lo que tiene que ser un clérigo católico. Y rápidamente se me vienen a la cabeza ejemplos de sacerdotes, religiosos y religiosas que conozco bien, y que han convertido su vida en un ministerio al servicio de la "nació catalana" y de aquellos que comparten su ideario independentista, dejando en la cuneta y a veces con verdadero desprecio a aquellos que no compartimos esos ideales.

Mn. Palacín no sólo se dedicó a enseñar el catalán
Leyendo el reportaje sobre este sacerdote, me he dado cuenta de que además, sin quererlo, desmitifica uno de esos mantras del nacionalismo catalán y es que en tiempos de Franco no se podía hablar en catalán, y ya no hablemos de que se enseñara públicamente esa lengua en las escuelas. Porque Mn. Palacín daba clases de catalán en 1966. Sí lo han oído bien, fue en el colegio Virgen de la Merced de Montblanc, y el sacerdote explica que nunca tuvo ningún problema por ello. Es decir que nunca se le indicó que no tenía que hacerlo y él mismo reconoce que nunca hubo censura a su actividad docente de enseñar la lengua catalana. Y lo hacía utilizando como herramienta básica la gramática "Signe" y también les "Trameses", editadas en Reus en 1966. Sí, como lo oyen los libros en catalán también se editaron en la época franquista sin ningún problema.

La misión de enseñar el catalán en esa escuela la recibió del que era su director, nada menos que Mn. Joan Martí Alanís, que después sería obispo de Urgel y copríncipe de Andorra. Mn. Martí fue nombrado director del colegio en el año 1957 por decisión del cardenal Benjamín de Arriba y Castro, nada sospechoso de nacionalista catalán. Cuando Mn. Palacín llegó a Montblanc, el director le dijo: "Mira Albert, tu te encargarás del dibujo y del catalán".

Y ahí nace la dedicación de Mn. Palacín a la enseñanza de la lengua catalana, en pleno gobierno del Generalísmo. Así que como se dice en muchas ocasiones "No hay mal que por bien no venga", y gracias a Catalunya Cristiana, quien me lo iba a decir, tengo argumentos para enseñar a aquellos que educados en la Cataluña pujolista y post-pujolista, creen que eso era imposible.

Francisco Fabra

La Glosa Dominical de Gérminans

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ELLOS TRES: UN TRÍO ATREVIDO 
Tres troncos de madera y serrín aún en el cepillo, la melodía de una vieja nana: para hacer la mesa se necesita madera, para hacer madera es necesario el árbol, para el árbol se necesita la semilla, para la semilla el fruto, para dar fruto es necesaria la flor. En resumidas cuentas, para hacer una mesa se necesita una flor: y la flor es símbolo de belleza. 
Estamos en Nazaret, las primeras luces del alba en la carpintería de José: sangre noble, oficio humilde, corazón enamorado. La descendencia le imponía una memoria: “He aquí que la Virgen concebirá y dará a luz un hijo: se llamará Emmanuel, que significa Dios con nosotros”¿Quién sabe qué rostro tendrá la Virgen?: desde hace siglos ha sido motivo recurrente en el pensamiento, en la imaginación y en la espera profética. Él está enamorado, loco por aquella joven silenciosa y trabajadora: ningún eco de su hermoso nombre en la aldea, ningún signo que trasparentase el misterio de una belleza celosamente guardada. Ella se llama María, él se llama José: juntos se llaman con las sílabas pobres del amor noble. 
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José se sienta en la rebotica con la cabeza entre las manos y siente que el entusiasmo se desvanece, que germinan las dudas, que planea la tristeza. Amenaza lo imposible, medita lo que hacer, proyecta una solución: la repudiará en secreto. Aunque con el gusanillo de la traición. José no echa a perder su señorío dinástico y a pesar de renunciar a abrazar a aquella joven, nadie podrá alardear de verla burlada y ridiculizada. La repudiará en secreto: con discreción, como un triste adiós, con el toque tierno de quien conservará para siempre su agradable recuerdo. No sabe, José, que Dios también ha tejido para él una melodía. En el drama de aquel temor, él, tallista en un taller ridiculizado por el vecindario, consciente de su pequeñez, es saludado por un ángel con respeto: “José, hijo de David, no temas”. Es el intermedio de un sueño: las visiones son siempre pequeñas visiones, los signos siempre pequeños signos. Dios volverá a cada encrucijada para decirte: “No temas haberte perdido. El camino es el bueno”C:\Users\Cesc\Desktop\pepet fuster.png 
José sonríe: María le ha sido fiel, nada de ajeno o extraño en su corazón. Sólo Dios por medio: embarazoso, osado, ardiente. En el evangelio de José no se custodia sílaba alguna. Sólo su grandeza, más allá de su Mujer. Ella se ha fiado del Todopoderoso, él ha apostado todo a la fragilidad de una criatura. Su criatura. Aquella por la que comprometerse del todo era la más hermosa declaración de amor. Aquella de la que nacerá el Cristo, llamado Mesías. 
Mn. Francesc M. Espinar Comas
Párroco del Fondo de Santa Coloma de Gramenet

La escudella navideña en mi casa

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Yo, cocinero con el delantal de tela de “fer farcells” . “También Dios anda entre pucheros”
Habiendo recibido esta semana un amable y gentilísimo mail en la dirección de correo electrónico de esta nuestra página omnesdicamus@gmail.com, según fui informado diligentemente por uno de los miembros del llamado núcleo duro de Gérminans (como si los demás fuéramos blandengues y faltos de reciedumbre) pidiendo que nuestro antiguo colaborador Prudentius de Bárcino nos alegrara este año con la habitual crítica gastronómica de la celebración navideña en casa Llisterri, quiero en substitución del emérito Prudentius, venir al encuentro de tal cometido. La razón es el delicado estado de salud del fundador de Gérminans. Es ciertamente bastante mayor y se encuentra fatigado de tantas bregas sacerdotales como le ha tocado vivir. Como además ha sido últimamente intervenido quirúrgicamente, no era la ocasión para presentarle esa petición. 

De este modo, y siendo como lo he sido, soy y seré (genio y figura hasta la sepultura) un gran aficionado a la gastronomía desde mi más tierna niñez, paso a cumplir no ese explícito deseo, porque no sabría imitar el carácter sarcástico e irónico del ínclito, y ahora convaleciente Prudentius. Por lo cual, mutatis mutandis, paso a relatar cómo y de qué manera se ha elaborado, se elabora y mientras yo viva y tenga fuerzas seguirá elaborándose, el plato principal de la cocina navideña catalana, siguiendo la rigurosa tradición de la familia materna de mi madre (después del artículo del pasado lunes, ya la llaman ya Pepi germinante), los Andreu. Siendo además hoy la antevigilia de Navidad, la ocasión la pintan calvapara provecho y disfrute de todos los cociner@s de España y del mundo entero.

Hago el memorándum de la elaboración de este plato, en orden de aparición de sus componentes-protagonistas, como en las películas clásicas:

En primer lugar, hay que poner unas doce horas antes los garbanzos a remojo, en agua fría y sin bicarbonato (costumbre reprobable y malsana la del bicarbonato) y sin sal. La escudella catalana no lleva la misma cantidad de garbanzos que el cocido madrileño, sino muchos menos. No puede convertirse en el elemento central del plato como en Madrí (así en castizo o como decía Olga Ramos, en plan cheli). Póngase a remojo, esta vez sí en agua caliente y con dos cambios de agua, un hueso salado de cerdo (no ahumado a la gallega, por favor) y si se quiere, un trozo también de costilla de cerdo (no imprescindible).  El hueso salado hará que el caldo salga blanco, que es com cal. Con un remojo de un par de horas es suficiente.

Llegada la mañana de la elaboración (pues suele ser costumbre poner los garbanzos a remojo la noche anterior) se procede de esta manera:

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Tupí catalán (izq) y puchero andaluz (der)
Se pone el agua en la olla a hervir. Que no supere los 3 cuartos de su capacidad. En casa de las Andreu (mi abuela y mis tías abuelas) se usaba un tupí de terra (olla, marmita o puchero de barro, de arcilla cocida me refiero) Yo lo sigo usando aunque a escondidas, pues mi madre hace ascos a su uso, porque en la posguerra los tupins agrietados y echados a perder se usaban de escupidera para los tísico-tuberculosos de la familia. Por lo cual, cocino con él de amagatotis (a escondidas o hurtadillas). Aún así, me pregunta tres veces si cociné con él. Le digo, sin mentir pero haciendo restricción mental tipo jesuítico, que no, por supuestísimo. Pues realmente no cociné con él, sino en él. Así es la restricción o reserva mental enseñada en Teología Moral antaño por los hijos de San Ignacio. Nuestro amigo Pacopepe,  que estudió con ellos en Vigo y tiene un hermano jesuita, ciertamente lo corroborará. Abrazos de corazón a él y a María del Carmen su esposa, desde este umbilicus mundi que es para mí el barrio del Fondo de Santa Coloma de Gramenet. Recomiendo a los sacerdotes jóvenes que pidan como destino un barrio como el mío, y no se ilusionen con ir a los Upper Diagonal (barrios selectos de Barcelona). Que vayan a la periferia, que en pocos años pasarán de curas párrocos a ser como yo, el Sheriff del Condado. Este año sin embargo, teniendo a mi madre convaleciente en casa, ni a escondidas podré cocinar el puchero tradicional de la payesía catalana; en sustitución cocinaré con una olla muy usada en Andalucía: las andaluzas cocinan el cocido o puchero de pringá con una  olla de porcelana, aquellas de color granate por fuera y azulilla celeste por dentro y que son del agrado de mi señora madre (por el momento y hasta que les coja manía, tendencia muy pronunciada en ella (casi como todas las señoras muy mayores).
Morcillo de la pierna (conill de la cuixa) y unto rancio (sagí ranci)
Pero volvamos a los fogones. Cuando el agua esté hirviendo, colóquense las siguientes viandas indispensables. Un cuarto de muslo de gallina (si son muchos comensales, dos; más no, que sale la escudella muy grasa. Un trozo de morcillo de ternera (conill llamamos en catalán), un hueso de espinazo de ternera y otro de cerdo (d´espinada, no de Espinar. Que aún estoy vivo) Media manita de cerdo fresco (peu de porc o de ministre o conseller, llamamos con sorna aquí). Un hueso del tuétano de ternera (no de vaca vieja). Si se desea, una o dos pechugas de pollo, muslo no. Las pechugas, que son excesivamente secas, servirán para elaborar los canelones del día de San Esteban, previamente rustidas (repasadas en la sartén y deshuesadas, claro está, si no quieren que la suegra se ahogue .El hueso blanco desalado, un hueso de jamón (no rancio, por favor) y de tocino entreverado curado (cansalada viada, decimos en catalán). En estos últimos decenios, los empleo de cerdo ibérico de bellota, que es el mejor del mundo. Con perdón de otras razas locales, como el cerdo negro mallorquín. Hay que añadir también una bolita de sagí rancio (unto llaman en el resto de España, especialmente los gallegos aunque ellos lo ponen ahumado, como casi todo) previamente enharinado. Es conveniente añadir un buen trozo de costilla de ternera (no muy grasa). Y lo más desagradable a los ojos de los jóvenes: un par de patas de pollo (socarrades) chamuscadas, peladas y lavadas (sin uñas claro, usemos la cabeza) y alguna cresta de gallo o pollo. Es muy importante este particular, pues dejan toda la gelatina y colágeno que harán que el caldo tenga una textura especial y única. La gente modernilla y pija se escandaliza al ver esa operación. No vivieron la posguerra como la gente humilde, y muchos saben de cocina lo que yo de payaso. O no. Añádase una molleja o dos de pollo, previamente limpias y lavadas. Y estas son todas las carnes que hay que poner al inicio del proceso (no del prusés). 

Ha llegado el momento de la malla, que podéis adquirir en la mayoría de ferreterías (adjunto foto de la mía) en la que colocaréis los garbanzos remojados desde el día anterior. Esta legumbre, a diferencia de las demás debe colocarse en caliente, nunca en agua fría, si no queréis que queden duros como balines de escopeta. Ni los pequeños pedrosillanos (Ávila) ni maragatos (León). I´m sorry. Soy intransigente en esta cuestión: de Fuentesaúco (Zamora) y no hay más que hablar. 

Llegados a este punto hay que dejar que llegue el primer hervor. Tras diez minutos hay que espumarlo por primera vez, hágase con la espumadera (rasera) o con el borde del cucharón aunque con extremado tiento: se estarán extrayendo las impurezas (bromeres) de la escudella. Hay que repetir esta operación tres veces, antes de añadir las verduras, que será cuando la escudella estará limpia. Justo en este momento se añaden las siguientes hortalizas: no puede faltar ni una sola de ellas. Un par de pencas de apio (incluyendo las hojas, no como el apio que venden en bolsa de plástico recortado y en bolsa en el Mercadona, p.ej) Tres buenas zanahorias raspadas o peladas (ahí dejo libertad de elección). Un nabo blanco grande, una buena chirivía, un puerro grande bien limpio (hay que desechar la parte verde y lavarlo muy bien haciendo un corte en cruz en la parte superior, donde suele depositarse mucha tierra). Los que lo encuentren en el resto de España, un nabicol (Mercadona y Carrefour los comercializan). En nuestra familia no puede faltar en la escudella navideña debido a nuestras raíces valencianas. Finalmente una pequeña patata pelada y entera. No se comerá porque no la encontrarán: se deshará y espesará el caldo.  

C:\Users\usuario\Desktop\NAPICOL.jpg
Nabicol valenciano
Y llega el momento de la hortaliza reina de la Escudella: la col. También aquí sutil precisión: un par de hojas o tres de col (berza o repollo la llaman en otros lugares de la geografía hispana). Si se pone más, el caldo se puede echar a perder porque dominará el sabor de ésta (igual pasa con el apio, aunque los payeses catalanes piensan que tiene efectos afrodisiacos, por lo cual, poquito apio y contengamos la libido). Yo uso una col catalana muy especial, que tengo plantada en mi metro cuadrado de huerto urbano (soy muy moderno en eso): la col de paperina, que tiene un cogollo en forma de cartucho espiral muy pequeño. Ha ido desapareciendo de nuestras comarcas, como otras verduras y frutas por lo poco productivas que son. Y es cierto: en Cataluña vamos por la pela en menoscabo de lo tradicional, único y local. Este año planté cinco en octubre (tardan dos meses en estar en su punto). Dos las he regalado a amigos muy amigos que saben apreciarlas. La paperina o cogollo de una, la pondré en el cocido. Con las hojas más verdes y con las dos que me sobran haré a partir de enero dos o tres platos de trinxat de la Cerdaña. Pero esto ya es harina de otro costal.  La susodicha col también la coloco en una malla para que no se deshaga y pulule por el caldo con impunidad ofensiva. 
Coles de “paperina” plantadas en mi huerto urbano (invierno)
¡Y empieza a correr el reloj: dos horas precisas como un reloj o un tren suizo! Mientras tanto prepararemos la tradicional pelota de carne: mitad carne de ternera y mitad de cerdo pasadas por la trituradora de la carnicería sólo una vez (no dos) un huevo entero y una yema, perejil finísimamente picado; si les gusta el ajo, previamente desechado el germen central (pues si no, repite) un diente grande rayado en rayador pequeño. A eso añadimos miga seca de pan remojada en un poco de leche durante un buen rato, y escurrida después apretando con el puño cerrado (como los comunistas del Coletas, diría Pablo Planas) y según noté en el último congreso del PSC, como también ellos. ¡Ay Dios mío, quina genteta! Si aún notamos que la masa está demasiado suelta, podemos añadir pan rallado poco a poco, a la espera de que ligue (la masa, me refiero) En mi casa, por Navidad únicamente, añadimos piñones (españoles, no turcos ni chinos que no son alargados como los nuestros y con un sabor indescriptible, sino abombados e insulsos). Finalmente una pizca de canela molida. Una pizca o polsim, no un puñao, amados andaluces exuberantes. Y ahora a reposar: la pelota, no el cocinero. Una hora por lo menos: un servidor la deja en  la nevera, cubierto el bol en el que la elaboré con papel film, para que no se reseque la superficie toda la noche.  

Últimas operaciones: Hay que saber que es útil y sabio cocinar el día 24 de diciembre por la mañana temprano. No hace falta que sean las 4 de la madrugada. Y dejar la escudella temperar y enfriar hasta media tarde. Haced espacio en la nevera para una vez fría, colocar la olla en el refrigerador toda la noche. ¿Cuál es el objetivo de ello? Pues extraer la mucha o poca capa de grasa que con el frio de la nevera (frízer, llaman los colombianos) se haya podido acumular y solidificar convirtiendo la escudella en menos grasa (ya no vamos a trabajar al campo como los payeses de antaño o los obreros del textil o de las fundiciones de Pueblo Nuevo). Acabada esta intervención quirúrgica de liposucción, dejamos el puchero sobre los fogones para que se vaya atemperando durante toda la mañana. Quien haga eso, como un servidor, no tiene argumento ni justificación para no ir a misa o como en mi caso celebrarla sin prisa y con toda solemnidad, que es lo principal de la Navidad cristiana, y no las comilonas. Celebro en mi parroquia de San Juan Bautista (C/ Dalmau, 27 Sta. Coloma de Gramenet)  dos misas el día 25: la llamada de la Aurora (Ángelus ad pastores) rezada Novus Ordo, a las 9 de la mañana y la propia del día (Puer natus est nobis) modo extraordinario a las 12 del mediodía, cantada con toda solemnidad. Hay que saber que en Cataluña gozamos de un privilegio especial: poder cobrar los tres estipendios de las tres misas celebradas (del Gallo, del Alba y del Día). Supongo que antiguamente la razón debió ser el poder comer una escudella como Dios manda. Bueno, no sé si Dios lo manda, pero yo, a quien mi madre en estos días me llama mandón y dictador, os exhorto a hacerlo.
Pelotas antes de enharinar y cocer. Paquete de galets de Casa Amella
Y ya para acabar: Veinte minutos antes de empezar a comerla, hay que incorporar los siguientes elementos: la pelota enharinada (no muy grande que tarda más en cocerse). Al menos dos tipos de butifarras: una negra y otra blanca, también llamada de perol. Pinchadas con tres o cuatro agujeros para que no se revienten. Con la negra (me refiero a la butifarra) soy exigente: nada de butifarra negra hecha con trozos de oreja, verga o demás cartílagos de baja calidad (la de BonÁrea, antigua Àrea de Guissona es para rechazar tajantemente). La preferible es aquella que llamamos del greixet (de la grasita) con únicamente sangre y tocino. Si puedo bajar a Barcelona, la compro en la Tocineria d´en Carles, del Mercado de Santa Catalina junto a la Catedral (ya compraba allí mi abuela); caso contrario en la Tocinería Llobet de Mataró, con excelentes productos de elaboración artesanal. ¡No tengo comisión, advierto! Junto a la pelota y las butifarras van las patatas, desgajadas (esqueixades), en pequeños trozos irregulares; con la intención de que suelten un poco de almidón y acaben de dar espesura a la sopa. 

C:\Users\usuario\Desktop\r148.pngY el plato estrella de la Navidad catalana estará concluido. Sólo falta cocer la pasta de sopa que en Cataluña son los galets, cocidos tras colar el caldo en una olla complementaria. Y eso a fuego lento para que los galets no se deshagan, siguiendo las instrucciones del tiempo de cocción indicado en el paquete. .La escudella, a diferencia del cocido maragato se sirve por este orden: primero la sopa de galets, a la que cada cual añade a voluntad queso rallado (en polvo mejor). Si se usa Emmental se forman unos hilachos que son para morirse de risa al verlos coger con la cuchara a la cuñada. Acabada la sopa, dos bandejas al mismo tiempo y por separado: las carnes en una y las verduras y garbanzos en otra. A  quien eche un chorrito de aceite de oliva virgen extra sobre las hortalizas y la legumbre, no se lo reprobaré. Pero que el aceite no sea de alta acidez y nos fastidie el plato. A los niños podéis darles permiso para aplastar o chafar (aixafar) con un tenedor las verduritas. No se las trituréis a los viejos, da mala impresión y puede repugnar a los demás comensales. Sed condescendientes en eso. 

¡bon profit a tothom! ¡Buen provecho a todos! Bo beneficio e profeito. Irabazi ona.  Aunque ellos, los vascuences, que son testarudos como mulas (y cuánto se parecen en eso a mí) no van a comer escudella en Navidad ni en sueños. Harán potaje de alubias de Tolosa o merluza a la koskera, seguro. ¡Feliz Navidad, germinantes! 

Mn Francesc M. Espinar Comas, pbro. 
Párroco del Fondo de Sta. Coloma  (Valgo pa´ un roto y pa´un descosio)

Todo un bar aplaudiendo a un cura

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Mn. Francesc Espinar es mi amigo. Dicen que a los amigos los eliges y a la familia no. Cierto es. Pero así como Espinar es un hombre jovial, uno también tiene a sus amigos siesos. Incluso alguno cascarrabias. Los amigos son como son y los quieres como Dios los trajo al mundo. Unos siesos y otros cachondos; pero la anécdota que les voy a referir es como es, independientemente de los lazos de amistad que me unan con el cura de Santa Coloma de Gramenet. 

Jueves de la semana anterior a Navidad. Entrega de alimentos a los pobres y marginados (¡qué son legión!), exposición del Santísimo y Adoración Eucarística; misa de 20 h, a la que acuden más feligreses que a todas las demás 7 parroquias de Santa Coloma e incluso más que algunas en día festivo, se apagan las luces y se reza el canto de Nuestra Señora de la Esperanza; todo sencillo, pero vivido dentro de esa magnífica liturgia de Adviento. En la parroquia de San Juan Bautista no falta de nada, dentro de la humildad de una parroquia de esas periferias que tanto refiere el papa Francisco.

Una vez pasada la tarde, nos vamos a tomar una copa navideña, un amigo, Mn. Francesc y el que les habla. El cura toma cerveza sin alcohol, no vayan a hablar mal de él. Un bar de chinos, que ya no quedan autóctonos. En la misma Plaza del Reloj, donde antes salían los obreros que iban a trabajar a Barcelona, cuando no había metro y salían autobuses cada tres minutos. Un bar sencillo, donde solo dan cacahuetes para acompañar la caña. Un bar donde Mn. Francesc va saludando a fulano, zutano y perengano, preguntando a cada a uno por sus padres, sus hijos y el estudio de los niños. Una romería de gente interesándose mutuamente por sus circunstancias personales y felicitándose las Pascuas Navideñas.

Estábamos en la terraza del bar chino, contando anécdotas (Mn. Francesc tiene voz potente y uno la tiene grave, por lo que no es imposible que pasemos desapercibidos) y de repente desde la mesa de al lado, un hombre solo, apurando su quinto, se levanta y pregunta: “Vosté es el rector de la parròquia?” A Mn. Francesc no le viene de nuevo. Hace 23 años que entierra a los santacolomenses que han pasado a mejor vida. Pero el paisano no es del barrio. Al cura no le suena su cara y le pregunta donde es. De la Barceloneta, dice el compadre. En aquel momento se cruzan los astros. Mn: Francesc se viene arriba y con esa boina vasca que le envejece diez años y cual rápido que es le dice: ¿De la Barceloneta? Y se pone a cantar:

m´agrada la tramuntana, 
m´agraden les nits d´estiu 
i el cel rogent de l´albada.

M´agrada dels pins l´olor 
i dels matins la rosada, 
però més m´agrada el teu cos 
més m´agrada ta besada.

Al acabar la estrofa, todo el bar (¡todo) se levanta a aplaudir. ¿Creyentes? Creo que la mayoría no. Si no creyentes, practicantes ni uno, pero orgullosos del cura de su barrio. Porque Mn. Francesc Espinar es un cura de barrio. Un cura que se encuentra a una comadre del Fondo y le dice. “¡Paquita por qué no te has pintado hoy!” O se encuentra a una niñita dominicana junto a su madre y le dice. “Tú serás Juez. ¡No dejes de estudiar!”

Bondad y jovialidad. La misma jovialidad que tiene nuestro cardenal. ¡Por eso hacen tan buenas migas y se permite hablar de él en una conferencia! Nuestro arzobispo es un hombre simpático y eso ayuda en las relaciones con curas y feligreses. A algunos les repatea el recurso a la conyeta, pero bienvenido sea el buen humor en tiempos de penumbra. Igual les solivianta a muchos un cura humano y accesible. ¡Y un obispo!  ¡Cómo si fuera obligada la gravedad de un sacerdote! Se evangeliza mucho más con el entusiasmo que con el pesimismo apocalíptico. Sí, Mn. Francesc Espinar es mi amigo, pero, antes que amigo, es un cura enamorado de Cristo. Un sacerdote de los pies a la cabeza. El cura al que conoce toda Santa Coloma. Desde la princesa más altiva a la que pesca en ruin barca. Ese sacerdote que, andando los años, tendrá a su cargo las 8 parroquias de Santa Coloma de Gramenet e irá con una moto celebrando de una en una. Un sacerdote que se gana su santidad entre los más pequeños de este mundo, incluso entre aquellos que ni pisan su Iglesia, pero que le reconocen en el barrio y se levantan a aplaudir en el bar. ¡Este es Mn. Francesc Espinar! ¡Un hombre de Dios! 

Oriolt

Navidad 2019

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GAUDE, GAUDE: 
EMMANUEL NASCETUR PRO TE

Altar de Santa María de les Cabanesses, parroquial de Cardet en el Valle de Boí, (Lérida) S. XII



És poesia Nadal,
és nit ancestral,
és vers,
és llum de l'Univers,
és cançó, es simfonia,
és de l'any un regal,
és temps d'alegria
amb pinzellades de fred,
és un somni al món dels desperts...


                                                                                                             (Isabel Barriel)

Navidad, la eclosión de la vida

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La antropología afirma que los pueblos no son capaces de mantener vivas las doctrinas que regulan su comportamiento, es decir su moral, si éstas no van acompañadas de ritos (formando parte esencial de las fiestas) y mitos o leyendas. El estudio de la gran variedad de culturas que se han desarrollado a lo ancho del planeta y a lo largo de la historia, avala la universalidad de este principio que en el ámbito católico es cabalmente explicado por la teología. El cristianismo no se construyó sobre un mito; pero sí sobre dos figuras históricas, Jesús y su santa Madre, que han sido objeto de una extraordinaria mitificación popular. Sobre todo, la Virgen, la Madre de Dios. 

En estas fechas nos corresponde ocuparnos de las ansias de vida que impregnan a todas las comunidades humanas. Y también a las de animales, claro está; pero no es el tema de hoy. Esa potentísima pulsión de vida que nos inunda a todos, la civilización cristiana la ha polarizado en la espectacular celebración del nacimiento de Jesús, en el que ha confluido la enorme capacidad mitificadora de los pueblos.
 
He aquí que la fiesta del Nacimiento, Natividad o Navidad del Hijo de Dios es la más esplendorosa del año y ocupa cerca de un mes. ¿Por qué? Porque el prodigio de la vida nos seduce a todos poderosamente. Cada uno de nosotros celebramos el aniversario de nuestro nacimiento y del de los nuestros, como la fiesta más importante del año. Y lo es. 

Con cada vida nace una nueva esperanza. Y mal, muy mal, tremendamente mal nos ha de ir la vida para que en vez de nacer en nosotros con la nueva criatura esa esperanza que nos renueva las fuerzas para luchar, la ilusión por vivir, la fascinación y el amor ante la nueva criaturita indefensa que con tanta fuerza tira de nosotros y que nos hace mejores, mucho mejores en todos los sentidos; mal, muy mal, tremendamente mal nos ha de ir la vida para que ante la nueva Navidad que viene a darnos vida, alegría de vivir y fructífera esperanza; negra ha de ser nuestra vida para que en vez de esos maravillosos sentimientos, se nos desborde la negrura del alma.

¿Qué es pues la Navidad? No hace falta que nadie nos la explique: es un elemento vital de nuestras vidas, la llevamos remansada en el alma y le damos suelta cada vez que nos cae ese regalo del cielo (¡qué claro lo tienen aquellos cuya mayor ansia vital es tener hijos y no lo consiguen!); y por darle cauce a ese desbordamiento de pasión amorosa, la celebramos todos los años con esplendor y magnificencia, conmemorando la Natividad del que, ya metidos en religión, ya adentrados en teologías académicas y populares, es el mejor de los hombres: el Hombre-Dios.

Bástenos recordar cómo a lo largo de toda la historia se ha celebrado el nacimiento de los hijos de los reyes. Porque con el nuevo heredero se abre una nueva esperanza: se da por seguro que el recién nacido dará paso a una nueva era de bienaventuranza y de prosperidad en el reino. Siempre confiando, ante cualquier nacimiento, que el hijo será mejor que el padre. Eso, añadido a lo que arrastra consigo de bueno todo nacimiento: de ahí que se celebren éstos con enorme alegría y esplendor. Excepción hecha de las sociedades y las familias víctimas de grave enfermedad moral y anímica: enfermedad terminal en la mayoría de los casos. 

La Navidad se nos desborda del alma igual que se desborda en toda la naturaleza (que, por cierto, viene de natus, nacido), en la que obviamente el nacimiento es la máxima celebración. Y por lo que hay en nosotros de naturaleza, que aún es muchísimo a pesar de habernos diseñado una vida tan antinatural, tan contra la naturaleza (en latín, contra natura), a pesar de eso, la Navidad tira de nosotros con muchísima fuerza. A pesar de que la tremenda tensión contra natura que estamos sufriendo hoy, lucha denodadamente por emborronar la Navidad, por reinventar una Navidad sin nacimiento, con el objetivo de acabar borrándola y sustituirla por “modernísimas” fiestas animistas recuperadas de cuando el hombre andaba trepando por los árboles. A pesar de eso.

No entienden esos brillantísimos ingenieros sociales, que mientras nuestra reproducción (nuestra perpetuación, al fin y al cabo) sea por nacimiento, ahí estará la Navidad con uno u otro formato; pero ahí estará la Navidad. Sencillamente, el mundo cristiano ha elegido como pretexto y fundamento para celebrar el gran prodigio del nacimiento, el del que en este mundo antaño cristiano se reconoció como el Redentor de la humanidad. Ése es, en efecto, el contenido folclórico de la Navidad: desde la representación del Belén, Pesebre o Nacimiento, hasta los villancicos y toda la parafernalia de los regalos (las fiestas son, desde su institución, inseparables del comercio), generalmente de manos de misteriosos y benéficos personajes (los Reyes Magos, el Niño Jesús, el Papá Noel, Santa Claus -San Nicolás-, etc.). Y todo eso, formando parte del ya legendario “espíritu de la Navidad” que tan bien nos ha representado el cine. 

Pero estamos en un tiempo rabiosamente antinatalista al que la Navidad no puede hacer más que ofenderle. Y ahí están los ingenieros sociales inventando el silencio navideño para no ofender a la otra religión -la islámica- que convive con nosotros: ésa sí, tremendamente respetable y venerable y digna de ser promocionada. Y se están reinventando la celebración del solsticio de invierno (lo promocionan, aunque no sepan lo que es eso); cualquier cosa para desterrar la Navidad de nuestras vidas. ¡Ah!, y los horrorosos “belenes” de la alcaldesa de Barcelona, doña Inmaculada Colau: el último, la reproducción de un punto de recogida de trastos viejos, en la plaza más emblemática de la ciudad, con un minúsculo niño Jesús olvidado entre otros desechos en una estantería desvencijada. Una muestra realmente ostentosa y ofensiva de su antinatalismo rabioso.

Efectivamente, ese pesebre que más parece un punto de recogida de desechos para la chatarrería, es un insulto a la sensibilidad de la mayoría de los ciudadanos y al buen gusto: nadie, en efecto, aparte de la colega que lo ha cobrado, se ha sentido representado en ese pesebre. Obviamente no hay nada escrito sobre gustos; pero sí que conocemos el gusto dominante de la gente; y no es necesario hacer una encuesta para concluir que la mayoría de los ciudadanos gobernados por la Colau más bien se sienten insultados con la exhibición de esos gustos belenísticos estrafalarios de su alcaldesa. ¡Qué nivel!

Pero siendo tan extremo el disparate estético, no es éste el aspecto que me preocupa, sino lo sintomática que es esta coladura de pesebre, de la profunda enfermedad de la sociedad a la que intenta representar. Y ahí entramos en el meollo de la cuestión, pues desde el punto de vista de los valores que celebramos con la Navidad y con sus diversas representaciones, como es el caso del pesebre, en este caso municipal, la representación del Nacimiento en la plaza san Jaime parece talmente la proyección de lo que es y vale el nacimiento (como hecho administrativo) en la ciudad de Barcelona. Arrumbamiento de trastos viejos, destinados evidentemente al desguace. Ésa es la visión (yo diría que de un realismo rabioso) que tiene doña InmaculadaColau de la importancia del nacimiento en la ciudad de Barcelona.  

En esta ciudad, nacer es algo muy anticuado y sobre todo inútil, como los trastos viejos que representan en la plaza San Jaime el nacimiento de Cristo. Parece talmente reflejo de lo que es el nacimiento para la ciudad, y de lo que es finalmente la ciudad, pionera en la promoción de los mecanismos para impedir el mayor número posible de nacimientos y promocionar la eliminación de los que se van ya de esta vida, dándoles el necesario empujón para que aceleren su despedida. Trastos viejos arrumbados ante la puerta del Ayuntamiento de la ciudad, en justa representación de lo que realmente es en esta ciudad el nacimiento: y su corolario. 

A pesar de toda esa podredumbre institucional, lo verdaderamente llamativo de la Navidad, es constatar todavía la inmensa fuerza de esa celebración y su increíble arraigo. Es una celebración que puebla nuestra alma como ninguna otra. ¡Mira que hay fiestas y santos a lo largo del año! Pero como la Navidad, ninguna. ¿Seguiremos dejándonos someter al poder del pecado? ¡De ninguna manera! ¡Que rabie la Colau con sus espantajos!Dejemos que la Navidad nos libere de nuevo para nacer, vivir y morir como verdaderos hijos de Dios. A eso hemos sido llamados… en el Espíritu de Cristo. 

Custodio Ballester Bielsa, Pbro. 
www.sacerdotesporlavida.info
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