Hace pocos días hacíamos referencia a la vergonzosa entrevista que Catalunya Cristiana concedió al President Quim Torra y que publicó el mismo domingo de las elecciones generales, una ruptura de la neutralidad que todos los medios tienen que tener en un día de votación, pero mucho más lamentable en una publicación que se supone que es católica y que de entrada no tendría que hablar de política, pero que si lo hace tendría que ser escrupulosamente neutral, aunque ya sabemos lo tendencioso que se ha vuelto este medio en que las cuestiones religiosas, en demasiadas ocasiones pasan a un segundo plano.
Dentro de esta campaña de adoctrinamiento nacionalista que hace ya unos cuantos años ha emprendido esta publicación desde la llegada a la dirección de Mn. Jaume Aymar, este domingo tuvimos un nuevo capítulo, con la entrevista al obispo de Urgell Joan Enric Vives, también a cuatro páginas, como la de Torra, porque aunque se trata de un eclesiástico, las preguntas son todas sobre cuestiones políticas, y ya se pueden imaginar de que tipo, las que hacen referencia al conflicto catalán, al derecho de autodeterminación, a los presos encarcelados por su rebeldía e incumplimiento de las leyes...
Pero no se salieron con la suya, insistieron una y otra vez con preguntas en la misma dirección y el copríncipe saliéndose por la tangente. Buscaban un titular favorable al independentismo y no lo encontraron. Vives tendrá muchos defectos pero nadie va a negar a estas alturas su inteligencia, y sabe que no puede entrar al trapo con este tema, sobre todo teniendo en cuenta su condición de Jefe de Estado andorrano, una cosa es lo que le pide el cuerpo, y otra lo que tiene que decir, y él es bastante hábil para no crearse más problemas de los que ya tiene.
El arzobispo Vives se marcó una linea roja que no iba a traspasar y es la declaración conjunta de los obispos después de la sentencia del Tribunal Supremo. Presionado por las preguntas reconoció que es difícil quedar bien con unos y con otros, y que ya están acostumbrados a que sus declaraciones sean interpretadas por unos como excesivas y por otros como demasiado pobres. Intenta quedar bien con el sector nacionalista, pero no dice ni una sola palabra que se salga de una teórica neutralidad, que ya sabemos que nunca lo es, pero hay que reconocer que se esfuerza por parecerlo.
No van a encontrar en la entrevista temas religiosos de verdad, ni sobre la Iglesia en la diócesis de Urgel o en Cataluña, o incluso a nivel mundial, todo es sobre cuestiones políticas relacionadas con el Procés, tan sólo la última pregunta, se sale un poco del guion, pero no deja de ir en el mismo sentido. Le preguntan a Vives por la Conferencia Episcopal Tarraconense y le hacen la insinuación del porque no tiene más autonomía o independencia de la Española. Vives no tiene ningún problema en decir la verdad y es que aunque el Concilio Provincial Tarraconense hizo esa propuesta, Roma respondió negativamente a esa posibilidad, vaya que les dejó claro que sólo una Conferencia episcopal por Estado, y Cataluña pese a que a muchos les disguste, sigue sin ser un Estado, entre esos disgustados algunos eclesiásticos como Vives, pero hay que reconocer que en esta entrevista estuvo más que correcto, toreó bien las malas intenciones de Aymar, y se mantuvo en una más que admirable neutralidad.
Ya se sabe aquel dicho latino "Scripta manent" (lo escrito permanece), y Vives sabe que la edición castellana de Catalunya Cristiana llega a Roma y allí se lee. La publicación volverá a quedar mal, algo a lo que ya están acostumbrados en la Ciudad Eterna, pero el obispo de Urgell volverá a quedar en buena situación. Necesita el apoyo vaticano ante la avalancha de críticas y protestas que recibe desde la izquierda radical por su oposición al aborto en Andorra.
No es que Vives sea un activista anti-aborto, nunca lo fue, de hecho en su juventud siempre fue progresista y nacionalista, pero es lo que le toca como copríncipe eclesiástico de Andorra. Y el arzobispo ha llegado donde está porque siempre ha hecho el juego a quien manda en la Iglesia. Y esta vez no va a ser una excepción
Francesco Della Rovere
Dentro de esta campaña de adoctrinamiento nacionalista que hace ya unos cuantos años ha emprendido esta publicación desde la llegada a la dirección de Mn. Jaume Aymar, este domingo tuvimos un nuevo capítulo, con la entrevista al obispo de Urgell Joan Enric Vives, también a cuatro páginas, como la de Torra, porque aunque se trata de un eclesiástico, las preguntas son todas sobre cuestiones políticas, y ya se pueden imaginar de que tipo, las que hacen referencia al conflicto catalán, al derecho de autodeterminación, a los presos encarcelados por su rebeldía e incumplimiento de las leyes...
Pero no se salieron con la suya, insistieron una y otra vez con preguntas en la misma dirección y el copríncipe saliéndose por la tangente. Buscaban un titular favorable al independentismo y no lo encontraron. Vives tendrá muchos defectos pero nadie va a negar a estas alturas su inteligencia, y sabe que no puede entrar al trapo con este tema, sobre todo teniendo en cuenta su condición de Jefe de Estado andorrano, una cosa es lo que le pide el cuerpo, y otra lo que tiene que decir, y él es bastante hábil para no crearse más problemas de los que ya tiene.
El arzobispo Vives se marcó una linea roja que no iba a traspasar y es la declaración conjunta de los obispos después de la sentencia del Tribunal Supremo. Presionado por las preguntas reconoció que es difícil quedar bien con unos y con otros, y que ya están acostumbrados a que sus declaraciones sean interpretadas por unos como excesivas y por otros como demasiado pobres. Intenta quedar bien con el sector nacionalista, pero no dice ni una sola palabra que se salga de una teórica neutralidad, que ya sabemos que nunca lo es, pero hay que reconocer que se esfuerza por parecerlo.
No van a encontrar en la entrevista temas religiosos de verdad, ni sobre la Iglesia en la diócesis de Urgel o en Cataluña, o incluso a nivel mundial, todo es sobre cuestiones políticas relacionadas con el Procés, tan sólo la última pregunta, se sale un poco del guion, pero no deja de ir en el mismo sentido. Le preguntan a Vives por la Conferencia Episcopal Tarraconense y le hacen la insinuación del porque no tiene más autonomía o independencia de la Española. Vives no tiene ningún problema en decir la verdad y es que aunque el Concilio Provincial Tarraconense hizo esa propuesta, Roma respondió negativamente a esa posibilidad, vaya que les dejó claro que sólo una Conferencia episcopal por Estado, y Cataluña pese a que a muchos les disguste, sigue sin ser un Estado, entre esos disgustados algunos eclesiásticos como Vives, pero hay que reconocer que en esta entrevista estuvo más que correcto, toreó bien las malas intenciones de Aymar, y se mantuvo en una más que admirable neutralidad.
Ya se sabe aquel dicho latino "Scripta manent" (lo escrito permanece), y Vives sabe que la edición castellana de Catalunya Cristiana llega a Roma y allí se lee. La publicación volverá a quedar mal, algo a lo que ya están acostumbrados en la Ciudad Eterna, pero el obispo de Urgell volverá a quedar en buena situación. Necesita el apoyo vaticano ante la avalancha de críticas y protestas que recibe desde la izquierda radical por su oposición al aborto en Andorra.
No es que Vives sea un activista anti-aborto, nunca lo fue, de hecho en su juventud siempre fue progresista y nacionalista, pero es lo que le toca como copríncipe eclesiástico de Andorra. Y el arzobispo ha llegado donde está porque siempre ha hecho el juego a quien manda en la Iglesia. Y esta vez no va a ser una excepción
Francesco Della Rovere