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Jordi Pujol, aplaudiendo al cardenal Narcís Jubany, mientras recibía un premio |
Los miembros de esta fatídica generación, la diócesis de la que eran pastores en 1985 y la fecha de su fallecimiento fueron: Miquel Moncadas (Solsona, +1990, su prematura muerte dio paso al obispo más nacionalista de todos, Antoni Deig +2003), Narcís Jubany (Barcelona, +1996), Ramon Torrella (Tarragona, +2004), Joan Martí Alanís (Urgel, +2009). Josep Maria Guix (Vic, +2009) Ricardo María Carles, el único no catalán (Tortosa, +2013), Ramon Malla (Lérida, +2014) , Jaume Camprodon (Gerona, +2016). A todos ellos hay que añadir a Don Joan Carrera (+2008), que no era obispo en 1985, pero fue el verdadero artífice del documento "Arrels crisitianes de Catalunya"que los obispos citados firmaron con mínimas aportaciones. Carrera, militante de Convergència i de Unió, estuvo presente junto a su amigo Jordi Pujol, en la fundación convergente en Montserrat (1974)
Viendo el entierro del fallecido obispo gerundense, uno se da cuenta de lo que ha significado esta generación. El presidente de la Generalitat y la alcaldesa de la ciudad, se hacen presentes, ambos del ya finiquitado partido que un día fundara Jordi Pujol. Las muestras de dolor en todos los ámbitos del nacionalismo y el independentismo unánimes, pero la presencia de fieles no llegaba a las 300 personas. El reflejo de unos obispos que consiguen el aplauso de la clase política catalana, pero que vaciaron los templos, como puede verse en el mismo día del entierro de uno de ellos.
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Entierro de Don Jaume Camprodón con la presencia del president Puigdemont |
La realidad de Gerona no es tan distinta de otras diócesis catalanas, mientras Don Jaume era el titular de aquella diócesis, en Barcelona teníamos a Don Narcís (antecesor de Camprodón en la ciudad del Ter) que seguía las mismas directrices, aquí no había Forum Alsina, pero había la Unió Sacerdotal, el grupo de sacerdotes que amenazaron a Jubany con cargárselo como hicieron con Don Marcelo, así que el gerundense pactó con ellos y les dio todos los cargos episcopales y los mejores destinos parroquiales. De aquellos polvos vienen estos lodos, a pesar de los esfuerzos y sufrimientos posteriores de Don Ricardo Carles por cambiar las cosas, pero que pocos avances consiguió y que n.s.b.a... y jubilado cardenal Martínez Sistach se encargó de tirar otra vez para atrás, pactando de nuevo con el progresismo que hizo la vida imposible a su antecesor.
Recuerdo mi última conversación con el Rvdo. Antoni Davesa, fiel secretario particular de Don Narcís Jubany, intentando justificar aquel pontificado me decía: "Hicimos lo que pudimos". No niego que alguno de los obispos citados tenían buena voluntad y no querían hacer daño a la Iglesia, pero fueron superados por las circunstancias y por las presiones del progresismo a las que se sometieron por miedo o por falta de valentía. No me vale ese "hacemos lo que podemos" que parece sigue instalado en muchos obispos catalanes actuales como si no pudieran hacer más.
Roma se percató de que el nacionalismo excluyente que alejó a cientos de miles de católicos inmigrantes de las parroquias era mortífero para la Iglesia catalana, por eso actualmente sólo una tercera parte del episcopado catalán cumple con la doble condición de haber nacido y estudiado en Cataluña (Vives, Pardo, Casanovas y Novell). Pero no es suficiente con esto. Si eres valenciano, no eres nacionalista, pero te dejas dominar por el progresismo local (como sucedió con Piris en Lleida o sigue sucediendo con Cortés en Sant Feliu), el problema sigue sin solucionarse.
Don Juan José no es ni será nacionalista catalán y continuará presumiendo de ser aragonés, tiene una realidad mucho más favorable que sus antecesores, con un progresismo de capa caída, que se va extinguiendo con el tiempo y con un clero joven con ganas de renovación, pero si se empeña en mantener la estructura de Sistach, todo va a continuar igual (de mal).
Antoninus Pius