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La necesidad de una fundación monástica nueva en Cataluña

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Monasterio benedictino de Santa Magdalena de Barroux (Francia)
Si tuviéramos que destacar dos elementos de la renovación de la vida católica que experimenta hoy Francia estos serían el resurgir y vitalidad de los monasterios y los movimientos de espiritualidad carismática como la Comunidad del Emmanuel. 

La renovación monástica francesa es un ejemplo a seguir. Monasterios como Lagrasse, Pesquié, Barroux, Fontgombault… se han convertido en focos de nueva evangelización a través de los sacerdotes y seglares que allí recalan para unirse a su oración y vivir con los monjes los días que permiten los recesos o las jornadas de retiro. La renovación y nueva vitalidad emergente en Francia pasa por los monasterios especialmente aquellos que “mas monásticos” son y menos aseglarados viven. A los benedictinos o los canónigos regulares, hay que sumar las casas de algunas provincias francesas de frailes como dominicos o carmelitas descalzos. Aunque seguro nos dejamos otras órdenes.

Desgraciadamente y muy a pesar de muchos y del que escribe, Montserrat no está en disposición de ejercer la misión que hoy realizan la renovación monástica francesa de la que hablamos. Montserrat fue un foco de evangelización clave para finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Montserrat significó una tercera vía catalana católica que supo desmarcarse y superar, por una parte, el tosco integrismo eclesial y por otra un liberalismo frecuentemente cristiano solo en el nombre. Que sintomático que este momento coincidiera con aquel Monserrat del Congreso Litúrgico de este año hace cien. Un Montserrat monástico, litúrgico, romano y orante. Se puede  mayor servicio al catolicismo del país. Hoy solo es una sombra de aquel cenobio. 

El día que oigamos al abad de Montserrat criticar una medida de la Generalitat que se oponga al Magisterio de la Iglesia (y las hay unas cuantas) – y no hablamos de las que tienen una dimensión nacionalista sino de los, por ejemplo, llamados puntos no negociables en materia de vida y familia-, reconoceremos que nos hemos equivocado. Pues si hay que ser faro de Cataluña, lo hay que ser en todo y no serlo en aquello que incomoda al que té compra con el dinero del Patronato de la Montaña de Montserrat. 

Desconozco si Poblet, hoy dedicado encomiablemente a ser referente en ecología cristiana, puede ejercer el papel que el nuevo monaquismo asume en Francia. 

Seria muy positivo que algún obispo como el de Vic o de Gerona pudiera llamar a alguna de estas comunidades monásticas francesas a fundar en sus obispados. O el de Lérida para la Cataluña norte-occidental (No digo Urgell, porque me parece que Vives no capta lo que pasa en Francia). Se imaginan la restauración de la vida monástica en Santa María de l’Estany o en Sant Joan de les Abadesses. O la refundación de la casa de los dominicos de Gerona con frailes de la provincia de Toulousse. Pueden acusar estas proposiciones de insensatez o de imposibles, pero nuestros obispos tendrían que agudizar el “ingenio” en este campo. ¿No se implantó en Cataluña en su día el rito romano y la regla benedictina des de la Septimania (hoy la Languedoc)? ¿No era común que los obispos protegieran las fundaciones de muchos monasterios fueran benedictinos o mas tarde cistercienses? ¿A caso no muchos obispos catalanes del siglo XIII no protegieron la fundación de casas dominicas en sus diócesis? ¿No fueron obispos catalanes del siglo XVI y XVII los que protegieron las fundaciones de las órdenes de regulares reformadas bajo el espíritu que llevó al Concilio de Trento? 

Y dando un giro, ¿no seria muy positivo nombrar un monje o un fraile de nuevo obispo de Barcelona que renovara la vida espiritual de la diócesis? ¿A caso seria la primera vez? En otros momentos de necesidad de elevar el nivel espiritual y reformar las diócesis catalanas, no se acudió a monjes y frailes? 

Hildegard Marcet Marcet

¿Bobby canónigo?

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Hace días que suena la noticia de que el Rvdo. Robert Baró Cabrera puede ser designado nuevo canónigo de la S.I. Catedral de Barcelona. Aunque siempre pueden haber sorpresas y podría no confirmarse esta posibilidad, hay motivos para pensar que a  n.s.b.a. el Cardenal Martínez Sistach, le interesa ese nombramiento antes de que se produzca su jubilación.

Recordemos, que el Rvdo. Baró, Bobby para los amigos, fue secretario particular de nuestro cardenal en sus primeros años al frente de nuestra archidiócesis. Se las prometía muy feliz en el cargo, pero la cosa acabó como el rosario de la aurora, con depresiones y pastillas, con ostentosas discusiones públicas entre ambos. Poco se imaginaba aquel joven sacerdote, el carácter duro e intransigente del arzobispo en las distancias cortas, especialmente con sus colaboradores más estrechos, a los que considera esclavos sin derechos, que están sólo para trabajar, obedecer y callar. Finalmente el cardenal no tuvo otro remedio que permitir que su secretario le dejara, antes de que la cosa fuera a mayores, y buscó como substituto un sacerdote bueno y piadoso como el Rvdo. Alfred Sabaté, con el que no se pudiera repetir lo acontecido, pero la historia se repitió, porqué el arzobispo siguió tratando igual de mal a su nuevo secretario, que evidenció claros síntomas de depresión y desánimo, pero que a diferencia del Rvdo. Baró, ha aguantado el tipo sostenido por su profunda espiritualidad.

Cuando Sistach llegó a Barcelona no conocía a Bobby de nada, ya que éste había entrado en el Seminario con posterioridad a su marcha como obispo de Tortosa. Por tanto fue claramente una recomendación. ¿De quien? del clero nacional-progresista, que desde un principio dejó claro que los nombramientos tenían que llevar todos su visto bueno. Es la llamada pax sistachiana que aseguraba que el clero  protestón no le haría lo mismo que a Don Ricardo, pero claro, con condiciones.
Mn. Robert Baró (Bobby) el primero a la izquierda, con Sistach en su viaje a Banyalbufar
El Rvdo Baró era una de las jóvenes promesas del nacional-progresismo, se había significado en un oscuro capítulo, siendo seminarista, en la vergonzosa campaña organizada para derrocar al Rvdo. Ramon Corts como rector del Seminario. El actual copríncipe (Vives) y sus amiguetes progresistas querían cargarse al rector que haciendo las cosas bien, tal como manda la Iglesia, dejaba en evidencia a su antecesor. Pusieron toda la carne en el asador, era una batalla en la que se jugaban mucho. Pero necesitaban a alguien que desde dentro del Seminario les mantuviera al corriente de todo y así pudieran actuar con esa ventaja informativa. El topo no fue otro que el entonces seminarista Baró, uno de los pocos que se sentía a disgusto con el nuevo estilo que había implantado el entonces rector.

La campaña triunfó gracias a la impagable colaboración de Bobby, Don Ricardo haciendo gala del sobrenombre Tremulus, que tan acertadamente le puso Prudentius de Bárcino, tembló ante aquella presión y cesó al rector Corts. De nada sirvió que algunos le dijéramos al prelado valenciano que si cedía a aquellas presiones, sus enemigos se envalentonarían y después irían a por él, como así fue realmente. El clero progresista no olvidó los servicios prestados por el Rvdo. Baró siendo seminarista y por tanto su propuesta para que ocupara alguna responsabilidad con la llegada de la era Sistach estaba cantada. 

Después de su salida de la secretaria cardenalicia, Bobby ha llevado una vida bastante secularizada, dedicándose al estudio, a sus cosas y a hacer algún favor a su antiguo jefe (como por ejemplo buscar en los encantes muebles para la residencia episcopal) sin aceptar ninguna responsabilidad parroquial seria, incluso fracasó la experiencia de ponerlo de ayudante de alguien tan progre y tolerante como el Rvdo. Francesc Romeu, o situarlo al frente de la diminuta parroquia sólo para franceses de la calle Anglí. Esa situación le es favorable para ser canónigo, ya que el cardenal ha explicado diversas veces a sus colaboradores más inmediatos que mientras él sea arzobispo no nombrará ningún canónigo que sea párroco, algo que ha cumplido y seguiría cumpliendo si el Rvdo. Baró acabara consiguiendo la canonjía.

El reloj, como diría Pablo Iglesias (emulando a su admirado Hugo Chavez), hace tic-tac. Sistach se aseguró llegar al Sínodo como arzobispo de Barcelona, después contaba que el procés le sería favorable para no ser relevado. Pero los resultados del 27-S no son los que el secesionismo se esperaba, por mucho que presumieran de victoria la noche del domingo. ¿Como puede proclamar la independencia un gobierno que ni siguiera tiene mayoría en el Parlamento para elegir a Mas como presidente? (la CUP ya ha dicho que no apoyará a Mas en una supuesta investidura). Si Junts per sí hubiera tenido una victoria abultadísima (como ellos se pensaban) se hubiera iniciado un proceso de independencia inmediato, que haría inviable una sucesión en el más importante cargo eclesial de Cataluña.

El cardenal está haciendo los deberes antes de marcharse, dejando a los buenos amigos bien colocados, como al Rvdo. Aymar en la parroquia de Santa María de Badalona, administrando el suculento patrimonio de la herencia Roca i Pi, o al Rvdo. Ramon Batlle, con muy pocos años de ordenación, al frente de la céntrica y deseada parroquia de Sant Ramon de Penyafort (de la que ya fue párroco el mismísimo Rvdo. Turull). Ahora puede llegar el momento para el Rvdo. Baró, para que esté contento y agradecido, porque el cargo de canónigo es para siempre y las prebendas de todo tipo, entre las cuales las económicas también. No fuera caso que algún día cuando Sistach ya estuviera jubilado, se le ocurriera explicar algunas de las humillaciones a las que le sometía su jefe, cuando él era su secretario.

Antoninus Pius

Decepcionante plebiscito

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Bueno, llegó el tan esperado plebiscito a aclarar las cosas. Scitor, scitum es básicamente preguntar, indagar. Y el plebiscito es cuando los patricios, es decir los dueños del poder, deciden congraciarse con la plebe, o al menos no tenerla en contra, y le preguntan. Pues bien, los patricios de Cataluña han preguntado a la plebe (scitum plebi, consulta a la plebe: ése fue el nombre elegido por los patricios para la consulta). La plebe ha tenido ganas de hablar y lo ha hecho con bastante claridad. Y los patricios que la convocaron,  se han llevado una gran decepción: para qué andar disimulando. Porque ha ocurrido que una parte muy significativa de la plebe que estaba en silencio (porque no se sentían nada vinculados a los patricios en el poder) se ha decidido a hablar. Y los patricios están decepcionados por lo que les ha dicho la plebe. Querían saber lo que quiere la plebe y ya lo saben: la distancia entre lo que quieren los patricios y lo que quiere la plebe es muy grande.  
Pero no es la decepción de los políticos lo que me importa, sino la decepción de la Iglesia en Cataluña (bueno, seamos justos: del alto y del bajo clero de Cataluña), mucho más abismal. Aún se está preguntando mucha gente por quién doblan las campanas de Novell. Porque aunque con graves desequilibrios, el patriciado que maneja el poder en Cataluña, es un relativo reflejo de la diversidad de la plebe (una diversidad tendente a la uniformidad que ellos han moldeado): la proporcionalidad se acerca más a la verdad en la medida en que los políticos se inclinan a la plebe (ciudadanía la llaman algunos) en vez de emplear todos los recursos para inclinar la plebe hacia ellos.
Lo que me importa resaltar aquí es cómo la Iglesia en Cataluña (perdón, el clero con su jerarquía) han violentado la realidad de la plebe muchísimo más que los políticos (porque como plebe los han tratado). En efecto, viendo la inequívoca inclinación política del clero y de su jerarquía, cualquiera se imaginaría que esa inclinación mayoritaria responde a la inclinación mayoritaria de los fieles. Pues resulta que no: las inclinaciones políticas de la inmensa mayoría del clero coinciden con las inclinaciones políticas de una ínfima minoría de los fieles. Sí, sí, realmente ínfima. Eso no tendría la menor importancia si el clero con su jerarquía no hubiese aprovechado la iglesia y los colegios como plataforma no sólo para promocionar, sino incluso para imponer tanto en la iglesia como en los colegios su opción política. Es decir que ni con esas.  
Y como la religión trabaja en régimen de pensamiento único y uniforme en torno a los pastores, creían éstos que con su pensamiento político funcionaría la misma inercia: pero no. Los fieles saben distinguir perfectamente en el pastor el pensamiento religioso (en el que no están dispuestos a admitir originalidades, porque cuentan con que sea pensamiento único), y el pensamiento político, en el que no están dispuestos a admitir el pensamiento único aunque se lo quieran imponer el cura en la iglesia y el profesor en el colegio.
Los sacerdotes y los obispos han estado cultivando los mismos vicios de los políticos, pero elevados a su más alta potencia. Y así se han visto actuando como pastores de un rebaño totalmente inventado, porque no era el real: de manera que su rebaño y su pastoral han ido siendo cada vez más virtuales, cada vez más alejados de la realidad.
Decepcionados, claro que sí. Pero una vez más el que estaba engañando con todo su cinismo, se lamenta diciendo que se siente decepcionado: es decir que le han estado engañando. ¿Quiénes? Pues las víctimas de sus engaños, que cuando les han preguntado han respondido con toda claridad que no les compran las mentiras con que han estado engañándoles. El clero independentista (Cristians per la Independència y todos esos) se siente profundamente frustrado. Ven que el pueblo no les sigue. Quizá les sirva este desengaño para abrir por fin los ojos y darse cuenta de que si los fieles acuden a la Iglesia, no es para que ésta les lleve por las sendas de la política, sino por los caminos de Dios.
Estamos ante un clero y una jerarquía (el más audaz y original, Novell) en evidente posición de abuso. Porque si los fieles se ponen en manos de la Iglesia representada por el clero y los obispos, es para que ésta labre en ellos el campo de la fe. Pero estos pastores fraudulentos han aprovechado su ministerio religioso para imbuirles otras doctrinas a los fieles: pensaban que la misma disposición que tenían éstos para oír de su boca la palabra de Dios, la tendrían para dejarse arrastrar por los derroteros de la política. Y he aquí la gran decepción: se han quedado sin auditorio. Ellos que cuando ejercieron de servidores de Dios y de la Iglesia, tuvieron carisma y fueron seguidos por los fieles, se extrañan de que al hablar de política no tengan igual carisma. La vanidad les impide ver que el carisma no estaba en ellos, sino en el mensaje que transmitían. Se pensaron, vanidad de vanidades, que era la virtud del mensajero y no la del mensaje, la que movía a los fieles. Por eso su decepción es tan enorme.
 ¿Y qué piensan hacer todos éstos si han fracasado en los dos campos en que eligieron actuar? El de la Iglesia lo abandonaron y lo supeditaron a la política. El éxito político podía consolarles de su fracaso sacerdotal. ¿Y qué harán ahora que se enfrentan a su fracaso político? ¿Volverán al camino de la Fe y de la Verdad? Eso, sólo Dios lo sabe. Lo que sí es cierto es que los sacerdotes que cumplían su ministerio en silencio sin hacerse notar para no soliviantar a los que defendían las posiciones del poder tanto político como eclesiástico, estos sacerdotes respirarán aliviados ante el veredicto de la plebe, que ha dicho que el porcentaje de pueblo nacionalista es infinitamente menor que el porcentaje de clero y jerarquía nacionalista.
Lo que resulta paradójico es que un clero y una jerarquía tan mayoritariamente nacionalistas (no olvidemos la “Conferencia Episcopal Tarraconense o Nacionalista” y sus documentos totalmente volcados en la construcción de la Nación, mucho más que en la del Pueblo de Dios); resulta paradójico, digo, que esa jerarquía y ese clero tan politizados pretendan servir a un pueblo que al menos en su mitad está frontalmente en desacuerdo con esa singularísima política clerical: a un pueblo que políticamente al menos, los ha dejado plantados y que les ha causado una profunda decepción con este plebiscito. ¿Pillados por sorpresa? ¿Sorprendidos? ¿Engañados los engañadores? ¿Embaucados los embaucadores? ¿Defraudados los defraudadores? Eso parece. ¿Pero veremos algún arrepentimiento o algún sentido de vergüenza? ¿Veremos después de todo alguna reacción constructiva o se mantendrán en el sostenella y no enmendalla? ¡Dios dirá!    

Cesáreo Marítimo

La Glosa Dominical de Germinans

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 Reflexión a modo de notas hacia dónde nos orienta la liturgia del domingo
C:\Users\FRANSESC\Desktop\Jesus-fariseos-divorcio.jpgLO QUE DIOS HA UNIDO, NO LO SEPARE EL HOMBRE
Con el evangelio de este domingo, Jesús continúa la serie de enseñanzas que ofrece a la multitud y a los discípulos sobre varias cuestiones y problemas que pueden presentarse en la vida y en la comunidad cristiana.
La ocasión se le presenta, en este caso, gracias a una pregunta-trampa de los fariseos sobre  si es lícito a un marido repudiar a la propia esposa. Que el repudio fuese admitido comúnmente por la legislación mosaica es cosa conocida. Sin embargo no había consenso en la interpretación de la expresión “si el marido ha encontrado en ella algo vergonzoso” (Deuteronomio 24,1).  Lo discutido pues, versaba sobre qué pudiera ser definido como tal, de manera que el marido escribiese un acta de repudio (acta de divorcio) y entregándosela en mano la echase fuera de casa.
Se enfrentaban sobre todo dos famosas escuelas rabínicas: la más rigorista, de Rabbí Shammai, que admitía la licitud del divorcio sólo en caso de adulterio de la mujer; y la más laxista, de Rabbí Hillel, que añadía al primer motivo cualquier otra cosa que pudiese desagradar al marido (p. ej. “que el hombre ya no encontrase nada de hermoso y agradable en ella” o también que la mujer no le cocina de la manera habitual o si se equivoca en el caldo o le quema una vianda. Incluso un defecto de la mujer, aunque fuese involuntario, o el aburrimiento de ver cada día la misma cara. Según otro maestro, el Rabbí Akkiba, una razón suficiente podría ser el haberr encontrado una mujer más bella.
Pero por lo que sabemos, en aquella época concreta lo que la mayoría seguía era la enseñanza del gran Hallel y de su escuela, de modo que prácticamente no había mujer que pudiera evitar legalmente el acta de repudio.
C:\Users\FRANSESC\Desktop\imagesWIYQISPR.jpg
Se dice que los fariseos, como en otras ocasiones, presentan esta pregunta a Jesús para ponerle a prueba, es decir para constatar de qué lado inclina la balanza o quizás incluso para que tome partido ante Herodes, que había repudiado a su primera mujer para casarse con Herodías, hecho fuertemente criticado por Juan Bautista. Si de hecho la ley consentía todo lo dicho, en cambio persistía en Israel una corriente profética que condenaba vivamente el divorcio. Véase Malaquías 2, 15-16: “¿No ha hecho el Señor un ser único, carne animada de vida? Y este ser único, ¿qué busca? Una descendencia divina. Respetad vuestras vidas y no seáis infieles a la esposa de vuestra juventud. Pues el que se divorcia de su mujer porque la odia -dice el Señor, Dios de Israel- cubre de violencia su vestido -dice el Señor todopoderoso-. Respetad vuestras vidas y no seáis infieles”
Pero Jesús, como otras tantas veces en las que se le implica en un debate, supera el callejón sin salida del legalismo. No responde directamente a la pregunta, señala que la prescripción del Deuteronomio fue necesaria por la dureza del corazón de los hebreos, expresión clásica del Antiguo Testamento para indicar la insensibilidad de la conciencia, la fragilidad pecadora, la obstinada infidelidad a Dios. “Al principio de la Creación, Dios los creó hombre y mujer…y los dos serán un sola carne…no separe el hombre lo que Dios ha unido”
He aquí pues la respuesta de Jesús: Él recupera el proyecto originario del Creador, admirablemente descrito en la primera lectura de este domingo, del libro del Génesis. Para superar la soledad del hombre, el Señor Dios crea un ser diferente a todos los otros, sacado de la carne misma de Adán. Existe pues una nexo profundo entre ambos, que los diferencia tanto del mundo animal como del divino, pero que al mismo tiempo los une en un modo del todo peculiar, de manera tan fuerte que cuando Dios conduce a la mujer al hombre, éste manifiesta un estupor gozoso porque reconoce en ella una parte de sí mismo, de su misma naturaleza, diferente de la de los animales, y en el encuentro nace también la posibilidad de la comunicación. Por vez primera Adán habla.
“Por ello –prosigue el texto del Génesis citado por Jesús- el hombre abandonará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne”. Subrayemos que los dos verbos hebraicos usados para indicar la unión entre el hombre y la mujer no significan únicamente la unión sexual, sino mucho más: hablan de una adhesión a la persona plena, en una relación de amistad y solidaridad: es la reciproca donación total, hasta formar una sola cosa, una sola persona, una unidad que no se extinguirá ni con la muerte, porque “ el amor es más fuerte que la muerte” (Cant. 8,6)
Jesucristo en su respuesta había citado también el Génesis 1,27 (Dios creo al hombre a su imagen, hombre y mujer los creó) es decir que la pareja humana en cuanto tal es imagen de Dios, y en su naturaleza expresa incluso aquella realidad de la alianza que es el don más grande hecho por Dios a los hombres. La voluntad creadora de Dios a la que Jesús se refiere es crear al hombre a su imagen como varón y mujer, y fundar por tanto la unidad indisoluble del matrimonio: “Así pues, no separe el hombre lo que Dios ha unido”
Esta es la visión del matrimonio que la comunidad de los orígenes había deducido de la enseñanza del Señor y que la diferenciaba netamente del judaísmo. Esta es la doctrina que la Iglesia posteriormente siempre ha anunciado. Es natural que nos preguntemos como volverla a proponer hoy, en una sociedad en la que en las últimas décadas tanto los divorcios como las separaciones han aumentado vertiginosamente. Y donde apenas un 10% de los europeos han declarado estar de acuerdo con las enseñanzas de San Juan Pablo II sobre la negatividad del divorcio.
C:\Users\FRANSESC\Desktop\large.jpg
Una respuesta la podemos encontrar en la misma página evangélica. Notemos que la enseñanza sobre el matrimonio, Jesús no la imparte ni en la primera predicación en Galilea ni en medio de las controversias con los fariseos, sino únicamente a partir del momento en el que Él es reconocido como Mesías, como Hijo del Hombre llamado a una entrega de sí mismo hasta la cruz. Esto es como decir que esta enseñanza se inserta en la global propuesta de la vida cristiana, que implica dificultades, sufrimientos y “cruces”. En el caso específico de los cónyuges, éstas consisten en el esfuerzo constante por encontrar vías de entendimiento, comprensión y disponibilidad del uno hacia el otro; volver a empezar cada vez que algo se tuerce o incluso se rompe.
Pero Cristo continuamente ha prometido permanecer junto a nosotros, con su gracia y con el don de su Espíritu. Jesús hizo su primer milagro en Caná para salvar la felicidad de aquellos esposos. Cambió el agua en vino y al final  estuvieron de acuerdo en afirmar que el vino servido por último era el mejor. Jesús hoy está dispuesto, si es invitado a la boda, a obrar de nuevo este milagro y a hacer que el vino último -el amor y la unidad de los años de la madurez y la ancianidad- sea aún mejor que el de la primera hora. 
Fr. Tomás M. Sanguinetti

Crisis sacerdotal en Cataluña: Apaños y remiendos, no auténticas soluciones

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Encuentro sacerdotal en el Real Monasterio de Santa María de Poblet (2013)
La penuria de sacerdotes es hoy en día un dato indiscutible en todos los países de Europa Occidental, resultado de la situación en que se encuentra la Iglesia Católica. Es un hecho que cada vez hay menos ordenaciones y que la tendencia, si no se pone solución, va a más y se mantendrá en los próximos años. La escasez actual de sacerdotes ha empujado a la Iglesia, en algunas diócesis de Cataluña, a nombrar asistentes pastorales y diáconos permanentes; pero no se oyen voces que respondan a la cuestión de saber por qué la Iglesia tiene necesidad de sacerdotes.
El escaso número de seminaristas y consecuentemente de ordenaciones y el aumento de decesos de sacerdotes diocesanos, son los dos factores que principalmente influyen en la evolución numérica del clero diocesano en Cataluña. Los sacerdotes que mueren son cuatro veces más que los que se ordenan. La pirámide de edades de los sacerdotes diocesanos juega un papel esencial para pronosticar la evolución de los efectivos ministeriales en Cataluña. Queda patente un neto envejecimiento: uno de cada dos sacerdotes diocesanos ha superado la edad de jubilación. El envejecimiento más notable se registra en las diócesis de Urgel, Solsona, Vic, Lérida y Gerona. Las tres diócesis de la conurbación barcelonesa (Barcelona, Terrassa y Sant Feliu de Llobregat) así como las de Tarragona y Tortosa, a pesar de resentirse de la falta de clero, no presentan datos tan profundadamente angustiosos. Hasta aquí los datos.
Pero lanzarnos a considerar la evolución del número de sacerdotes diocesanos en las diócesis catalanas por ella misma, sin proceder a una reflexión sobre los cambios profundos que ha conocido el contexto religioso y social en nuestra tierra durante estos últimos cincuenta años, nos expondría a una mirada unilateral sobre la realidad.  Sin embargo, analizar las causas únicamente bajo el prisma de la sociología pastoral, como hacen algunos obispos, no es suficiente. Existen buenas razones para comprender que el debilitamiento en el relevo sacerdotal se encuentra estrechamente ligado a las mutaciones que se han producido en la sociedad y en la Iglesia en general durante el transcurso de las últimas décadas. No es un fenómeno que responda a una única causa. Analizo algunos factores posibles. En concreto ocho: 

  1. La desintegración del ambiente católico: en el curso de los últimos decenios, Cataluña se ha convertido en una sociedad pluriconfesional debido a la inmigración de un número considerable de personas con otras convicciones religiosas; y consecuentemente la Iglesia ha sido privada de una base importante para el reclutamiento sacerdotal. Añadamos a eso que cada vez más individuos se sienten libres de seguir su propio camino en materia religiosa, y un buen número de personas conducen su vida sin dejarse influenciar por la religión. El movimiento ecuménico, que tiende a una desconfesionalización, no es extraño a este desmoronamiento del ambiente eclesial.

  1. Menos familias numerosas: Con la disminución de los nacimientos, el deseo de que uno de los hijos sea sacerdote o entre en una orden religiosa, ha disminuido entre los padres católicos. Además en la percepción moderna de la libre elección consentida -al menos en una gran medida- de la profesión, ha hecho que la mayoría de gente haya arrinconado la idea de que Dios haya predestinado a una persona para  una profesión.

  1. El sacerdote es sólo uno más: El sacerdote católico se ha visto privado de su estatus para convertirse únicamente en un proveedor de sentido de la vida entre otros, en el mercado cada día más vasto de interpretaciones religiosas y seculares del mundo y de la vida. El abandono del latín en provecho de las lenguas vernáculas ha permitido un acceso al saber religioso: en particular, en el marco de la celebración de los ritos. Esto conduce a pensar que vendrá el día en que los responsables de las parroquias se confundirán con los sacerdotes, ejerciendo cada vez más funciones en ese ámbito. En muchos lugares es sólo cuestión de tiempo.

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  1. El ministerio está en crisis: A ello contribuye la cada vez menor credibilidad de los responsables eclesiales (obispos, sacerdotes…) Además una de las razones de la crisis reside en el errático estatus reservado al sacerdocio en el seno de la Iglesia por los textos del Vaticano II. A menudo el que preside y estimula esa trivialización del ministerio sacerdotal, es el mismo sacerdote; y no pocas veces es lo que le han imbuido en el seminario.

  1. El analfabetismo religioso: los cambios operados en el seno de la sociedad se reflejan en el fuerte retroceso de la práctica religiosa. Un analfabetismo religioso creciente especialmente entre las jóvenes generaciones. Esta es la razón por la que el número de los jóvenes y los adultos unidos a la vida de la Iglesia, se reduce dolorosa y vertiginosamente. La Iglesia no consigue suscitar vocaciones en el seno de una población en la que no para de crecer el número de personas que jamás se ha visto beneficiada de una socialización religiosa en su infancia.

  1. La ausencia de modelo: Los candidatos potenciales al presbiterado necesitan modelos. Un clero envejecido y algunos contactos esporádicos con sacerdotes activos, no son muy propicios para suscitar entusiasmo para la entrega y dedicación de toda la vida al ministerio. Por otra parte, el hecho de la precariedad de su papel, que en cierto modo es suplantado o complementado por los laicos que ejercen de agentes pastorales en las parroquias y por los diáconos permanentes, actúan como freno para quienes se sienten llamados al ministerio sacerdotal. Un ministerio cada vez más diluido entre la gran variedad de co-sacerdotes y co-sacerdotisas en cuyas manos está el culto católico.  

  1. C:\Users\FRANSESC\Desktop\chartes61.jpgLa contradicción con la vida moderna: empezando por la vida moderna de muchos sacerdotes. Existe un dilema fundamental para el sacerdote de hoy en día. Este encarna una tradición específica que se encuentra en cierta medida en contradicción con la vida moderna. Continuamente se debate entre los ideales de la Iglesia (con la tensión entre los ideales de clásicos y los modernizadores) y las necesidades y deseos de los creyentes. Día tras día tiene que hacer un ejercicio de equilibrismo entre la fe y el mundo, lo que provoca que el ministerio sacerdotal pierda cada vez más su atractivo.

  1. La cuestión del celibato: El celibato va en contra de las tendencias de la sociedad. Implica no sólo la obligación de renunciar al matrimonio, sino de dedicarse por completo a Dios y  a la Iglesia. La renuncia voluntaria a la vida sexual y a la pareja (con la reivindicación también dentro de la iglesia de las nuevas formas)  es sospechosa a los ojos de muchas personas y puesta en entredicho.
Evidentemente todo esto debiera constituir un hermoso desafío para obispos, sacerdotes y fieles. Y si bien es cierto que vistos los cambios sociales y las circunstancias eclesiales no pueden perpetuarse modelos de solución netamente obsoletos, sí que es necesario salvar y volver a proponer fragmentos del pasado. Hay que volver a examinar las ruinas del edificio de la Iglesia y recuperar elementos brillantemente positivos de antaño. Hay que fijarse en el presente, sí; pero volver a la herencia que había sido abandonada y darle nuevas posibilidades para hoy día. Por otra parte los obispos no pueden rezar por las vocaciones y llevar a cabo actos susceptibles de destruir esas mismas vocaciones. La deserción de los creyentes, de los que somos responsables, pesa sobre nuestros hombros. Tenemos que trabajar sin descanso por una Iglesia que goce de credibilidad. Y contar siempre con toda esa suerte de acontecimientos tanto negativos como positivos que en todo orden afectan y afectarán a la Iglesia en el futuro. Hay que darlos por descontado como en las Bolsas y mercados financieros.
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El obispo de Raleigh con sus 21 seminaristas diocesanos
En este estado de cosas, los obispos y los sacerdotes deben abandonar todos los complejos para llevar a cabo la experiencia de la Tradición, que hizo nacer un gran número de vocaciones y no pensar que son cosas del pasado. Las diócesis, como la de Raleigh en Carolina del Norte (Estados Unidos), que vuelven a una orientación más tradicional, son las que tienen más vocaciones. Y sólo cuenta con 250.000 católicos registrados.
La jerarquía y buena parte del clero deben arrinconar ese horrible lenguaje frío y tecnocrático al que nos tienen acostumbrados y presentar la vocación sacerdotal como un testimonio de Cristo y de fidelidad al Evangelio, sí; pero también aceptar aquello que la Iglesia reconoció como suyo y que fue relegado al olvido. Aceptarlo como un regalo para los tiempos presentes y futuros que puede hacer cambiar la situación. De otro modo, que se olviden de primaveras eclesiales. Con o sin Francisco. 

Prudentius de Bárcino

La culpa fue de Edu

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Cuenta Albert Boadella que su genial Ubú President fue superado por la realidad de la confesión de Jordi Pujol, pero si el autor teatral catalán hubiese ideado una obra sobre el Procés también se habría quedado corto. Seguro que habría introducido un sketch sobre la presencia de un supuesto representante del Vaticano apoyando la independencia catalana. No obstante, una vez más, la realidad habría superado la ficción. Ni la más mordaz de las sátiras podía imaginar a un minutante polaco de la Congregación de la Doctrina de la Fe entrevistado por Mónica Terribas, el cual, a los pocos días, se confiesa homosexual, presenta a su novio, funcionario de la Generalitat de Cataluña, y es expulsado sin contemplaciones y por la vía rápida de su modesto cargo en la Santa Sede. 

La bufonada no ha podido ser mayor. Resulta que Cris el minutante no sólo no era el importante cargo de la curia romana que defendía el derecho a la independencia, sino que únicamente se mostraba a favor de la misma porque su novio era un furibundo independentista catalán. Cuestiones de amor y no de derecho. Ahora resulta que a la supuestamente sabia Mónica Terribas le colaron el notición de que un representante del Vaticano avalaba el proceso independentista catalán, cuando ese representante vaticano no era más que uno de los 47 minutantes de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cuyo conocimiento de Cataluña se limitaba a que se había enamorado rabiosamente de un independentista catalán.
PAPA FRANCISCO cristians per la independenciaLa culpa fue de Edu. De Eduard Planas, el novio de Cris, que se ha presentado este fin de semana a bombo y platillo. El independentismo de Cris era cuestión de alcoba. Con el entusiasmo que había sido recibido en las redes sociales del nacionalismo eclesial. Con el comisario Armengol y sus Cristians per la Independència botando de alegría. Con el ingenuo de Josep Torrens de Església Plural manifestando que eran unas declaraciones muy importantes. Con el padre de la Terribas publicando en Twitter que conocía al minutante y era un teólogo muy importante. Incluso con el pretendidamente sagaz Enric Juliana mentándolo en un artículo  sobre la Iglesia y el Procés.

Si es que en el fondo son unos pardillos. Llevan cuatro años suspirando por un apoyo de Roma y cuando logran uno, modestísimo, resulta que no pasa un mes que lo expulsan inmisericordemente de los organismos vaticanos. Han hecho caso omiso a las declaraciones del papa Francisco de que “el independentismo catalán hay que tomarlo con muchas pinzas”. No se han enterado de que el propio Vaticano no está designando ningún obispo catalán y sigue cubriendo las vacantes episcopales (Tortosa y Lérida) con prelados valencianos. Manipulan los escritos de los papas, hasta llegar a la zafia manipulación de incorporar una foto del actual pontífice en sus pasquines. ¡Con la simpatía que le produce esto al Papa! Pero ellos siguen erre que erre en un mundo ideal. ¡El mon ens mira!, dicen. Como si el Papa antes de ir a celebrar misa a Santa Marta se conectase cada mañana al Ara y al El Punt-Avui. Si el único que les ha mirado con simpatía era un minutante polaco enamorado perdidamente de un independentista catalán. Tan perdidamente que ha comprometido su cargo y probablemente su sacerdocio.

Porque esta es otra. Al pobre Cris Cataluña se le ha quedado pequeña en menos de un mes. Sea por su afán de notoriedad o por las locuras del enamoramiento, ha decidido presentarse como paladín del homosexualismo en la Iglesia. ¡Y el día antes de que se iniciase el Sínodo! Esa sí que es una determinación audaz y no la del independentismo catalán. Ahora lo conoce todo el mundo y es portada en todos los periódicos. Ahora comprueba la levedad e insignificancia de una entrevista con Mónica Terribas. La que ha liado Edu. 

Oriolt

Sor Lucía Caram, miembro del Patronato de la Fundación del Fútbol Club Barcelona

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Algunos de los miembros del nuevo patronato de la Fundación del F.C. Barcelona, en las oficinas del club
Hacía días que no oíamos hablar de Sor Lucía Caram, se había mantenido completamente al margen en las elecciones al Parlamento catalán, algo sorprendente teniendo en cuenta su declarado sentimiento independentista  y su enamoramiento de Artur Mas (como ella misma ha reconocido). A ello sin duda ha contribuido un  monitum  vaticano a sus actividades de tan poca clausura (del que acusó al gobierno del PP, a Germinans y a otras webs similares), y también el fiasco de la otra monja mediática Sor Teresa Forcades, salida del convento para hacer política y rechazada por todas las listas que ella quería encabezar.

Pero la monja inquieta, que nada tiene que ver con Santa Teresa, ha aceptado ahora un cargo dentro de su amado club balompédico: El Fútbol Club Barcelona, concretamente formar parte del Patronato de su Fundación, que preside lógicamente Josep María Bartomeu, actual presidente. No es de extrañar el ofrecimiento a alguien que participó activamente en la campaña electoral a favor del actual mandatario, en contraposición al otro contrincante, Joan Laporta, que contaba con el apoyo del Rvdo. Josep Maria Ballarín, que después sí participó en política en las listas independentistas de Junts pel Sí. Lo que sorprende es que la religiosa haya aceptado el cargo, uniéndolo a tantísimas responsabilidades y actividades que tiene fuera del convento.

Bertone, retransmitiendo un partido de la Juventus
Es cierto que a los ojos de Roma, ser amante del llamado deporte rey no es algo excesivamente criticable, es algo distinto que el entrar en política, sobre todo, si desde ésta, se defienden postulados que nada tienen que ver con la doctrina de la Iglesia. Allí tenemos por ejemplo a S.E.R. el cardenal Tarcisio Bertone, que es un hincha declarado de la Juventus, llegando al extremo de retransmitir partidos de fútbol para una radio local en su etapa de arzobispo, antes de llegar a los más altos cargos de la Curia Vaticana.

El problema de Sor Lucía es que todo lo que hace lo lleva a ese extremo tan populista argentino, que sólo genera adhesiones o críticas durísimas, cuando se supone que una religiosa de clausura debe crear en cualquier interlocutor paz y sosiego. Porque se puede ser de un equipo de fútbol, como muchos clérigos y religiosos lo son, pero llevar ese sentimiento con discreción, sin mirar de ofender a los rivales que se sienten admiradores de otros equipos de fútbol. La religiosa no es nada prudente y sus comentarios por las redes sociales cuando hay un partido del F.C. Barcelona contra el Real Madrid son más propios de un camionero (con respeto a los de esta profesión) con jarra de cerveza en una mano y puro en otra, que no de una monja de clausura.

Y sobre todo no se puede entrar en esa peligrosísima dinámica de mezclar religión y deporte, como peligroso es unir política y religión, porque las aficiones deportivas hacen salir muchas veces los sentimientos más bajos de las personas, como hemos visto en la violencia en los estadios o en las muertes entre aficionados de varios equipos.

Por eso no se puede afirmar algo como "No ser del Barça es un pecado", como hace Sor Caram, porque los millones de católicos que no pertenecen a este club pueden sentirse ofendidos. Pero no sólo eso, veamos algunas de las otras respuestas que en una entrevista la religiosa dio sobre el tema:
¿No es banal rezar por el Barça?
Se puede rezar por el Barça. La plegaria es abrir el corazón y pedir. Yo no soy tanto de oraciones como de hablar con Dios, de pedir.  Hay que vivir con pasión lo que hacemos cada día. El Barça ha conseguido unir a todo un país. El Barça es una forma de ser, de actuar, de vivir, de pensar...

Messi es Dios, dicen algunos...
Messi, cuando juega, lo hace tan perfectamente humano que roza lo divino. Es un reflejo de la perfección.

¿Se puede tener rabia a Cristiano Ronaldo?
No tenerle simpatía a un jugador puede ser una virtud porque encarna lo contrario que Messi: soberbia y prepotencia. 

Y una última cuestión, cuando en aquella entrevista del año 2013 se le pregunta por el entonces presidente Sandro Rosell, responde: "conozco al presidente Rosell, una persona de una gran lucidez y transparencia". ¡Qué buena vista la de la religiosa!, recordemos que el presidente Rosell tuvo que dimitir de su cargo, implicado por el asunto de la contratación del futbolista brasileño Neymar Jr, en el que se produjeron importantes irregularidades y fraude fiscal, motivo por el que fue procesado por el juez Ruz.

Antoninus Pius 

Segis pasa de su parroquia de Mataró, como Sistach del obispado de Barcelona

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Mn. Segimon García y el cardenal Sistach se abrazan en la Misa de las Santas de Mataró de 2014
El pasotismo de Sistach con su diócesis y el hartazgo de sus sacerdotes hacia su persona se trasladan también a nivel parroquial como por mimetismo. 

Los feligreses de Santa María de Mataró están hasta el gorro de su párroco pasota, contando los días que pueden faltar para el relevo de Sistach a ver si con un nuevo prelado se nombra un nuevo párroco y se libran de este personaje.

Sin poder acudir a ninguna instancia de protección pues fue el mismo Sistach quien impuso a Segis en Santa María para que le vigilara el gallinero, y con el nuncio de Madrid demasiado lejos, solo cabe esperar el nombramiento de un nuevo obispo para Barcelona.

Segis pasa de su nuevo diácono  
Mn. Carles Ballbé, nuevo diácono destinado a Mataró
Hemos recibido una carta denuncia que transcribimos:

Acaba de llegar a la parroquia de Santa María un diácono, Carlos Ballbé Sala, pedido a la carta por el vicario de la misma, el vicario apodado por la feligresía como Mn. Birras (ver artículos de esta web de El vicario elector de 22 de julio de 2015 y Las parroquias históricas de Mataró a la deriva, 3 de febrero de 2015). 

Estamos preocupados por la persona del nuevo diácono y su formación como futuro sacerdote sin buenos sacerdotes a su lado a tenor de las irregularidades que se pusieron de manifiesto en su peculiar ordenación y venida a Mataró y por el ambiente clerical adulterado que se respira en la rectoría de Santa María. 

Carles Ballbé concedió una entrevista a Catalunya Religió donde no se explica el menú a la carta que Turull le ha permitido en su etapa de formación y su peculiar ordenación express. 

El periodo formativo del nuevo diácono de Santa María podría llamarse, como hemos dicho, de "Seminario a la carta", una nueva modalidad del sinn de peculiaridades que allí experimentan, como el magistral gol de Mn. Frigola de evitar la dirección espiritual por el mismo Seminario de los seminaristas que entran del brazo del Opus Dei (para mayor bien de los mismos, todo debe decirse).

Carles Ballbé Sala, conocido como "Litus", fou ordenado diácono el pasado 24 de Setiembre en la Sagrada Familia. Nos formulamos una pregunta:

¿Cómo acaba este joven en el obispado de Barcelona si su seminario es el de Terrassa? Quizás por el hecho de que Litus quería estar en misa y repicando, mejor dicho, en misa y jugando. Así pues, después de que el seminario de Terrassa, en un ataque de cordura, plantease al joven dejar el deporte para dedicarse íntegramente a su vocación y éste propusiese múltiples opciones de seminario, nuestro amigo Litus se queda compuesto y sin seminario. Pero no estaba todo perdido, va a llamar la puerta de Mn. Turull y... Caramba! Como en el seminario de Barcelona lo cogemos todo, y esto no iba a ser una excepción, allí empezará a planificarse los próximos años en la casa de las vocaciones, habéis leído bien: no se los planificará ni el rector, ni el cardenal, ni los formadores... será él, el que trace su camino.

Después de diversos años de "estar y no estar" en el seminario, de ir a clase de higos a brevas, de que el contador del agua de su habitación diera como gasto 0 litros, Litus, que tiene muchas ganas de viajar, se va a jugar a Bélgica y toda su formación religiosa se basará en vivir en una parroquia; es decir, ir a vivir en régimen de Pensión Completa. Después de este magnífico año en que el joven entra y sale cuando quiere y hace y deshace a su antojo vuelve a Barcelona a empezar a formarse de verdad, "sin hockey y sin nada" leemos en Catalunya Religió. El chico en dos años, bajo un ataque de ordenaciones del cardenal, es ordenado diácono. Como si tuviese un pase express o algo parecido, en dos años ordenado.

De forma sorprendente, esta información –que no es menor-, no sale en la entrevista de Catalunya Religió. Esto es el Seminario de Barcelona del binomio Sistach-Turull, un menú a la carta para aquellos que son más iguales que los otros

Pero la cosa no acaba aquí, ¿cómo llega Litus a Mataró? Como quien va al super, el "vicari petit" de la Basílica de Santa María de Mataró, Mn. Josep Teixidor, alias Mn. Birras, quiere que Litus venga a sus parroquias de Mataró. Allí es donde Birras hace y deshace jugando con el párroco Segis al juego de la gara gara.

El Cardenal actúa como hada de los deseos y vía Segis actuando de correveidile, Litus acaba recabando en las Parroquias históricas de la capital del Maresme como si fuera un paquete. Él, que ha sido jugador, acaba como una pelota. Y lo peor, puede acabar como un pelota.

El peligro que queremos alertar a Litus es que en Santa María y San José va a desarrollarse una etapa fundamental de su vida y que en vez de encontrar sacerdotes que le acompañen como futuro sacerdote, se va encontrar atrapado en la dinámica absurda y autodestructiva que ha propiciado Sistach en Mataró, poniendo al pasota Segis como párroco de las dos parroquias históricas de Mataró y vicario episcopal de zona.

¿Qué de bueno va a aprender al lado del pasota Segis? No va acabar atrapado entre la holgazanería y la actividad extra-parroquial más famosa entre el clero joven de la basílica, la de ir a beber cervezas hasta las tantas de la noche y pasearse luego alegret por el casco antiguo de la ciudad ante los ojos de jóvenes y mayores (como la noche del 1 al 2 de enero de este año 2015). No le deseamos que repita la prosaica escena que se vio en una ocasión de ver el intento de meter la llave en el cerrojo de la puerta de la casa parroquial y no lograrlo ni a la tercera, como aconteció una noche antes de la llegada de Litus a Santa Maria.

No será peligroso para Litus creerse en cuento que le han montado en la entrevista de Catalunya Religió en la que se afirma que se dedicará: a la catequesis (en la cuál cada día hay menos niños estando a punto de desaparecer); al despacho parroquial (que últimamente lleva un laico o se cuelga el cartel de "cerrado por vacaciones" a la mínima de cambio), a las plegarias de la parroquia (esto nos alegra especialmente porqué de lunes a viernes es imposible encontrar a ninguno de los sacerdotes titulares en las parroquias, recordamos que ninguna de las misas que se realizan de lunes a viernes en Santa María son celebradas ni por Segis ni por Birras).

También se dedicará a formar adultos y, por supuesto, será el encargado de llevar el “gran” grupo de jóvenes que tienen las parroquias, nótese mi ironía, puesto que en Sant Josep tan solo existen dos esplais que prestan más atención a las hojas de los árboles que a Dios, los niños que lo forman tan solo saben rezar el Padrenuestro. En Santa María no existe grupo de jóvenes prácticamente desde la Transición, así que poca faena tendrá...

Lo mejor para Litus seria pedir un traslado a otra parroquia, una que estuviera saneada donde encontrara buenos sacerdotes exigentes pero apasionados con su ministerio que pudieran compensar la manga ancha de consentimiento que le permitió Turull y que ahora verá prologada en la indolente casa rectoral de Santa María de Mataró. 

Joan Baratet
   
Segis pasa de su cofradía y de su nuevo seminarista 
El seminarista Xavier Alarcón comentando la lectura de San Pablo en la recepción de la Cofradía del Cautivo
Hemos recibido una segunda carta-queja que también transcribimos:

Sábado 3 de octubre. Procesión extraordinaria por las calles céntricas de Mataró de la Cofradía del Cautivo y la Virgen de los Dolores para celebrar el 25 aniversario de su fundación. Un gentío hace acto de presencia para acompañar el paso y recibirlo a la vuelta en su entrada a la Basílica. Ni Segis, ni Birras,ni Litus hacen acto de presencia en uno de los días más especiales para los cofrades. Sin nadie al frente, el Seminarista de la parroquia que ha entrado en el seminario hace tres semanas, se pone el alba y les da la bienvenida en el Presbiterio. Desconocemos si con permiso del párroco o sin él. Un chico que no lleva ni un mes de seminario teniendo que asumir la representación del clero parroquial por incomparecencia de éste. Una breve lectura de San Pablo y un minifervorín.

Que vaya con cuidado este joven que con la velocidad que están tomando últimamente las ordenaciones en la diócesis de Barcelona, el año que viene le nombran Obispo. 

El próximo 21 de noviembre en la catedral de Barcelona serán beatificados una veintena de capuchinos mártires en 1936 entre ellos Fra Rafel Soteras Culla, hijo de la parroquia de Santa María de Mataró. Como en el caso del benedictino de Montserrat Emilià Guilà Ximenes, Segis ha pasado  olímpicamente de la beatificación y no ha dado información alguna a sus feligreses, no fuera que despertase en ellos algún interés.

          Joan Birrassà y Demar

El Forum Alsina vuelve a la carga

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¿Que hará ahora el obispo Pardo?
El Foro Joan Alsina cree que, para hacer frente a la falta de vocaciones, es necesaria una "reforma a fondo" del ministerio sacerdotal que incluya, entre otros, el establecimiento del celibato opcional, la renuncia a la discriminación de la mujer y permitir una dedicación temporal. Además, critican que actualmente se hagan "celebraciones rígidas, llenas de signos y símbolos anacrónicos que no celebran ni proclaman el mensaje de Jesús", y lamentan la "mentalidad machista y patriarcal" del sistema.
En un comunicado hecho público ayer, pero que hacía meses que estaba gestándose, el Foro -que reúne un tercio de los curas de la diócesis- responde a una intervención del obispo, Francesc Pardo, del curso pasado, en la que alertaba de que la falta de vocaciones "es un problema de toda la diócesis, no es sólo un problema del obispo". Ante esto, el Foro Alsina ha querido hacer sus aportaciones y sugerencias para incrementar el número de vocaciones.
Por un lado, este grupo de sacerdotes gerundenses enumera una serie de actitudes que, a su juicio, no tienen futuro y se deberían arrinconar. Por ejemplo, critican "las celebraciones rígidas, llenas de signos y símbolos anacrónicos que no celebran ni proclaman el mensaje de Jesús", y lamentan la falta de propuestas estimulantes tanto en la catequesis como en la predicación. Además, denuncian una "mentalidad machista y patriarcal" en todo el sistema, y una "estructura de poder y control (especialmente de las conciencias) y de culto a la persona". Todo ello, indican, afecta a las parroquias, que están vinculadas a términos territoriales y arrastran "obstáculos" que les impiden convertirse en auténticas comunidades. 

El obispo Francesc Pardo
Ante esta situación, el Foro Joan Alsina propone una serie de sugerencias con el objetivo de "animar" a los fieles y acercarlos a la Iglesia. Para empezar, creen que hay que reformar "a fondo" el estatuto del ministerio sacerdotal, reforzando su función de servicio a la comunidad. En este sentido, creen que la elección de los curas debe basarse sólo en la idoneidad de la persona para la función y su reconocimiento por parte de los fieles a los que debe servir. Esto incluye el establecimiento del celibato opcional, la renuncia a la discriminación de la mujer en el sacerdocio y la aceptación de la temporalidad de la dedicación. Además, también creen que se debería "borrar" el etiqueta de imposición y obligatoriedad de la misa dominical como forma única y exclusiva de encuentro con Jesús y la comunidad.
En cuanto a las comunidades, creen que se debe promover la "participación responsable" de todos sus miembros y favorecer la formación de pequeñas comunidades que den un "testigo creíble" de comunión. Por otra parte, apuestan por buscar "cooperativamente" signos, símbolos y un lenguaje que sean comprensibles por la cultura de hoy. También quieren volver al bautismo su papel de "sacramento básico, principio y fundamento de toda experiencia de fe".
Los miembros del Foro opinan que todas estas aportaciones pueden ayudar a definir las vocaciones que se adecuen mejor a la Iglesia. Una Iglesia, piden, que "no se esconda ni pretenda imponer su proyecto y sus valores, sino que los proponga con credibilidad y osadía". Una Iglesia, concluyen que "elige el bando de los pobres y los más débiles, que, si ha de equivocarse, no lo haga nunca habiendo errado la elección".
*Escrito aparecido en el Diari de Girona, el 8 de octubre y firmado por Laura Fanals

La Glosa Dominical de Germinans

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Reflexión a modo de notas hacia dónde nos orienta la liturgia del domingo
C:\Users\SISTACH\Desktop\1281976839778_f.jpgDIFÍCIL PERO NO IMPOSIBLE
El evangelio de este domingo, con la bienaventuranza de la pobreza y el peligro anexo del apego a las riquezas, es una voz tan insólita, fuerte y decidida que escuece e induce a reflexionar sobre nuestra fe y acerca de la adhesión a estos juicios tan contrarios a los del mundo.
Hoy se habla mucho de pobreza y la solidaridad con los desheredados y marginados, por lo que resulta doblemente útil reflexionar sobre la palabra de Cristo que pone en guardia contra un espíritu de pobreza únicamente aparente. En el fragmento del evangelio encontramos tres pequeñas unidades: el episodio del joven rico y poco generoso, las reflexiones de Jesús con los discípulos sobre el problema de la salvación de los ricos, y finalmente la pregunta de Pedro y la consiguiente explicación del Maestro sobre la pobreza del discípulo. El joven rico puede felizmente afirmar que ha observado la ley: se considera un buen hebreo. Pero aún se encuentra lejos de ser un seguidor de Jesús. Para convertirse en discípulo hace falta ponerse en actitud de seguimiento, comprometer toda la propia vida, alejarse de las seguridades terrenas (que en realidad no son tales) y sobretodo de las riquezas. Sin embargo él no está dispuesto. Marcha triste, mostrando como es de difícil la situación espiritual del hombre apegado a los bienes frente a la llamada del evangelio y el problema de la salvación eterna.
C:\Users\SISTACH\Desktop\51.jpgDifícil pero no imposible. Dios lo puede todo: también salvar al hombre rico si este se abre a su gracia, acepta el don de la fe y coherentemente se libera, poco a poco, del terrible lastre que a la vez es obstáculo y barrera. La Madre Teresa de Calcuta, apóstol de la India, afirma incluso que es fácil ser pobre, pero con una condición: “Es sencillo para quien quiere imitar a Jesús (…) que sufre en los pobres de hoy. Vivir el evangelio se vuelve simple si tomamos en serio la palabra de Jesús, y si la cogemos por entero”.
Finalmente Pedro interviene presentando el ejemplo de los Doce que han dejado todo, acogiendo la palabra de Jesús. Y el Maestro tiene ocasión de explicar los motivos y las ventajas de la pobreza del discípulo: libertad total para seguir a Jesús y anunciar el evangelio siendo verdaderamente solidario con los pobres. Esta pobreza verdadera merece una felicidad (en otras situaciones puede ser un mal, fruto de injusticias o de otras culpas) 

C:\Users\SISTACH\Desktop\san paquito pobre.pngEl premio de esta pobreza del discípulo, subraya aún el Señor, es de naturaleza escatológica; sin embargo aparecerá ya de alguna manera en esta tierra, en la comunidad que ellos realizarán viviendo como con hermanos y hermanas. Así, parece concluir el Señor, quedará patente aquel conocido proverbio según el cual aquellos que en la sociedad parecen ser los primeros serán los últimos, mientras que los discípulos que en su pobreza parecen ser los últimos en este mundo, serán los primeros. Pero que no se engañen: no les faltarán persecuciones porque la realización completa del reino no tiene lugar aquí.
La primera lectura demuestra que el Antiguo Testamento ha sido verdaderamente una preparación al Nuevo. El fragmento del libro de la Sabiduría es una invitación a vivir desapegados de las cosas (riqueza, salud, belleza, etc…) para adherir a la verdadera Sabiduría de Dios, prudencia espiritual y atención a los verdaderos valores. Con el antiguo pueblo hebreo  en el salmo responsorial de la liturgia de este día pedimos la “sabiduría del corazón” que nos vuelve sensibles a la Palabra de Dios, de la que habla el autor de la carta a los Hebreos (segunda lectura) subrayando la eficacia. Esta, escriben los profetas, es como la lluvia que no cae inútilmente y obra para nuestro bien o nuestra ruina. Finalmente la sabiduría del corazón prepara día tras día al hombre para este encuentro (y para el consiguiente juicio y presentación de cuentas) del que nadie puede escapar y que nada puede eludir. 
Fr. Tomás M. Sanguinetti

El Cabildo de los horrores

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Izquierda: Guiteras (Deán) y Pérez. Centro: Serra, Gordo, Sistach, Turull y Vives. Derecha: Baró y Sabaté
La semana pasada dábamos cuenta del nombramiento inminente de Mn. Robert Baró (Bobby para amigos y adversarios), que fuera secretario personal y paje de nuestro n.s.b.a. Cardenal Arzobispo, como nuevo canónigo catedralicio. Hoy a tal designación hemos de añadir la de aquel que sucedió a Baró en el cargo tras la caída en depresión del mismo (causada por gandulitis crónica y maltrato psicológico del purpurado), su actual secretario Mn. Alfred Sabaté. Mossèn Schuhmacher, como cariñosamente le hemos llamado siempre, es un sacerdote de muy diverso talante. Humilde, trabajador, reservado  y discreto, además de ser cura de hondo calado espiritual.
Pero Sabaté tampoco ha podido librarse ni del estrés ni del tsunami emocional que el servicio a un personaje de carácter tan peculiar como Sistach le ha provocado. Como todos cuando nos hacemos mayores y vamos adquiriendo lucidez sobre nuestra vida y nuestras obras, nuestro Cardenal es consciente de lo fatigoso que ha sido el ministerio de Sabaté  junto a él. Y siempre permaneciendo callado y sumiso. Ahora que su marcha parece inminente (una vez haya acabado el Sínodo), lo agasaja con un nombramiento, que en su escala de valores constituye si no una recompensa, sí un reconocimiento de gratitud. Hasta aquí y en este particular, nada que objetar.
El problema es el término ad quem: el actual Cabildo catedralicio de Barcelona, que como es bien sabido parece la cámara de los horrores. Con el deán Guiteras presidiendo el colegio, con un sacerdote de  talante tan peculiar como Mn. Pérez Sánchez (J.R. para todos sin excepción), con el ambicioso Turull (todavía tenemos en la retina las imágenes de su solemne toma de posesión: con qué estilo quasi cardenalicio se movía con  las solemnes vestimentas de que fue revestido) apostado al acecho para suceder al deán en la dignidad tras su jubilación, con el poca-pena de Mn. Serra; a los que hay que añadir las figuras del Canciller Gordo y el imperturbable Vives, que es el machaca. Estos son los numerados. Ésta es la corte episcopal-cardenalicia de la diócesis. Componentes para un cóctel de toda clase de felonías, dada la cuantía de las rentas que administran, así como las fundaciones que están en sus manos.

El canónigo Turull
Lo que realmente le interesa a este singular colegio catedralicio no es la dignidad del culto en la Iglesia Madre Barcelonesa, sino el postín y el prestigio que representan el cargo y las prebendas anexas. No veo a Turull y a Bobby ejerciendo como penitencieros, chantres, lectorales o magistrales de nuestra Santa Iglesia Catedral Basílica. No son tampoco hombres de coro, sino más bien de caño. Y singulares administradores de tantísimos recursos puestos en manos de la diócesis, representada jurídicamente por ese variopinto colegio catedralicio.
¡Y cómo es de hipócrita la izquierda nacionalprogresista en nuestras latitudes! No nos podemos imaginar la que hubieran montado si el prejubilado Sistach, como castillo de fuegos de “final de fiesta” de su pontificado, hubiese nombrado canónigos a Monseñor González Agápito, a Mn. Francesc Prieto o  a Mn. Corts para completar el esplendor de la macro-ordenación en la Sagrada Familia de gente sin acabar los estudios, muchos sin ministerios (otrora órdenes menores), y sin observar los debidos intersticios entre diaconado y presbiterado: la solemnidad de la despedida lo requería. Si hubiesen sido esos los nombramientos, los curas del sistema hubieran armado la de Dios es Cristo. No los hubieran admitido ni para lampareros. Pero como los nombrados son de los suyos, callan como pulgas.
Entretanto nosotros permanecemos aquí, agazapados, en nuestros puestos de combate y ministerio, viéndolas venir y contándoos los acontecimientos a todos vosotros, nuestros queridos lectores y fieles seguidores, que no secuaces. La diócesis fenece y a este ritmo de sucesos, ni notario  se encontrará para dar fe de la extinción. Algunos sin embargo, cantarán el gori-gori como capiscoles. No darán para más. Iglesia peregrina de Dios. Primavera eclesial. Poble de Déu en marxa. Y fuga.

Prudentius de Bárcino

Parece que ahora sí

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Parece que ha llegado la hora. Digo parece porque la increíble capacidad del cardenal Martínez Sistach de alargar su substitución supera todos los registros. Con el tiempo deberá escribirse un libro sobre las múltiples ocasiones en que ha podido postergarla. Pero todas las fuentes indican que, pasado el Sínodo, con toda probabilidad en noviembre, Barcelona tendrá nuevo arzobispo. 

La primera noticia es que Vives se queda en La Seu d’Urgell. Así me lo cuentan mis informadores en la diócesis pirenaica y así lo deja apuntado, de forma algo críptica, el blog La Cigüeña de la Torre. Es notorio que mi querido amigo Pacopepe goza de muy buena información y sus vaticinios no suelen fallar.
Y después de dar tantas vueltas volvemos donde estábamos a principios de año: el Papa impone a su candidato. El candidato del Papa no ha sido otro que su amigo Omella y durante este 2015 la sucesión se ha ido debatiendo entre Omella y Sistach. Ganando Sistach. Cierto es que también se pensó en Omella como secretario de un súper-dicasterio que debería presidir el cardenal Maradiaga, pero la reforma de los organismos curiales avanza tan lentamente y encuentra tantas reticencias, que ni se habló de ella en la última reunión del G-8 cardenalicio. La creación de ese dicasterio ha quedado aplazada ad calendas graecas, a Omella le van pasando los años (nació en 1946) y el Papa no tiene la menor intención de dejarlo en un obispado menor como el de Calahorra. 

No obstante, otras fuentes me indican un nombre que podría constituir una auténtica bomba y que también está siendo valorado por la Santa Sede. Es un obispo valenciano, muy amigo del auxiliar Taltavull, que goza de la particularidad de poseer una calle en Barcelona. Si el Papa lo designase, el nombramiento tendría su lado ocurrente. Incluso podría parecer una jocosidad lunfarda. Una piolada, típica del doble sentido argentino. Sabemos que el papa Francisco tiene un innato sentido del humor. Ese humor criollo que parafrasea al viejo y conocido tango, ¡el que no llora ríe! Y no hay nada mejor que llorar de la risa. No me dirán que no tendría un doble sentido y una viveza porteña que, después de pasarse toda la vida con el lema ¡volem bisbes catalans!, el Papa nombrase al más auténtico bisbe català.

En estos momentos no es hora de entrar en análisis. Únicamente les cuento las últimas noticias que me llegan. Veremos si se confirman, aunque ya saben que en Germinans hemos dado en el clavo en numerosas ocasiones. La última con el nuevo obispo de Lérida. Si se corroboran, ya tendremos tiempo de valorarlas y de paso resetear todo lo que ha pasado en estos tres años y medio de prórroga y por qué se ha llegado a esta situación.   

Por último, vuelvo al principio: no desdeñen el extraordinario don que posee nuestro cardenal. Él se sigue resistiendo a aceptar la inminencia de la remoción.  Y tampoco sería disparatado pensar que puede demorarla una vez más. Con toda seguridad, ese aferramiento al cargo ha servido de tapón a la hora de promocionar a otros obispos residentes en estas tierras. Sistach se ha negado en redondo a promocionar un substituto. Après moi, le déluge.

Oriolt 

¿Más obispos valencianos? No. Por favor

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No tengo nada contra los valencianos, como todos los territorios de España, sus habitantes tienen cosas positivas y negativas, pero la experiencia de traer obispos valencianos a Cataluña ha sido un verdadero desastre, y aunque quizá lo bueno esté por llegar, (existe un obispo valenciano bueno y está en Alcalá) prefiero no jugármela otra vez, aunque sólo sea por una cuestión de claros antecedentes.

Saco este tema a colación a raiz de las informaciones (muy contrastadas) que mi amigo Oriolt nos proporcionaba en su artículo de ayer. Estoy totalmente de acuerdo con él, que el candidato de S.S. el Papa Francisco es Don Juan José Omella, pero sólamente la posibilidad de oir el nombre de un valenciano como candidato, aunque sea con pocas posibilidades, me pone nervioso. Dejo a un lado la información que este mismo domingo sacaba el diario El Punt-Avui (portavoz del nacionalprogresismo eclesial) que sigue apostando por los candidatos de siempre: Vives, Pujol y Taltavull, los que a ellos les gustarían, los que podrían tener controlados y al servicio de sus intereses. Realmente esta prensa al servicio del prusés ha perdido toda credibilidad y contactos en Roma, y es incapaz de reconocer que el Papa al que tanto exalzan, no ha nombrado ningún obispo catalán para Cataluña (Lérida y Tortosa) y a día de hoy estoy convencido de que tampoco lo va a hacer para Barcelona.

No he ocultado nunca mi aprecio hacia Don Ricardo Carles (RIP), el valenciano que fue arzobispo de Barcelona (1990-2014), era un buen hombre, un buen sacerdote y un buen obispo de Tortosa, pero aquí fue un mártir en vida, lo crucificaron por todos los lados, por no ser nacionalista (y por tanto tener a Pujol en contra) y por ser de recta doctrina (y por tanto tener al clero progresista en contra). La difícil situación le superó, quería ganarse al clero protestón (algo que nunca consiguió y que nunca debió intentar) nombrando obispos y cargos de su cuerda (Carrera, Vives, Soler Perdigó, Traserra, Tena...) y poniendo continuamente el freno de mano a las reformas que necesitaba la diócesis,  eso desesperaba al clero fiel, que confiaba en él por sus antecedentes y que poco a poco se fue decepcionando. Al final acabó encerrado y desconfiando de todos, con ese pequeño grupo de fieles al que se denominó la guardia pretoriana del cardenal.

Y este ha sido, corregido y aumentado, uno de los grandes defectos de muchos valencianos que han sido obispos de otros territorios. Al no conocer la realidad diocesana encomendada, han intentado confiarse en personas de la diócesis en la que habían desembarcado y en la mayoría de los casos erraron en la elección. Sobre todo los que hemos tenido por aquí, cuyos casos más claros son el por fin ya dimisionado Don Juan Piris (discípulo de Don Ricardo), que en Lérida dio todo el poder diocesano al progresista Rvdo. Ramon Prat, o el de Don Agustín Cortés, que ha dejado el mando de la diócesis a los amiguetes del copríncipe (los Rvdos. Berdoy, Domingo, Milà...). El caso más lamentable fue el de Don Jesús Murgui en Mallorca que tuvo un verdadero valido, en la persona del Rvdo. Lluc Riera.

Los obispos valencianos han llegado a Cataluña, asustados, temblorosos, sabiendo que la situación eclesial y política es sumamente complicada, y con la excepción de Don Ricardo que fue el único que se mojó (a pesar de sus inseguridades y dudas), y por eso recibió el más cruel de los varapalos, los demás prelados han intentado pasar, sin pena ni gloria, con la máxima discreción, mirando de ahorrarse cualquier problema, cediendo en lo que haga falta y aplicando aquel dicho catalán "qui dia passa, any empeny" (el que pasa un dia ya le falta menos para pasar un año). 

El obispo valenciano del que nos hablaba ayer Oriolt, Don Jesús Catalá, es un poco más de lo mismo, apuntaba maneras y decían que su carácter aparentemente duro, pondría orden en la diócesis en la que había sido destinado, devastada y dejada en manos de lo peor por el catalán Don Ramon Buxarrais.(¿A alguien le extraña que después de prelados así, no haya ni un sólo obispo catalán en el resto de España?), y no mejorada por su sucesor Don Antonio Dorado. Pero aunque la cara de palo no le ha cambiado (no digo que un obispo tenga que tener una permanente sonrisa profident), su gestión no ha sido para tirar cohetes y lo peor es que algunos de sus hombres fuertes o de confianza no son lo mejorcito de su diócesis.

La cara del obispo en una procesión, un poema
En algunas cosas intenta emular a su paisano Don Juan Antonio Reig, mostrándose duro e intransigente, pero equivocándose de contrincante, como cuando le pidieron la celebración de la Santa Misa por el rito extraordinario y actuó de forma más intolerante que n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach en Barcelona, recibiendo un suave correctivo de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei. Me parece muy bien que sea valiente con el colectivo homosexual, (como Don Juan Antonio), pero tampoco hace falta decir que “El matrimonio gay es como la unión entre un hombre y un perro o un bebé y un anciano", eso es una provocación en toda regla y ganas de crear polémica. Por cierto, después de estas declaraciones, el prelado se acabó reuniendo con representantes del colectivo gay para aclarar su postura y éstos salieron muy satisfechos.

Con las hermandades y cofradías ha tenido muchisimos problemas, unos justificados como cuando se opuso a que un comunista hiciera el pregón de Semana Santa, o indujo a un hermano mayor a que dimitiera por estar en proceso de divorcio, pero otros injustificados, y en algún caso con rectificación del propio obispo, después de darse cuenta de su error, lo que le resta muchísima autoridad.

El problema es que este obispo valenciano tiene un muy buen padrino, que sin duda es muy influyente en Roma y en el Santo Padre, pero eso ya es tema de otro escrito.

Antoninus Pius

Lo que no se debe escribir en una Hoja Parroquial

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Con motivo de las últimas elecciones del 27-S, desde Germinans Germinabit hemos recibido muchas cartas de protesta de nuestros lectores, mostrándonos como muchos sacerdotes han hecho campaña descarada desde los púlpitos a favor de las opciones independentistas. Como las palabras se las lleva el viento no podemos hacernos eco de estos hechos, pero si de aquellos que son demostrables, como por ejemplo las vergonzosas fotos de los campanarios de iglesias catalanas que ya publicamos, o como en el caso que hoy nos ocupa, del adoctrinamiento que desde las Hojas Parroquiales se ha hecho en este sentido. Agradecemos al amable lector que nos ha enviado escaneada la Hoja de la Parroquia de San Ignacio de Loyola de Barcelona para que tengamos una prueba física de la utilización politizada de estos medios de información parroquial.

El artículo en cuestión que aparece en la Hoja, está firmado con nombres y apellidos, y son los del propio párroco de la iglesia, Mn. Xavier Moretó, al que podemos ver en la siguiente fotografía celebrando la Eucaristía en su parroquia sin la casulla preceptiva. Mn. Moretó es un habitual en Ràdio Estel y Catalunya Cristiana, desde donde difunde sus teorías bastante heterodoxas, como podemos leer en esta nota de la misma web de Ràdio Estel: "El sacerdote Xavier Moretó, el claretiano Màxim Muñoz y la laica Eulàlia Reguant coinciden: 'Tiene que revisarse el celibato sacerdotal'". Además Mn. Moretó tiene el cargo de Vice-consiliario de Vida Creixent en Barcelona, desde el que tiene acceso a los muchísimos grupos de cristianos adultos-ancianos de nuestra diócesis.
Esto es lo que dice Mn. Moretó en su Hoja Parroquial:

"Cuando salga este Full de la parroquia ya habremos votado en unas nuevas elecciones. En teoría son autonómicas pero -todos lo sabemos- esta vez son más que eso. Tal como están planteadas, a la práctica decidirán el futuro de nuestro país. Independencia o no. Es un momento único en la historia de Cataluña. Nunca se había planteado una cuestión como esta. De hecho, hace sólo unos años, esta pregunta era impensable. 

Las multitudinarias manifestaciones de estos, últimos cinco años, desde la que surgió en protesta por la resolución del Tribunal Constitucional contra el Estatuto, hasta las propias de las Diadas nos hablan de un pueblo que está pidiendo un futuro nuevo para su país. Como cristianos, tenemos el deber de implicarnos en este proceso." 

Pero lo peor de todo es como manipula el Magisterio de la Iglesia para llevar el agua a su molino:

"Por lo que se refiere a la independencia, hay que decir que la Iglesia siempre ha sido partidaria de la 'autodeterminación de los pueblos y las culturas', y lo ha reflejado en muchos documentos. De hecho el Vaticano ya ha manifestado que dará su apoyo a una Cataluña independiente, si esto es lo que quiere el pueblo catalán".

Eso mismo dijo el Abad de Montserrat, y tuvo que ser corregido en una reprobación inédita por el mismo Nuncio de Su Santidad en España, que dejó claro que sus palabras no reflejaban la realidad.

El Sínodo de los Martínez

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¿Quién dijo eso de hagan lío? Se supone que es una consigna pastoral, para hacer notar la presencia de la Iglesia en el mundo: para convertirse en noticia y así difundir con más eficacia el Evangelio.
Desde luego, el lío más gordo que tiene montado la iglesia es el del Sínodo. Por si fuera poco, el lobby gay católico, muy potente, con evidentes infiltraciones vaticanas (eso sí, el lobby no extiende carnets a sus miembros; o al menos no les exige que lo lleven en la boca), se ha apuntado también al “hagan lío” (a lío levuelto…), y justo la víspera de la segunda sesión, el lobby saca a su mascaroncito de proa hablando de la homofobia de la iglesia: exhibiéndose con su pareja, casualmente catalán, instalado en el sistema, que sin la menor duda le hará un hueco al curita audaz, ofreciéndole un sueldo y un estatus no menor que el que tenía en el Vaticano.
Ah, y por cierto, el susodicho le ha escrito una carta al Papa hablándole en el lenguaje que tan bien entiende el Santo Padre. Le pide que “abra los corazones de los obispos”. Obviamente que se los abra para que acojan la homosexualidad con caridad evangélica; para que los cure del pecado de la homofobia. Otros que tienen un maravilloso dominio de los tiempos. Primero, salida del armario en vísperas del Sínodo y con escenificación bien calculada; después la carta nada privada, para mover el corazón del Papa. Éstos no dan puntada sin hilo.

¿Y alguien se ha preguntado qué va a hacer al Sínodo nuestro cardenal Martínez? No, no se lo ha preguntado nadie, porque nuestro cardenal Martínez no vive en ese mundo. Jamás le hemos visto preocupado por la disolubilidad o indisolubilidad del vínculo matrimonial, o por la cuestión de la comunión a los divorciados, o por el aborto, o por la eutanasia. Quizás haya nombrado todas estas cuestiones de pasada, y siempre en su contexto. No es un Kasper ni un Burke, ni es tampoco seguidor o simpatizante de una de las corrientes; o al menos no se ha distinguido ni se le conoce como tal. Su agitprop, su “hagan lío” y el cultivo de su imagen están en otra dimensión: nuestro cardenal está en sus performances neoevangelizadoras cosmopolitas, ecumenistas y tal. Él está sobre todo pro domo sua, con la Sagrada Familia como icono.
Y aunque nuestro cardenal Martínez, al igual que la gran masa de Martínez que forman el cuerpo sinodal, no está en el lío, está encantado sin embargo de estar en el Sínodo, porque es el entorno ideal para seguir trabajando pro domo sua: para hacerse querer en primer lugar por el Papa, y a partir de ahí por todos los que manejan poder. El cardenal ha de velar por su incierto futuro: por la dignidad de su futuro.
¿Entonces está claro lo que va a votar el cardenal Martínez? Por supuesto, más claro que el agua: votará lo que el Papa quiera que vote, igual que el resto de Martínez del Sínodo: y el papa Francisco no necesita hacer discursos ni comunicados para dar a conocer su voluntad.
El Papa, en el marco de sus atribuciones “administrativas” de la Iglesia, hará lo que él crea que tiene que hacer: se moverá motu proprio, por sí mismo, sin necesidad de que le llegue la energía de fuera, como el perpétuum móbile. Su perfil doctrinal y pastoral está ya perfectamente definido a estas alturas. La doctrina es inamovible y no la moverá; pero la pastoral es como goma de mascar: cada cura y hasta cada laico implicado en pastoral, hace de su capa un sayo sin encomendarse a Dios ni al diablo. Siendo esto así, sólo faltaría que el Papa fuese el único que no pudiese tener opinión e iniciativa propia y posicionarse en estas cuestiones.
Y evidentemente no ha renunciado a seguir su camino (odós es el camino). Nos lo ha mostrado en su Motu Proprio a las mismas puertas del Sínodo. Y puesto que éste es un órgano consultivo del Sumo Pontífice, el Papa Francisco ha dejado bien claro para qué ha convocado a los padres sinodales: para que le acompañen (syn es el prefijo “con” de compañía) en su odós. De momento ha implantado para toda la Iglesia el que llamaron en América el “divorcio católico” mientras estuvo vigente. Al pasar de la presunción de validez del vínculo matrimonial a presumir su invalidez, los procesos de nulidad se aceleran una barbaridad: efectivamente, esa agilidad administrativa fue percibida ya y seguirá siendo percibida no sólo como divorcio católico, sino además como “divorcio exprés”. Ésta es materia ya sentenciada en el Motu Proprio, hasta con un calendario aceleradísimo de aplicación, con lo que el Sínodo no tiene más que acompañar al Papa en su camino. ¿Pero tantos acompañantes? Sí, claro que sí. “Retrátese usted, cardenal Martínez”. Y todos los cardenales Martínez se retratarán al lado del Papa con su mejor sonrisa. Hay que ser sinodales, hay que caminar juntos. Los Martínez han de sentirse orgullosos de que el Papa les invite a caminar junto a él. Es el método (metá odón, por el camino) que les lleva a la gloria. Y los que no estén en esa foto, que se tienten la ropa: aunque sea de púrpura.
Pero bueno, éste es sólo un capitulillo del lío del Sínodo. Queda el tema de la apertura de la Iglesia a los homosexuales (nada que discutir, a no ser que sean agrupados aparte y como un colectivo muy singular al que hay que darle respuestas singulares, igual que en la Meridiana); y tras la pastoral explícita para homosexuales, no queda más remedio que entrar inexorablemente en el tema doctrinal de la homosexualidad. No es poco lío ése, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de eclesiásticos, padres sinodales incluidos, que le tienen ganas al tema.
Luego está el silencio sobre el aborto: muy importante este silencio impuesto desde la misma preparación del Sínodo, y practicado rigurosamente por el Papa en su reciente viaje a América. La única peculiaridad al respecto, es la idea de que para lo que es ya en la praxis católica del aborto, resulta exagerado que esté vinculada a él la excomunión, y que sea el obispo el único que tiene la facultad canónica de absolver de este pecado, levantando al mismo tiempo la excomunión. ¿Algo que objetar o añadir, eminencias?
Y finalmente está la cuestión pastoral de profundas implicaciones doctrinales, sobre la Comunión a las parejas que viven fuera del matrimonio canónico (divorciados vueltos a casar civilmente o formando pareja de hecho), en torno a la cual se ha montado el gran lío, y que será el plato fuerte del sínodo.
Como el Sínodo es un órgano consultivo que asiste al Papa, todos los Martínez reunidos en esa asamblea saben que se les ha llamado para acompañar al Papa en sus decisiones: para acompañarle en su camino (syn-odós). Un acompañamiento que no es obligatorio: de lo contrario ya no sería un sínodo. ¿Y los que no le acompañen en este camino tan accidentado? Pues esos seguirán en comunión con la Iglesia, e incluso en comunión con el Papa; pero no en el mismo vagón en que él viaja.
Según cómo queden los unos y los otros, y según cómo califiquen los unos a los otros y los otros a los unos, podríamos estar ante la culminación del lío. Lo más probable es que en lo doctrinal, lo que escriba el Sínodo será impecable, y en lo pastoral también será o al menos aparecerá impecable. Todo se colará por la puerta de la colegialidad, la discrecionalidad, la particularidad. Como está siendo en la práctica. Con lo cual cabrá que nos preguntemos: ¿y entonces, a qué ha venido tanto lío? ¿Sólo a satisfacer el principio del “hagan lío”, hagamos lío? Pues sí, es lo más probable: porque la función del sínodo era servir de soporte institucional a estos dos años de lío.    
Virtelius Temerarius

La Glosa Dominical de Gérminans

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Reflexión a modo de notas hacia dónde nos orienta la liturgia del domingo
CADA UNO TIENE QUE SER SERVIDOR DE TODOS
¿Habéis visto jamás un político, un rey o un arzobispo venir a vuestra casa a prepararos la comida, limpiar la casa, llevar a los niños al colegio, ir a hacer la compra? ¡Sin embargo ellos son menos que Dios! Pues Jesús ha lavado los pies a sus discípulos, enjugado las lágrimas, sanado a los enfermos, dado de comer a miles de personas, visitado a ladrones y prostitutas.
¿Y nosotros qué hacemos? Esperamos que siempre sean los demás los que vengan a nosotros, a pedirnos disculpas, a dirimir alguna controversia. Siempre deseamos que los demás nos sirvan, nos reverencien, nos den algo, nos hagan un favor. Y eso es así porque cuando recibimos, estamos mejor predispuestos a considerar la idea de poder hacer nosotros un favor a otro: con la condición de que no nos cueste mucho trabajo, no nos ocupe demasiado tiempo, no nos distraiga de nuestros importantísimos compromisos diarios. Pero sobre todo, que no sea nada de valor superior a lo recibido.

Hoy en día son muy pocos los que dan la propia vida por los demás, que se dedican al prójimo sin pedir nada a cambio. ¿Sabéis cuál es la motivación que empuja a algunos a dar sin recibir? Es aquello que se llama “pasión”, aquella fuerza que te impulsa, te agita, te hace vibrar y te hace llevar a cabo acciones, a veces locuras; pero que están llenas de entusiasmo, de amor y de alegría, sentimientos que satisfacen y que por sí solas te recompensan cualquier sacrificio que debas llevar a cabo. Pasión por el hombre, pasión por la naturaleza, pasión por la ecología y tantas otras motivaciones que brotan desde el hondón del alma, pero que para los que tienen fe se convierten substancialmente en pasión por Dios, amor hacia Aquel que nos ama con todo el corazón. Y cuando hay pasión no necesitamos nada más.
Me doy cuenta a menudo de que a la juventud, ¡precisamente a la juventud!, le falta pasión. Cuando les pregunto lo que les gustaría hacer responden con un lacónico “no lo sé”. Si intentas tomar la iniciativa con propuestas como ir a buscar setas, ir a pescar, hacer una excursión por la montaña, ir a ver a algún compañero enfermo al hospital, encuentras mil excusas o aún peor, acuden pero con la cabeza gacha como si aquello fuese un castigo. Observándoles se ve que no tienen pasión, que no hay nada que les enamore, que no tienen aquella hermosísima locura que te hace amar, correr, reír, hacer el loco; que te hace levantarte a las 4 de la madrugada e ir a dormir a medianoche; que te hace abrazar al pobre, al enfermo, al niño maltratado: porque el dar es por sí mismo un recibir.
Religiosa misionera en Camerún
A veces escucho felicitaciones por ocuparme de los jóvenes, pero en el fondo no entienden que no se trata de un auténtico sacrificio heroico o un acto de virtud: porque es la pasión la que nos anima, la que nos hace gozar cada vez que hacemos alguna cosa por ellos.
¡Qué tristeza ver a aquellos que no tienen ninguna pasión por el prójimo! ¡Cuántas energías podrían dedicar para crecer, amar, sentirse amados! Pensemos en los que tienen pasión por algún deporte. Es muy chulo levantarse por la mañana para ir a entrenar antes o después de ir al trabajo, al Insti o a la Uni, superando los propios límites. Es hermoso ganar los partidos o carreras y ser aclamados como campeones. Pero todo ello está finalizado en sí mismo.
Pensad en los apasionados que tienen la meta en el servicio a los demás, creando un equipo de futbol o de baloncesto con la intención de sacar a los chavales de la calle, transmitiéndoles aquella pasión que les lleva a superar los propios límites, enseñándoles el valor del sacrificio, de la lucha, del esfuerzo para obtener un resultado.
Scout católico al servicio de los demás
Pasión: cada día falta porque está escondida en cada uno de nosotros tras la cortina de la pereza, del consumismo, del egoísmo. Sacudamos nuestro corazón, hagamos aflorar la pasión que está dentro de nosotros, pasión por algo que valga la pena, y pongámosla al servicio de los demás, al servicio de Dios.
Jesucristo reacciona con viveza ante la amenaza que pesa una vez más sobre la comunidad a causa de la ambición desenfrenada de copar los primeros lugares, de conquistar el poder. Su lección es muy severa, casi solemne. Él propone como compensación una nueva economía social: la de una comunidad sin poder cuya única regla es servir, ofreciendo la propia vida por los hermanos, bebiendo el cáliz hasta la última gota. Y por todos sus miembros, porque todos son hermanos.
A la imagen del jefe que manda se contrapone la del que sirve. Los que van a la cabeza paradójicamente tienen una única misión: servir. Su prototipo es el Mesías, convertido en Hijo del Hombre, siervo de todos los siervos, para rescate de aquellos a los que ofrece lo que tiene, es decir: todo. Él aplica una técnica poco empleada para sanar a la sociedad humana: la homeopatía. La entrega radical de Jesús junto con la nuestra, curarán a toda la humanidad de su esclavitud endémica: el egoísmo y el pecado.  Él ha formulado su proyecto de comunidad, su carta constitucional, a la que todos los participantes deben adherirse: cada uno tiene que ser servidor de todos.

Fr. Tomás M. Sanguinetti

El error hasta los tuétanos

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Finca Martí-Codolar, sede del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de los Salesianos
Ya nos advirtió en su día el entonces cardenal Ratzinger en una entrevista a la revista “30giorni” en enero de 1991, que el «el error de Pelagio tiene muchos más seguidores en la Iglesia de hoy de lo que parecería a primera vista».
El salesiano P. Josep Maria Maideu, párroco de María Auxiliadora del arciprestazgo de Sarriá, imparte entre otras la asignatura Itinerarios de la Fe en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas que esta Congregación posee en Barcelona, concretamente en el distrito de Horta-Guinardó en la casa conocida como Martí Codolar pues fue  esta acomodada familia barcelonesa quien hizo donación de ella a la congregación de Don Bosco.
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El cardenal Ratzinger ya advirtió
de los peligros actuales del Pelagianismo
Maideu, entre otras muchas sandeces, hablando de la fe de los creyentes, afirma en los apuntes de esta “asignatura-maría” lo siguiente:
“La Fe, no necesaria para la gracia de Dios, lo transfigura todo. Dios nos ha hecho de tal modo que la vida, sin la fe cristiana y sin la Iglesia, puede alcanzar su realización. No hace falta la fe cristiana para vivir una vida gozosa, sensata, generosa, comprometida, llena de valores. No hace falta la fe cristiana ni la Iglesia para vivir una vida según el Espíritu de Dios y ser asociados al misterio pascual. No hace falta la fe cristiana para que una vida, vivida en verdad, pueda ser reconocida como obra de Dios”.
El pelagianismo que se deja llevar por una concepción antropológica optimista afirma que la naturaleza humana está sana, no está profundamente herida por un pecado original, y no necesita estrictamente del auxilio sobrenatural de la gracia de Cristo. Nuestro Señor Jesucristo es por tanto para nosotros causa ejemplar de la salvación, pero no causa eficiente. Eso lleva consecuentemente a la devaluación consecuente de la de la necesidad de los sacramentos y pues de la Iglesia. Esta sería no solo prescindible para la obtención de la salvación eterna del hombre, y consecuentemente para su felicidad terrena, que no consiste en otra cosa que en el goce y disfrute de todo lo humano. Su error pelagiano incluye una buena porción de panteísmo al afirmar que el Espíritu de Dios puede estar presente no importante donde con tal que el hombre se esfuerce en esa vida comprometida con los “valores”.
El P. Maideu impartiendo sus cursos
No es de extrañar que no sólo la congregación salesiana sino tantos y tantos órdenes religiosas que allí envían sus novicios y estudiantes pierdan efectivos a ritmo frenético dejando las casas de formación desiertas. Si no únicamente para salvarse, sino incluso para ser felices, la Iglesia y pues Cristo no son necesarios, ¿para qué hacer votos u ordenarse sacerdote? ¿Para qué esforzarse para andar por el camino estrecho de la salvación cuando está es prescindible de una u otra manera para obtener la aparente felicidad que el hombre deseándola puede conseguir con su humanidad plenamente vivida? Esta desviación de la fe incluye una corrupción de la idea de pecado original, de la mismísima naturaleza divina de Jesucristo que nos vino a salvar de él: Jesucristo sería únicamente el modelo de vida para un creyente, que no sería más que un seguidor de sus enseñanzas, a la manera de cualquier sabio o profeta. Su encarnación, muerte y resurrección no serían las causas de nuestra salvación, y pues de nuestra felicidad final. La felicidad intramundana, ya en sí misma y a causa del esfuerzo mismo del hombre, son en cierta manera el certificado de la felicidad eterna del hombre, la garantía  de su orientación hacia Dios. La divinización por su humanización. Error cristológico supino. Error en la doctrina sobre la gracia. Error eclesiológico de máximo nivel.
Pero Maideu en sus trece, y a bombo y platillo con sus desviadas doctrinas: causa real de corrupción de muchas mentes y almas que no es de extrañar si sumerjan en todo tipo de búsquedas que fomenten esa humanización del hombre: direccionamiento hacia todo tipo de terapias psicológicas, sanaciones espirituales, reflexiones sociológicas y compromiso social y político por hacer más humano al hombre.
Para estos bueyes no hacían falta estos arados. Lo terrible es que se creen modernos y originales en sus tesis. Atractivos a los ojos de los jóvenes, que los agasajan e idolatran como buenos sacerdotes pues “buenas personas”. Hombres de Dios, dicen de ellos entusiastamente. Abandonaron el camino de Dios para seguir el camino desviado de los hombres. Corrupción de conciencias. Mal muchas veces irreparable. Destrucción, mejor auto-demolición de la Iglesia. Humo de Satanás desde Horta a Sarriá, desde Oriente a Occidente, pasando por Turín y Roma. Dios nos coja confesados tras lo que aún nos queda por ver.
Prudentius de Bárcino

La CUP que recomendó Novell

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En su indigna glosa, previa al 27-S, el obispo de Solsona solicitaba explícitamente el voto para Junts pel Sí e implícitamente para la CUP. En territorio de su diócesis, concretamente en Berga, la CUP gobierna el ayuntamiento, tras ganar las elecciones del pasado mes de mayo. El concejal de Gobernación de dicho consistorio es el cantante Francesc Ribera, Titot.  El delicado tweet que encabeza este artículo es obra de este energúmeno, famoso en su día por formar parte de un grupo de rock que daba vivas a ETA y Terra LLiure en sus conciertos. En él califica al arzobispo de Valencia, entre otras lindezas, de “montón de mierda, desgraciado, rata, malnacido, carcamal, necio, borde y tarado”. 

Que nadie crea que el tweet responde a las polémicas declaraciones del prelado valenciano sobre los refugiados, sino a su iniciativa de oración por la unidad de España. Estoy seguro que el obispo Novell no aprobará los berridos de este diocesano suyo contra su hermano en el episcopado, el cardenal Cañizares, pero tendría que avergonzarse no sólo por su insólita –e inaceptable- traición a la neutralidad política de los obispos, sino por haber dado alas a esta formación radical, a la cual conocía suficientemente, dado que los tenía gobernando en una de las poblaciones más importantes de su territorio.

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El concejal Titot
A Novell, como obispo, le pueden haber molestado los gruñidos de Titot, pero muchos católicos catalanes, incluso sacerdotes, aplauden con las orejas el exabrupto del rockero. Qué nadie se sorprenda. El delirio se ha apoderado de Cataluña desde hace tiempo y el raciocinio ha dejado de imperar por estas tierras. Incluso entre los creyentes. Para muchos de ellos –sobre todo en la Cataluña interior- está más cercano un simpatizante de la CUP que un simpatizante del PP. No les digo lo lejano que tienen en su estimación al cardenal Cañizares.

Y es que en la CUP también hay católicos. Bueno, ellos se hacen llamar cristianos de base. Y entre ellos hay alguno distinguido. Concretamente distinguida. La distinguida es la recién elegida diputada Eulalia Reguant Cura, cuyo segundo apellido, tan levítico, parecía predestinarle. Eulalia Reguant ha sido miembro de la dirección de Justicia i Pau, asociación de derecho canónico del arzobispado de Barcelona, en donde coincidió con el activista Arcadi Oliveres. La hoy diputada ha intervenido asiduamente en Radio Estel, la emisora de la Iglesia en Cataluña, donde suele aparecer en sus tertulias junto a otros conocidos, como el marista Lluis Serra o el claretiano de Zarzacapillla, Màxim Muñoz. Incluso le han efectuado propaganda  en la web del arzobispado barcelonés.

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Eulàlia Reguant
La CUP es aceptada con plena normalidad por el nacional-progresismo eclesial e incluso nutre de él buena parte de sus votos. No se olvide, por ejemplo, que el franciscano Fra Josep Manuel Vallejo entrevistó  en Catalunya Franciscana al anterior líder cupaire, David Fernández, el cual, aunque se declaraba ateo, señalaba que cuando iba a Madrid acudía a la parroquia de San Carlos Borromeo.

Progres y nacionalistas. Ciertamente, un poco exaltados, pero eso es pecata minuta para el progresismo eclesial catalán. Además, tienen a Eulalia Reguant como cuota cristiana. Siempre les verán con buenos ojos, los mimarán y no les faltará de nada. Declárese usted español, católico y de derechas y seguro que le sale algún Titot a lincharlo. A lo mejor, por eso a Novell le entró pánico y perpetró la indigna glosa. Esta es la Cataluña de 2015, con la inestimable ayuda de curas, monjas, feligreses y hasta algún obispo. 


Oriolt

¿Dónde está la carta de Sistach presumiendo de número de ingresos en el Seminario?

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Ordenación de seis nuevos sacerdotes diocesanos este pasado domingo en la Catedral de Terrassa
Hace un año por estas fechas, n.s.b.a cardenal Martínez Sistach enviaba una carta a todos los sacerdotes de la diócesis y a tutti il mundi para presumir del número de ingresos en el Seminario Diocesano en el curso pasado, once concretamente. Ya dije en aquella ocasión que esa carta no tenía precedentes, que nunca antes se había escrito nada parecido y que dificilmente volvería a suceder. Por tanto esta misiva sólo se ha escrito una vez a lo largo de todo su pontificado y viendo lo poco que aparentemente queda por delante, con toda seguridad será la única.

Si se escribió el año pasado fue porque era un año de buena cosecha, y quería presumir de ello, hacer saber a todo el mundo lo bien que funcionaba su seminario y los muchos seminaristas que entraban en él. Cierto, pero sólo en un año. Y esos números tampoco eran para tirar cohetes, muy por debajo de muchos seminarios españoles, la mitad del de Madrid y menor al de Sevilla, Valencia, Zaragoza, Toledo... Si esos son los datos del año mejor, imaginémonos como serán los del peor.

Un momento de las últimas ordenaciones
en la Sagrada Familia
Esta estrategia ha sido la tónica general en todo lo que se ha hecho en los años de gobierno de nuestro actual cardenal. Presumir a bombo y platillo de las pocas cosas buenas que han sucedido y ocultar toda la podredumbre y los datos negativos que han sido muy mayoritarios en este periodo. De ahí la irritación y persecución que ha suscitado nuestra web, porqué informaba de una forma global de lo que aquí ha sucedido y no sólo de lo que pregonan los medios oficiales al régimen y los del nacional-progresismo siempre dispuestos a echar un capote a l'amic Lluís.

Lo mismo ha sucedido con las dos magnas ordenaciones que se han realizado en la Sagrada Familia y de las que se ha dado publicidad hasta la saciedad. La primera fue en 2010, un poco antes de la venida de S.S. el Papa Benedicto XVI para consagrar el templo de Gaudí. En ese momento, el cardenal que sabía que por unos días el Pontífice tenía su vista puesta en Barcelona con motivo de su próxima visita, organizó una ordenación de siete sacerdotes, aunque dos de ellos no eran diocesanos, sino religiosos, pero que los juntó para hacer bulto. La segunda ha sido recientemente, antes del Sínodo, lo que algunos consideran como la despedida solemne del arzobispo de su templo de la Sagrada Familia, y para otros una nueva maquinación para intentar perpetuarse mostrando al Santo Padre lo bien que va su diócesis. Pero ésta última sólo fue de dos sacerdotes (uno de ellos, ya bastante talludito), aunque para hacer un buen relleno puso cinco diáconos, algunos de ellos recogidos a última hora y con prisas para ser ordenados.

Dos ordenaciones múltiples, de cara a la galería y para presumir, pero eso no puede ocultar los números catastróficos del resto de años del pontificado Sistach y de su pupilo Turull en el Seminario, años en los que ha habido una o dos ordenaciones, cifras de las diócesis más pequeñas de España, para una de las más grandes del mundo católico.

Este domingo pasado, sin hacer ruido, sin salir en los medios de comunicación del prusés, se realizó una ordenación sacerdotal en la catedral de Terrassa. Don José Ángel Saiz consagró al Señor y a su Iglesia a seis nuevos sacerdotes, todos diocesanos y todos jóvenes, una cifra a la que nunca ha llegado el actual arzobispo de Barcelona. Pero lo que sucede en Terrassa no interesa al nacionalismo eclesial y político, porque su obispo, nacido fuera de Cataluña no es nacionalista y porque en su diócesis se adoctrina de acuerdo con el Magisterio y la Doctrina Oficial de la Iglesia y no con la de Mas, Junqueras, Romeva... o los de la CUP.

Esa es la diferencia de unas diócesis y otras. La nuestra como las tumbas relucientes y esplendorosas de los cementerios, pero que dentro ya sabemos lo que hay, y otras que hacen su trabajo con discreción, como hormiguitas, dando pasitos para adelante, para que alguno de los territorios eclesiales de Cataluña sean como los del resto de la catolicidad y no unas especies raras y en vías de extinción como lo son una buena parte de las diócesis catalanas.

Antoninus Pius

El vicario episcopal golfista Segis quiebra su parroquia, y la convoca para pasar el muerto a la asamblea

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Este próximo viernes a las 20:15,  Segis, el vicario episcopal del Maresme central, ha convocado su primera Asamblea Parroquial como párroco de Santa María de Mataró. Y lo hace sin informar a su Consejo parroquial que se he enterado a posteriori por el letrero de la puerta. Desde el inicio del rectorado de Mn. Barat, por allá 1997 que no se celebraba una asamblea parroquial. Mucha retórica de l’Església del Poble de Déu y del papel de los laicos, pero más de tres lustros sin asamblea. Mas clericales que en tiempos de Franco.

Segis está atrapado. Como el Consejo parroquial no le hace la ola, ha decidido no convocarlo desde hace meses. En los últimos, los consejeros en su cara se habían quejado de su autoritarismo y contestaban sus propuestas de modificar unilateralmente horarios de Misas a la baja. Recordemos que ni el golfista Segis ni Birras, que va directo a convertirse en un Litlle Arenas, celebran los días no festivos en Santa María, su parroquia, y que con semejante ritmo de trabajo que llevan, necesitan el domingo por la tarde para descansar.

Hombre autoritario con tics despóticos, como los monarcas absolutos del siglo XVIII que no convocaban Cortes, Segis no convoca consejos desde hace meses. Pero la situación parroquial está al límite de la quiebra. Tanto a efecto de comunidad como en términos materiales.
Jaume Patuel impartiendo la conferencia “La espiritualidad después de las religiones”, (17/IX/2007) organizada por el Centre d’Estudis Social de Cristianisme segle XXI en la parroquia de Sant Josep de Mataró.
Los juegos de trilero del cuentista de la lechera Ramon Batlle Tomas, han situado a Segis al borde de la quiebra. Continúa sin pagarse la factura de un pie de hierro forjado que se contrató sin presupuesto y que ha costado la broma de más de 3.000 euros. Por no hablar de una estatua de más de tres metros de San Pedro de material sintético, mezcla de fibra de vidrio y otros componentes plásticos, que ha costado 6.000 euros. Un capricho de un romanismo de polivinilo, tan noble como el material utilizado, que no se consultó ni a consejo ni a asamblea parroquial alguna. Como tampoco pasaron por asamblea alguna el cuestionario de 46 preguntas que con motivo del Sínodo de la Familia se tenia que trabajar en cada parroquia y al cual Segis hizo caso omiso, pese a ser enviado por el obispado a las parroquias. Otra vez esa mezcla de  holgazanería, pasotismo y desconfianza hacia Roma y hacia la feligresía que ha recabado en la casa parroquial de Santa María de Mataró.

  Los tres únicos puntos del día de la asamblea van a ser:
  1. Posible cambio de hora de la Misa vespertina durante el invierno
  2. Información sobre la situación económica de la parroquia
  3. Información sobre el documento diocesano sobre la agrupación de parroquias.  

Y Nada más. En resumen, (1) como trabajar menos poniendo como justificación el relato de este documento diocesano sobre la agrupación de parroquias. Y (2) tenemos la parroquia quebrada por nuestros caprichos, mala gestión y especialmente por desmotivación general del personal. Los frutos de un clero vividor. Un clero NI NI, ni preparar el año de la Misericordia, ni hablar de la Familia, ni del nuevo beato hijo de la parroquia, ni de la situación de la catequesis parroquial, ni de la inexistencia de grupo de jóvenes, ni...  

Eso sí entre golf y golf y birra y birra, la Escuela de Teología de Mataró, sita en la otra parroquia de Segis, la de San José, programa nuevo trimestre con el aval de Segis. Lean el contenido que no tienen pérdida. Para enmarcarlo: 

Pepe Sanmiguel i Vulldam
Pueden hacer click en la foto para ver el programa en un tamaño leíble
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