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Gozo y exultación islámicas en Cataluña

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Cada vez nos suena más paradójico a los católicos el optimismo impostado con que se nos quiere alentar desde lo más alto animándonos a gozarnos y exultar justamente por ser católicos. Y digo que suena por lo menos paradójica esta invitación al optimismo y a la alegría, cuando es indisimulable el declive no sólo demográfico (con la complicidad de la jerarquía), sino también el doctrinal de nuestra Iglesia. Y ya no digamos el auge de las mezquitas y los minaretes en Europa (también en la europeísima Cataluña, claro está), al tiempo que reculan las iglesias y los campanarios, a los que se les da nuevos usos (el más nuevo aquí, el de muros de proyección de los símbolos independentistas).
Ayer Francesco della Rovere nos colocaba ante un fenómeno significativo, y es que todas las apariencias indican que en el próximo gobierno de la Generalidad de Cataluña tendremos un consejero musulmán. Nada menos que consejero (ministrillo, que dicen en Asturias) de “las familias” (además de asuntos sociales y trabajo): es decir la consejería que comporta una mayor carga moral y religiosa. Así que los defensores de la Cataluña independiente lo tienen claro: nuestros valores europeos, catalanes, occidentales (cristianos al fin y al cabo) los ha de defender un musulmán, que sin duda lo hará con perspectiva musulmana, abriéndole camino a la poligamia, al matrimonio infantil y a todas las “singularidades” con que la cultura y la religión musulmanas enriquecerán el cada vez más rico concepto occidental-progresista de “familias”.
Aparte de que las estadísticas nos muestran bien a las claras que en toda Europa el islam avanza imparable (en Europa, cada año se abren 2.000 mezquitas y se cierran al menos 60 iglesias; el inminente plan pastoral de nuestra archidiócesis tiene previsto camuflar el cierre de iglesias en las unidades pastorales); avanza el islam y retrocede el cristianismo de forma vergonzante. Y por si esto no fuera suficiente, está el fenómeno más grave aún del avance de los principios sociales y morales islámicos y el retroceso escandaloso y suicida de los principios cristianos sobre los que se construyó Europa. 

Parece que la nueva Cataluña, con la complicidad exultante de toda la jerarquía católica, apuesta decidida por la liquidación de los principios cristianos, al tiempo que le abre de par en par las puertas al islamismo. Y se las abre precisamente en la cuestión social y moral más sensible: la del relevo generacional a cuyo servicio, ¡vaya rareza!, está en todas las culturas y religiones la moral sexual; o como les gusta llamarla ahora, “sexual y reproductiva”. Pero despojada de cualquier connotación moral; porque el distintivo del progreso es justamente la ausencia de moral (hecha de deberes), cuyo lugar ha sido ocupado por los derechos. Lo moderno, lo progresista es cargarnos las obligaciones para entronizar en su lugar los derechos.

El caso es que nos hemos cargado la moral sexual (¡vaya antigualla!, ¿no?) y con ella la reproducción. Es que nos hemos hecho la ilusión de que el sexo no tiene nada que ver con la reproducción, y ésta con las condiciones de vida de todo el colectivo. Ilusión bien vana, porque el vacío reproductivo que dejamos nosotros, lo llenan los musulmanes. Y lo hacen encantados: porque saben perfectamente que la única manera de ponerle freno a la biología es el exterminio. Y esta solución que ya adoptó el nazismo con los judíos y con otros pueblos invasores y degradadores del Pueblo Soberano, de momento no entra en los cálculos. Pero no descartemos que lo que hizo ya una vez el siglo pasado uno de los pueblos más cultos y civilizados de Europa, puede ocurrir de nuevo. Nil humanum a nobis alienum putemus. No consideremos nada humano ajeno a nosotros.
No queremos enterarnos de que la diferencia fundamental entre los musulmanes y los cristianos es la forma tan distinta de abordar la moral sexual, o lo que es lo mismo, la moral reproductiva. Es que ésa es la madre del cordero. Toda la biología (incluida la humana, ¡faltaría más!) se mueve en torno a las dos necesidades básicas: la alimentación (individual) y la reproducción (colectiva). Y en toda la biología, es la reproducción la que determina el modo de socialización. De lo cual se deriva que en la medida en que se deteriora la reproducción, en esa misma medida se deteriora también la socialización. Es la penosísima realidad que estamos viviendo: la sociedad occidental está sufriendo un deterioro monstruoso, que va rigurosamente de la mano de la desnaturalización (para su drástica limitación) de la reproducción. Eso ha cambiado dramáticamente las relaciones hombre – mujer en occidente. Eso, justamente eso, ha cambiado radicalmente nuestra sociedad occidental: ¡a muchísimo peor!
La familia fue el eje de nuestra vida social. La sociedad se construía sobre la relación estable hombre – mujer para ofrecer a los hijos un hogar estable por definición. Y sobre esa estructura se garantizaba no sólo la reproducción en las mejores condiciones para los hijos, sino también su educación. Se trata de un modelo de familia que ha durado más de 2.000 años (lo inició Roma, o quizás antes los etruscos) y que ha ido superando las dificultades que conlleva una institución que no siendo perfecta, son muchos más los problemas que resuelve, que los que crea. Es el matrimonio monogámico, con potente marca de estabilidad. Es el modelo occidental.
¿Y qué tenemos enfrente? Pues ahí está el invento de “las familias”, promocionando con él la renuncia cada vez más masificada a la reproducción. Y como la modernidad cree a pies juntillas que éstos son los más sólidos y perdurables cimientos de una sociedad, he aquí que los defienden contra viento y marea. Y por si no fuera suficiente, el gobierno de Cataluña pone estas políticas en manos de un consejero musulmán, para que de paso amplíe “las familias” con la poligamia que nos aporta el Islam, con los matrimonios de niñas y con lo que se tercie. Y si entre medio nos caen el burka y los 7 velos pues mejor; porque lo realmente importante para estos nuevos diseños sociales, políticos y morales, es liquidar la fórmula milenaria de la familia. ¡Que se reproduzcan los moros!
Pues eso, gozaos y saltad de alegría, porque de momento nos hemos cargado la familia y la sacralidad de la vida y de los hijos; y vamos ya a por los viejos y los enfermos. Y para completar el panorama, pondremos todo esto en manos de los musulmanes. Nada raro, puesto que los altos mandos de nuestra religión, hace tiempo que renunciaron a defender estos valores frente al poder político. Y así nos luce el pelo.
Virtelius Temerarius      

La Glosa Dominical de Gérminans

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NO HAY DIOS SIN TRES
Todas y cada una de las palabras que pronunciamos desde el inicio de la celebración eucarística tienen como objetivo el adentrarnos en el misterio del Dios Uno y Trino. Con la oración colecta y las lecturas que escuchamos en esta fiesta, se nos desvela este Dios único bajo sus tres realidades: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Como el misterio de Dios no es un interrogante (una cuestión sin respuesta) sino una exclamación (una maravilla para descubrir), la liturgia católica prevé el hacernos vivir esta maravilla entre dos fiestas mayores: la del don del Espíritu Santo del pasado domingo (como si el Espíritu fuese la puerta necesaria para decir “Dios”) y la del jueves/domingo próximo, la del Cuerpo y Sangre de Cristo, porque la Eucaristía permanecerá para siempre como la Presencia Real de Jesucristo entre nosotros.
¿Quién de entre nosotros no habrá usado cientos de palabras para decir “Dios” a niños o adultos? En la catequesis, en diálogos de fe, intentando contestar a alguna pregunta o sencillamente explicando nuestra religión a un musulmán que piensa que somos politeístas. Todos hemos experimentado dificultades de vocabulario. Nuestra religión a veces parece bien complicada, bien cerebral.
 
C:\Users\FRANSESC\Desktop\santiguarse000.gifQuisiera proponeros dos imágenes para hablar de Dios. El acompañamiento de jóvenes y de adultos que se inician en la fe nos exige sencillez. Y es con ellos que han surgido estas imágenes.
La primera es la de un niño de cuatro años, a quien sus padres enseñan a santiguarse: marcan su cuerpo con el signo trinitario. En el nombre del Padre, sobre la frente, signo del cerebro y de la inteligencia. Dios de entrada se revela como el Creador, Aquel que da existencia a las realidades visibles e invisibles. Dios es Padre porque engendra la Vida.
En el nombre del Hijo, en el vientre, porque es el lugar del nacimiento. El hijo ha tomado carne en el vientre virginal de María. Dios se ha hecho hombre. Dios ha nacido en humanidad. Dios se ha encarnado.
En el nombre del Espíritu Santo, sobre los hombros, lugar de la fuerza. El Espíritu es la fuerza de Dios en beneficio de nuestra humanidad. El Espíritu es quien permite la comunión de los corazones. La horizontalidad de este gesto atraviesa la verticalidad de relación del Padre al Hijo.  El Espíritu nos hace atravesar la vida del Padre y del Hijo.
Este niño que se santigua hace más teología de lo que se imagina. Mientras aprende a hacer sobre su cuerpo el signo de la cruz, el niño aprende al mismo tiempo que su cuerpo es el lugar de la presencia de Dios. Hijo bienamado del Padre, hermano de Jesucristo, Templo del Espíritu Santo.
C:\Users\FRANSESC\Desktop\imag0455.jpgMi historia, mi vida es presencia de Dios porque Dios la tiene presente. La fe en un Dios trinitario no es sólo un acto de adhesión  al misterio de Dios o de comprensión de mi inteligencia de tal misterio. Ante todo es el descubrimiento de que mi vida está presente para Dios, porque Dios ha confiado en mí, que me ama en mi humanidad a pesar de la dosis de pecado. Dios Trinidad me revela que la fe no es únicamente creer en Él, es ante todo creer que Él, Dios, cree en mí y que de resultas, yo puedo creer en Él.  La Trinidad me revela que Dios me ama y que en nombre de este Amor, pone en mí el signo de la presencia del amor. El lugar donde el Hijo ha amado más al Padre, sobre la cruz, yo lo pongo en mi cuerpo para que aquí también, en mi cuerpo y en mi alma, Dios me ame.
La segunda imagen me viene de un recuerdo de adolescencia, cuando nos entreteníamos escondiendo mensajes escritos en papelitos. Cada uno de esos papelitos llevaba escrita una parte de las frases que teníamos que recomponer y descubriéndolas podíamos saber cuál era el tesoro y dónde estaba escondido. Este descubrimiento del Dios único que se revela en tres personas no es la complicación teórica (el enmarañamiento) del Dios de los cristianos: sino el cumplimiento de una historia revelada que llamamos Historia Sagrada o de la Salvación, en la que Dios se nos desvela progresivamente.
Padre porque engendra a Israel, le da la Ley, la del Padre y de un Dios tierno y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad. Espíritu porque habla a los profetas, da la alegría y la perfección de vida. Pone a los hombres en comunión con Dios. E Hijo bienamado, signo del amor entregado del Padre. Esta es la historia que Dios nos enseña. No nos la inventamos.
https://lh3.googleusercontent.com/rPMKYw4a9VI0t7em_CFHzOyvpfr1SdM_T2Ufv9X6F7cRX5o2F6h21hNbgTVAkc6lv-IbgzGgkKhyZnMF-HR_xdGkkmY8Nik7kpLDd0CZQ8ri7lqCWzEE2O1fGfA0E9UDod9JT1K8kVdWLHms
Cuando tenía 14 o 15 años, un amigo me enseñó su pequeño laboratorio fotográfico, aún en blanco y negro. Aprendí a esa edad cómo se revelan las fotos: a partir de un negativo y de una fuente lumínica, aparece un rostro que se revela. Simplemente exponiendo un negativo a la luz.
En la Historia Sagrada Dios revela su rostro progresivamente. Cuando el revelador ha hecho su trabajo, sumerge la película en un baño ácido que actúa como amortiguador del PH que se llama “baño de paro” y que hace que la foto guarde su justo contraste. Ese rostro revelado se sumerge en el agua. Como el Hijo bienamado se sumergirá en el agua para que el Padre lo autentifique como el Hijo a quien hay que escuchar. Y para que esta revelación no amarillee ni envejezca, hay que fijarla en el papel. Es como el Espíritu Santo que fija para siempre el rostro de Dios sobre el Bienamado.
Perdonad esa imagen atrevida, un poco mecánica, un poco demostrativa. Dios no tiene prueba. Una revelación es una prueba, pero Dios permanece un misterio. Si nos ha dado la Escritura y una inteligencia, es también para que nosotros nos sirvamos de ella cuando intentamos pensar en Él, cuando intentamos hablar de Él.
Estamos rodeados de realidades inabarcables, a las que intentamos acercarnos mediante una gran variedad de formulaciones. Tan inabarcable es Dios para nuestro entendimiento, ya sea la filosofía quien pretenda explicarlo, ya sea la ciencia (que de vez en cuando se asoma a estos misterios), ya sean las religiones, que la formulación católica del Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, ejerce incluso para los no creyentes un atractivo singular. Porque nos permite al mismo tiempo percibirlo como la gran fuerza que mueve el Universo, en Dios Padre Creador del cielo y de la tierra; como Dios-con-nosotros, uno más de nosotros, en el Dios Hijo; y como Dios dentro de nosotros, habitando en nosotros, en nuestro espíritu, en el Dios Espíritu Santo.
La percepción católica de Dios (visto desde fuera), que para nosotros es Revelación, nos coloca a los católicos lo más cerca del conocimiento y del acompañamiento de Dios en nuestras vidas. 

Mn. Francesc M. Espinar Comas
Párroco del Fondo de Santa Coloma de Gramenet

El síndrome Omella

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Últimamente se está hablando mucho en los ámbitos eclesiásticos y sobre todo en los medios especializados, del Síndrome Omella. El origen más probable hay que situarlo, no en Damasco ni en su califato, de donde procede el apellido Umayya -el Omella cristianizado-, sino en Roma, donde son tan dados los “entendidos” a calificar y descalificar. Se trata de un neologismo -el del Síndrome Omella- cuya falta se estaba haciendo sentir, y que justamente por eso, tiene toda la pinta de haber venido para quedarse. Denomina la que se reconoce sin la menor duda como la peor enfermedad de la Iglesia: bastante bien diagnosticada por cierto, pero sin que se haya preocupado aún la alta jerarquía por diseñar y ni tan siquiera por ensayar un tratamiento para superar tamaña epidemia.
Esta enfermedad, ¡quién lo dijera!, ha venido a convertirse en la mayor pesadilla de la Iglesia. Calamidades han llovido sobre ella, y algunas muy recientes. Pero ninguna tan grave como el Síndrome Omella. Ni la simonía hizo tanto daño a la Iglesia; porque fue la praxis eclesiástica la que sufrió severamente. Pero incluso en medio de esos abusos, la doctrina de la Iglesia permaneció incólume. Al fin y al cabo, Simón el Mago (que es quien da nombre a esa lacra), lo único que pretendía era comprar con dinero los dones de la Iglesia. Sacudida por esos abusos durante siglos, puso en cuestión su santidad; pero la herida que le inflige a la Iglesia el Síndrome Omella es mucho más profunda, porque con esa suma de malas prácticas lo que se hace es aceptar que el poder político le ponga un bozal a la Iglesia, que los obispos acaben haciéndose guardianes de su clero para que contengan su lengua, y que finalmente la doctrina de la Iglesia quede recortada de hecho bajo las órdenes del poder civil. Naturalmente que esto no se paga con dinero, como fue el caso de la simonía, aunque en el fondo de todos esos “entendimientos” hay siempre arreglos económicos que tiene la Iglesia con el poder civil. Esto se paga sobre todo con la paz civil, con el entendimiento, la concordia, los puentes tendidos, el buen rollo, la colaboración y todas esas cosas que por lo visto tanto valora hoy la jerarquía eclesiástica. Más que su doctrina, por lo visto.
Malo fue que los cargos eclesiásticos estuvieran en manos de los príncipes del mundo, sometidos a su poder; pero es infinitamente peor haber sometido la doctrina de la Iglesia y la Palabra de Dios al poder civil, de manera que son los políticos los que deciden qué es lo que un cura puede predicar en una iglesia o escribir en una publicación.

Simón, el mago
La mayor agudeza de este mal radica en que afecta a la cabeza de la Iglesia: me refiero a la jerarquía, cuyo primer eslabón lo constituyen los obispos. Y desde ahí, hacia arriba. Parece que en las altas esferas eclesiásticas, todos están de acuerdo en dar por normal y aceptable que los comportamientos que configuran el Síndrome Omella son los que más le convienen a la Iglesia para cumplir su misión evangelizadora. Y como es por la cabeza por donde empieza a pudrirse el pescado, la sensación es que esta corrupción y sus secuelas tan alegremente asumidas, pueden durar tanto como duró la simonía, con el tremendo riesgo de poner en gran zozobra a la Iglesia.
Es curioso que tratándose de un mal que viene sufriendo la Iglesia desde hace cerca de un lustro, no se haya definido, señalado y denominado hasta ahora. Esta denominación trae causa del gravísimo incidente en el que la Generalidad (Yeneralitá para los foráneos) de Cataluña se enfrentó al arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, que hizo gala de su mansedumbre ante el poder político. El Departamento de Asuntos Sociales y Familia quería llevar ante los tribunales el sermón de un sacerdote de la diócesis, en el que se exponía la doctrina de la Iglesia sobre la homosexualidad. La presión que ejercieron los políticos contra el arzobispo fue tan brutal, que a éste no le quedó otra salida que entregarles la cabeza del sacerdote en cuestión, si no quería ver rodar la suya propia. Les daba lo mismo a éstos una cabeza u otra. Lo que les importaba era ganarle el pulso a la Iglesia nada menos que en la defensa de su derecho a predicar libremente su doctrina. Y se lo ganaron, claro está; asíquedó creado el precedente, y avisados los sacerdotes.
El obispo quedaba erigido por los políticos en guardián de los sacerdotes y responsable por tanto de que éstos no incurrieran en cualquier afirmación que pudieran acusar de políticamente incorrecta. La dictadura de lo políticamente correcto ganaba un territorio más, el de la Iglesia; con la apetitosa propina de que gracias a esa trascendental victoria, todos los sacerdotes de la diócesis quedaban bajo la vigilancia y responsabilidad de los obispos. Y en virtud del nuevo statu quo, cuando un sacerdote cualquiera “se va de la lengua”, es al obispo a quien acude el poder civil para que le aplique al sacerdote deslenguado las medidas disciplinarias que sean necesarias a fin de evitar que se repita el incidente y que cunda el ejemplo. El obispo a los pies de los políticos, haciendo para ellos el oficio de perro guardián de sus sacerdotes.
Contribuye al éxito de esta denominación, el hecho de que siendo tan pública y notoria la amistad y la sintonía entre Omella y el Papa, nadie se atreve a cuestionar las políticas del cardenal, por desorbitadas y disparatadas que sean, porque “siendo vos quien sois”, se las supone siempre avaladas por el Papa. Por eso nadie se atreve a discutir el acierto y la idoneidad de las palabras y los actos de Omella. ¿Dice el cardenal que hay que evitar la confrontación a cualquier precio? Pues se evita la confrontación, que es el objetivo de su altísima misión cardenalicia. ¿Y el precio? ¡Qué más da el precio! Nunca es caro para comprar un bien tan valioso como los puentes con el poder civil. Y obviamente jamás puede ser errónea una decisión viniendo de donde viene. Aunque se trate de colaborar con las autoridades en su obsesión por imponer en la escuela (también en la cristiana) la ideología oficial del Estado: por más que vaya frontalmente contra la doctrina y la moral de la Iglesia. Y efectivamente, también en esto ha evitado la confrontación nuestro cardenal, que ostenta la presidencia de la fundación en que están englobadas todas éstas.  
No sólo eso: la máxima de su gobierno (tal como declaró solemnemente en su toma de posesión de la diócesis) es la colaboración en todo y por todo con las autoridades civiles. No basta evitar la confrontación: esa gran virtud se perfecciona en la aún más heroica virtud de la colaboración con el poder. Palabra santa para Omella: Colaboración.
¿Y todo esto le produce conflictos doctrinales? Ni el más mínimo, porque obviamente en sus homilías huye del fuego para no quemarse. Que nos lo digan a los de Calanda… ¡Le conocemos bien! Y así, para evitar jugar con fuego, siempre tiene a mano algún cuentico, que eso no compromete. En su consagración episcopal ya marcó el sello: nadie recuerda de qué predicó; excepto, eso sí, que cerró su homilía con el cuento del indio Mimú. El cuentico sí que se les quedó en la memoria a los asistentes. Por eso le quedó aOmella el apodo de Mimú, en el que le reconocemos casi todos aquí en su tierra.
Pero que nadie se engañe. A pesar de todos los síndromes, don Juanjo Omella no tiene ningún complejo, ni siquiera el de inferioridad. Luce justamente la fatuidad del COLOCADO a dedo. Colocado por el dedo omnipotente. A partir de ahí, la mayoría de los que tratan con Omella no le miran a él ni miran sus acciones. Miran al dedo que le colocó. Y mirando al dedo, encuentran maravilloso todo lo que señala el dedo. Omella haga lo que haga, cuente lo que cuente, se comporte como se comporte, ya no tiene que sufrir el complejo de descolocado que objetivamente lo define como arzobispo aragonés (¡y encima, de La Franja!) de Barcelona. No, no… siendo el que es el dedo que le ha colocado, ha quedado liberado de complejos. Todo lo que hace, lo hace ex cátedra. Como emanación de la más alta cátedra de la Iglesia. A partir de ahí, a efectos prácticos de gobierno de la diócesis, Omella es infalible. Nunca se equivoca (ni reconocerá nunca un error). Sea que destierre a un cura, sea que promocione a un crápula, sea que se invente el ¡Sortim!(¡Salgamos!) como grito de guerra de la esperpéntica refundación de la diócesis, sea que se le escape alguna tontería en sus homilías cuentacuentos. Omella es infalible: tanto cuando habla como cuando calla. Basta mirar al dedo que le colocó. Así que… de descolocado, nada. COLOCADO, y bien colocado. Es nuestro auténtico obispo-arzobispo-cardenal DE CUOTA.
En fin, pues esta es la historia que circula sobre el Síndrome Omella; es decir, sobre la vinculación del nombre del cardenal Omella a la persecución de los sacerdotes que en sus sermones se atreven a pisar terreno peligroso. ¿En cuestión de doctrina o moral católica? No, en doctrina y moral de un mundo podrido que no admite discrepancias y menos por parte de la Iglesia. Gracias al nombre de esta enfermedad eclesiástica, la historia recordará a Omella; igual que por el nombre de la guillotina, “la más eficaz herramienta para conseguir la paz social”, recuerda el mundo al misericordioso doctor Joseph Ignace Guillotin. Honor y gloria pues al Dr. Guillotin que dejó atrás el garrote vil con su variante catalana y con sus cajas destempladas: en Calanda, ya se sabe, somos célebres también por nuestras cajas, pero aquí templadísimas y sonoras.
El Cojo de Calanda

Moretó: trobarem a faltar el teu article

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Resultado de imagen de xavier moretó navarro 
Una de las claves del éxito de Germinans han sido las publicaciones ad hoc que se han venido reproduciendo contra nosotros desde los días más tiernos de nuestra infancia. Allá por el año 2007, cuando aún no nos habían salido los primeros dientes, ya se hizo correr por las parroquias barcelonesas la carta macarthysta, acusando con nombres y apellidos a un número significativo de sacerdotes barceloneses. Si se busca por Internet, se hallan todavía con facilidad una serie de blogs que se crearon única y exclusivamente contra este portal. Ahí encontrarán Contragerminans, El integrismo es pecado o Qui hi ha darrere Germinans Germinabit, entre otras maravillas. Nunca una web eclesial había suscitado tanto encono y tanta pérdida de tiempo y energías. Eso sin entrar a analizar sus disparatadas labores detectivescas, en las que nunca dieron pie con bola. Es evidente que todo ello no nos amilanó, sino que nos espoleó a dedicarnos con ahínco a engrandecer esta empresa. Con toda probabilidad, sin esas páginas a la contra, los detectives y amenazas que nos mandaron y aquel juicio que perdieron, Germinans habría dejado de existir hace años.

El penúltimo pasquín digital creado exclusivamente contra nosotros lo venía manteniendo Mn. Xavier Moretó Navarro, párroco de San Ignacio de Loyola, en su propia web parroquial. Dicho sacerdote nos distinguía conuna sección furibunda  en la que cada mes deponía un artículo poniéndonos a caldo. En esa misma sección, escribió Moretó que solo dejaría de publicar su artículo mensual cuando lograse nuestro cierre. Era la mínima condena que proponía, no en vano desde ese medio nos había solicitado nuestra excomunión. Tanto la de que escribíamos como la de los comentaristas. A los lectores los anatemizaba, cual si este portal se hallase incluido en el Índice de Libros Prohibidos.
curs de risoteràpia
Principal actividad parroquial que se publicita ahora en la web de San Ignacio de Loyola
Parece ser que esa gran misión del párroco de San Ignacio va a seguir el mismo camino que las anteriormente fenecidas páginas a la contra. ¡Cuánta constancia les falta! Su último artículo mensual es el del mes de marzo de 2018 y ha hecho pellas en abril y mayo. En su lugar, se publicita la devota actividad de la risoterapia. No obstante, la peculiaridad del caso Moretó radica en que la desaparición de los artículos contra Germinans va a venir pareja a su elección como vicario episcopal, que aseguran va a ser inmediata; muchos hablan de esta misma semana. Parece claro que o Moretó se ha institucionalizado o ha recibido presiones para que no exprese su sectarismo por escrito. Lo que resulta indudable es que si finalmente desaparece su artículo mensual será por la única y exclusiva razón de su designación como cargo curial. Ahora bien, habrá conseguido ser vicario episcopal, pero no habrá logrado que desaparezca Germinans, en ese tour de force al que nos desafió por escrito. Más bien es probable que sobrevivamos a su vicariato.

Con todo, resulta muy preocupante que el principal mérito del -si Omella no lo remedia- futuro vicario episcopal haya sido su beligerancia epistolar contra nosotros. Se desconocen sus méritos pastorales o eclesiales. Más bien puede ocurrir como aquel ministro del franquismo que, cuando le contó a su madre que acababa de ser designado, ésta exclamó: “Qué desgracia, hijo mío, hasta ahora solo te conocíamos nosotros y ahora te va a conocer toda España”. Ahí sí que se puede producir la risoterapia, cuya práctica se recomienda en su portal digital.
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Cartel anunciador de la visita de Lucia Caram a la parroquia de Moretó
No vamos a salir de este bucle. El bucle de la división entre sacerdotes y diocesanos de Barcelona. Designar como vicario episcopal a uno de sus adalides vendrá a acentuar esta división. Si a ello se le une su aguerrida militancia independentista, que le permite ceder los locales parroquiales a la ANC o a Sor Lucia Caram y denegárselos a Societat Civil Catalana, nos permite barruntar que la división entre diocesanos puede alcanzar las mismas cotas que la división entre catalanes que ha traído el kafkiano proceso que Moretó alienta desde su propia parroquia.

Y ascendido Moretó a su nueva responsabilidad, a ver quién nos dirige la próxima fatwa. Es indudable que volverá a haber una página o una publicación exclusivamente creada contra nosotros. Es triste comprobar que poco se respeta la libertad de expresión y cuanto se procura la corrección política en esta diócesis, que debe aniquilarse al disidente por tierra, mar y aire. Pero que nadie dude que resistiremos. Ya estamos curtidos en mil batallas.

Oriolt

Y ahora las alfombras de flores del Corpus

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La simbología cristiana ha sido aprovechada hasta unos límites insospechados para defender el Procés, es una verdadera obsesión de los independentistas, aprovechar todos los elementos visuales de nuestra fe para defender su causa. Desde los templos reconvertidos en fachadas para reivindicaciones (lazos, pancartas, esteladas, proyecciones...) , pasando por las cruces amarillas en nuestras playas, los capirotes amarillos en Semana Santa... Mientras tanto los obispos catalanes mirando para otro lado, como si no fuera con ellos, tanta burla partidista a nuestra fe y los obispos bien callados, ni una palabra, ni una queja, como si ya les estuviera bien lo que se está haciendo o como si tuvieran verdadero pánico a perder los favores del nacionalismo gobernante.

El último invento es el de aprovechar las alfombras de flores del Corpus Christi para sus reivindicaciones políticas. Esta tradición tan arraigada en muchos pueblos catalanes para honrar el paso del Santísimo Sacramento por las calles y las plazas, también se ha visto substituido por un inmenso escenario de propaganda secesionista.  El domingo pasado tuvimos la primera experiencia en la población de Arbúcies, que celebra esta fiesta popular, adelantándose una semana al resto de poblaciones.

La antigua procesión de Corpus en Arbúcies
En esta localidad gerundense hace más de 500 años de esta tradición en que sus habitantes adornan sus calles con alfombras de flores con motivos eucarísticos, para que cuando pase la procesión del Corpus, con la custodia bajo palio, lo haga por encima de esas alfombras realizadas por la devoción de los fieles.

El problema es que el nacional-progresismo hizo verdaderos estragos en esta tradición, los sacerdotes "progres" se negaron a realizar la procesión del Corpus por las calles, ya que consideraban que aquello era impropio de la iglesia moderna post-conciliar y que los actos de presencia de la Iglesia fuera de los templos eran "nacional-catolicismo" que se tenía que erradicar de forma radical. Así que esos sacerdotes, entre los que se encontraba el de Arbúcies, decidieron cargarse tan hermosa tradición. En 1977 el párroco se negó a salir a la procesión por las calles y el pueblo que no entendió de ninguna manera aquella decisión, continuó con la tradición aunque no se hiciera procesión.

Motivos florales de otros años sin simbología política
Y así desde entonces. El pueblo no ha roto la tradición como su párroco, pero aquellos motivos eucarísticos  han ido desapareciendo de sus alfombras, ya que no tenían sentido si no iba a pasar por encima la Eucaristía. En su lugar se pusieron motivos florales asépticos, sin referencias religiosas ni de otra índole. Pero ahora ha llegado el momento del cambio, que es el de volver a sus orígenes, volver a poner motivos de adoración y de religión, pero no los de Cristo-Eucaristía, sino los del Dios-nació.

Y este año podemos ver otra vez dibujos y rostros precisos, pero no el de Nuestro Señor, o el cáliz o la hostia, sino el careto de los presos políticos con las reivindicaciones habituales de su liberación, ya no hay cruces, pero sí muchos lazos amarillos, esteladas y toda la demás simbología del independentismo.

Y mientras la jerarquía eclesiástica nunca dice nada ante estas burlas a nuestra fe, los ciudadanos de a pie que no comulgan con el secesionismo empiezan a estar hasta el gorro. Lo vimos en el tema de las cruces en las playas y en otras acciones de los CDR, no están dispuestos a quedarse quietos, y cualquier día tendremos un disgusto gordo con un enfrentamiento de imprevisibles consecuencias. A esto no está llevando el llamado "independentismo pacifista", a que podamos tener un verdadero conflicto civil. Entonces los obispos y nuestros dirigentes, tan "católicos" ellos, se lamentarán profundamente de ello.

Francesco Della Rovere

La última generación de curas "progres" de la diócesis

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Enric Termes (izquierda), Joan Cabot (centro), Xavier Moretó (derecha)
El clero barcelonés está dominado todavía por el nacional-progresismo. Décadas de promociones de sacerdotes cortados por el mismo patrón, ellos son los que han ocupado los más importantes cargos en la diócesis y las parroquias más emblemáticas. Pero ahora tienen un problema: no tienen prácticamente sucesores, las nuevas promociones de sacerdotes jóvenes son la antítesis total de este clero y lo que es peor, ellos ya están en el camino de salida, son mayores, muchos de ellos tendrían que estar jubilados hace tiempo, y a los otros tampoco ya no les queda mucho recorrido, por lo que ya no están en disposición de tener grandes responsabilidades diocesanas porque su edad juega totalmente en su contra.

No es ningún secreto que en la consulta que nuestro sonriente y dicharachero arzobispo Don Juan José realizó entre el clero para la renovación de cargos diocesanos, la aún mayoría progresista (aunque gerontocrática) intentó "colocar" a la última promoción de sacerdotes de su cuerda para ocupar esas responsabilidades, que en breve se tiene que designar. Esta generación engloba los últimos ordenados por Don Narcís Jubany y los primeros ordenados por Don Ricardo Carles, porque por debajo de eso, prácticamente no tienen nada.

Sacerdotes jóvenes de Barcelona... pero en los años 70
N.s.b.a... y jubilado cardenal Martínez Sistach, también presionado por los mismos, utilizó algunos de esos peones bendecidos por el progresismo, es decir jóvenes pero con juramento de fidelidad a los viejos principios. Entre los del primer grupo (ordenados por Jubany) se puede citar al Rvdo. Toni Román que ejerció como Delegado de juventud los primeros años de la era Sistach o al Rvdo. Pepe Rodado como Delegado de Pastoral Obrera, y en el segundo grupo (los ordenados por Carles) al Rvdo Josep Maria Turull como rector del Seminario o también el Rvdo. Enric Termes como Delegado de Catequesis.

Y es que allí se acaba el clero nacional-progresista, después de la nefasta etapa del actual copríncipe Vives al frente del Seminario Conciliar, que protegió y mimó a ese tipo de sacerdotes ante la inopia en la que vivía inicialmente el pobre Don Ricardo. Después el cardenal valenciano decidió poner punto y final, y con el nombramiento fugaz del Rvdo. Ramon Corts y posteriormente con el del Rvdo. Francisco Prieto, el Seminario dio un vuelco, del que ya no habría marcha atrás, ¡ni siquiera con Turull!.

Porque el problema no era solo quien estaba al frente del Seminario, sino también que el progresismo ya no generaba nuevos miembros, se había vuelto completamente estéril, porque no ilusionaba a nadie entre las nuevas generaciones. Incluso se da el caso curioso actual de que con alguien tan progresista como el Rvdo. Turull como rector, los nuevos sacerdotes salen todos tradicionales, ¿porqué? pues porque solo salen vocaciones de un lado, y eso  propició por ejemplo un pacto entre el conservador Opus Dei, al que hace unos años Turull no quería ver ni en pintura, con tal de que le proporcionen vocaciones a cambio de que la espiritualidad la llevara la misma Prelatura. Y Turull, chaquetero donde los haya. estaba contento, le traían vocaciones para salvar los números del Seminario sin mover un dedo y encima no tenía ni que formarlos, así él podía dedicarse a sus cosas: hacer la pelota al obispo de turno, mirar cuantos más cargos podía ocupar y seguir aspirando a esa mitra que se le resiste.
Cinco sacerdotes ordenados por Omella, todos de clerygman riguroso y casullas clásicas
Siempre hay alguna excepción que confirma la regla como la del Rvdo. Ramon Batlle ordenado ya por Sistach bajo el rectorado de Turull, pero sobre todo adoctrinado por el Rvdo. Josep Anton Arenas (por fin ya fuera del Seminario) y su poderosísimo protector el Rvdo, Antoni Matabosch.

Estamos en puertas de cambios importantes en nuestra diócesis, empezando por el rector del Seminario y continuando por las principales responsabilidades diocesanas, nuestro arzobispo tiene en sus manos continuar con el bucle del progresismo para que todo siga igual, puede apostar por gente joven (aunque sobradamente preparada) con fuerzas y ánimo de renovación, o repetir la operación que ya hizo con los obispos auxiliares, y colocar personas neutras, discretas y obedientes, en un intento, siempre complicado, de no disgustar ni a unos ni a otros.

Antoninus Pius

¿Igualdad y consentimiento?

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"No os neguéis el uno al otro sino de mutuo acuerdo, por cierto tiempo, para daros a la oración; luego, volved a estar juntos, para que Satanás no os tiente por vuestra incontinencia" (1Corintios 7).
La igualdad y el consentimiento son términos incompatibles. El hecho de que alguien requiera de otro su consentimiento para alguna acción, implica automáticamente la superioridad del que pide el consentimiento, y la inferioridad de aquel a quien se le pide. El enfermo está siempre en situación de inferioridad respecto al médico, al que ha acudido en razón de su superioridad (en este caso profesional). Por esto se requiere el consentimiento “informado” del enfermo para cualquier tratamiento especial (en los ordinarios, se entiende implícito el consentimiento del enfermo). Obsérvese que nunca es el médico el que da el consentimiento, sino el enfermo. El inferior presta al superior su consentimiento para que actúe como cree que debe hacerlo. Se trata de una norma muy reciente que pone límite al posible instinto autocrático del médico. Imponiéndole al médico la obligación de contar con el consentimiento del paciente, se evita que las actuaciones del médico tengan forma y carácter de imposición o de coacción.
Queda clara pues, la carga de superioridad-imposición más o menos arreglada del consentimiento. Pero no queda ahí la cosa: según la RAE consentir es sinónimo de permitir;algo que obviamente no sucede entre iguales. El inferior le consiente o le permite a una persona con ascendiente sobre ella, que haga una cosa o no se oponga a que la haga, especialmente por considerar que dicha acción es negativa. Así decimos “consentir injusticias”, “consentir un trato injusto”, etc. Por eso la lengua ha forjado el término “consentido-a”, usado como sustantivo, para referirse al cónyuge que consiente la infidelidad del otro. Y usamos la calificación de “consentido” para referirnos al niño acostumbrado a hacer siempre su voluntad sin que nadie lo corrija o le castigue por sus malas acciones. Y en esta línea, consentir es permitir a un hijo o a una persona subordinada que actúe a su gusto, sin decirles lo que tienen que hacer o sin castigarlos en caso de sobrepasarse. Estamos dentro del uso ordinario del consentimiento y del verbo del que procede.
¿Qué ocurre pues? Que si en las relaciones sexuales se impone la necesidad-obligación de que una parte (siempre el hombre) pida el consentimiento, y la otra parte (siempre la mujer) lo dé o lo preste, estamos reconociendo sin apelación posible que una de las dos partes actúa de sexo fuerte, y la otra actúa de sexo débil. Y que el sistema de poder se cuidará de que a la parte que demanda (siempre la misma) el consentimiento de la parte débil, no se le ocurra actuar sin contar con él. Es decir que la sociedad, en pleno y flagrante reconocimiento de la situación de debilidad sexual de la mujer, hará todo lo que pueda (y más) para defender al débil de los abusos del fuerte.

Porque resulta que según sean la calidad y la evolución del consentimiento (que según se constata en la realidad, está sujeto a evoluciones y oscilaciones a lo largo de una relación sexual), nos encontraremos ante un simple uso sexual, si el consentimiento es pleno; ante un abuso si el consentimiento o el acto sexual son imperfectos; y ante una violación si el consentimiento falta totalmente, y el acto sexual no consentido, ha alcanzado su culminación, es decir su forma más grave. Con un agravante más, y es que según el significado de “consentir”, se entiende que por parte del hombre se trata siempre de una mala acción (o peligrosamente susceptible de serlo), cuya calificación judicial dependerá siempre de la calidad del consentimiento que haya aportado (y en caso de conflicto, reconocido o declarado) la mujer. Y es por eso por lo que se requiere el consentimiento de la mujer (si fuese por escrito, no habría problema legal) para el acto sexual compartido con el hombre. Porque por defecto (si la mujer no dice lo contrario), el “comercio” sexual del hombre con la mujer, es malo (y reviste por tanto un mayor o menor grado de delictuosidad).
¿Y qué tal andan de consentimiento las parejas estables?¿No nos encontramos más bien en la mayoría de los casos ante una ficción de consentimiento, o ante un “mejor no meneallo”? Estamos en lo mismo. No es la mujer la que necesita el consentimiento de su pareja, sino todo lo contrario: es él el que necesita el consentimiento de ella. Eso es fijo, nadie lo discute. ¿Y existe ese consentimiento? ¿Es auténtico? ¿En el 100% de los actos sexuales? ¡Vengan chistes, señoras y señores! Puesto que las cosas que no tienen remedio, es mejor tomárselas con humor. ¡Para qué vamos a amargarnos! Pero bueno, la farmacia y la cosmética íntima ponen el consentimiento menos cuesta arriba. Pero de todos modos, los consentimientos auténticos y gozosos, van escaseando cada vez más, tal como la pareja va cumpliendo. He ahí otra rareza léxica: a eso se le llama “cumplir”. Y siempre le toca al mismo (a la misma): para variar.
Y resulta que la cuestión fundamental, la que separa la buena de la mala acción,  es el consentimiento. ¿El “conse” qué? Oiga, resulta que no sé qué tribunal acaba de sobreseer o archivar el tema de las preferentes (producto tóxico donde los haya) porque todos los estafados dieron su consentimiento, sabiendo muy bien lo que se hacían, sin que les faltase ningún elemento de información. Y como dieron su consentimiento, no tienen derecho a reclamar (otra cosa es que los bancos, sabedores de la debilidad de ese consentimiento,  por su cuenta y antes del pronunciamiento judicial hayan indemnizado a muchas de sus víctimas). Venga, va, anímate, ya verás qué buen negocio, ya verás qué gran proeza podrás contarles a tus amigos. Y bueno, el consentimiento resultante hace aguas por todas partes. Y lo interesante del caso es que sólo más tarde caes en la cuenta de la debilidad de tu consentimiento. Te das cuenta de que has sido muy imprudente y de que no tenías que haber dado tan audaces pasos hacia el consentimiento: que lo más normal es ir por pasos y según se tercie, rematar con la firma.
Y claro, a cualquiera que de buena fe quiera instalarse en la novísima ideología de género, le asalta una duda: ¿Por qué en el negocio sexual se requiere únicamente el consentimiento de la mujer? ¿Son iguales o no son iguales el hombre y la mujer en estos asuntos? Bueno, sí, pero sólo cuando es un hombre el que se empeña en relacionarse sexualmente con un hombre en función de mujer. Pero no es ése el caso. Se entiende que sólo es necesario el consentimiento del sujeto pasivo, ¿no? Es decir que el hombre necesita el consentimiento de la mujer (o el del hombre que hace de mujer), pero ésta no necesita el consentimiento del hombre. Es eso, ¿no? Pero es evidente queaquí se nos ha descerrajado totalmente el concepto de igualdad. Si el hombre necesita el consentimiento de la mujer, es que no sólo no son iguales, sino que la mujer está en inferioridad sexual frente al hombre.
Y si además la mujer necesita la defensa aguerrida de la ley para el caso de que no haya habido consentimiento en absoluto (violación), o el consentimiento no sea fácilmente discernible cuando se han dado algunos pasos y al final no se ha coronado como hacían prever o desear los consentimientos parciales; si la mujer necesita el discernimiento de los jueces, el alboroto mediático respecto a un consentimiento que durante un tramo ha parecido totalmente que sí, y que luego según unos ha desaparecido y según otros se ha mantenido pero con matices; si lo que hay al final es eso, está clarísimo que el invento ése del consentimiento (¡tan voluble!) nada menos que como pieza clave de la libertad sexual de la mujer, hace aguas por todas partes. ¡Un consentimiento nacido de sentimientos encontrados!, sometido luego al sabio arbitrio de los tribunales.
Está bastante claro que el simple consentimiento no es un criterio consistente; porque está en el orden natural de las cosas que el consentimiento se obtenga como fruto de cierto forcejeo. Tanto en la firma de las preferentes como en las relaciones habituales (y en las esporádicas) de pareja. Lo que más abunda por tanto es el consentimiento más o menos forzado. Fíjense si no, en el consentimiento que les damos a los políticos para que actúen por nosotros: nos lo arrancan normalmente con mentiras, y luego si te vi no me acuerdo. Tirarán de él durante cuatro años, y volverán a lo mismo: hasta que nos dignemos admitir que nos hemos dejado engañar, y por conciencia o por despecho se lo demos a otro.
Y con el consentimiento matrimonial -sea canónico o civil- estamos en las mismas. Una de las capitulaciones de ese consentimiento (todo un programa, como los electorales) son las relaciones de pareja; es decir, que se presta un consentimiento global y mutuo, y por defecto, siempre sí, partiendo de la ficción jurídica de que el consentimiento que le otorga para esas relaciones el hombre a la mujer, tiene el mismo valor que el que le otorga la mujer al hombre. Esa es la base, muy poco acorde con la realidad; porque este punto de partida desactiva todo el principio -pura ficción jurídica-de que para que una relación de pareja no pueda ser denunciada como delictiva, es conditio sine qua non el consentimiento.
Por eso San Pablo tuvo que posicionarse en su carta segunda a los corintios, también a partir de la ficción (es por igualar sexualmente a ambas partes) de que el consentimiento vale lo mismo en la mujer que en el hombre (cf. 1Co 7).  
La ideología de género opta por la ficción -en dirección contraria- de la igualdad entre el hombre y la mujer, con lo cual queda el consentimiento despojado de todo sentido; y a pesar de eso, colocando a la mujer como débil y necesitada de la protección del poder para que la defienda siempre que declare que el consentimiento no ha alcanzado la plenitud.  Pero vamos, no nos hagamos trampas. La diferencia sexual abismal entre la mujer y el hombre es que para ella, la práctica sexual tiene grave trascendencia, porque la puede dejar embarazada; es decir que los efectos del acto sexual continúan tan largamente que afectan a toda su vida; mientras que para el hombre es un acto biológicamente intrascendente, puesto que termina en sí mismo y no tiene consecuencias fisiológicas para él. De ahí que el violentar sexualmente a la mujer, se haya considerado en todas las culturas como uno de los más graves delitos que puede cometer el hombre.
Por eso, habiendo conseguido desvincular, tanto en la tecnología como en las costumbres (la moral), el sexo de la reproducción, de manera que queda al arbitrio de la mujer (y sólo de ella) evitarla totalmente, no se entiende que las leyes sigan dando al consentimiento de la mujer el mismo valor que tenía cuando el sexo podía abocar a la mujer inexorablemente a la reproducción. Aquí chirría tremendamente la incongruencia. Sigue juzgándose el acceso sexual del hombre a la mujer, igual que cuando eso podía cambiarle totalmente la vida. En la carrera hacia la igualdad sexual del hombre y de la mujer, la exigencia del consentimiento de ésta, se ha erigido en el mayor obstáculo para alcanzar esa tan cacareada igualdad.  El desenlace coherente de ese carrerón es la total, absoluta y real igualdad sexual entre hombre y mujer, lo que conllevaría la despenalización total del abordaje sexual de la mujer por parte del hombre. Se tendría que medir finalmente la relevancia de la agresión por las lesiones producidas, si tan lejos se llegase. En fin, que el consentimiento se lleva fatal con la igualdad.   
Y claro, esas masas que se han pasado miles de horas ante la tele escuchando que no hay ninguna diferencia entre el hombre y la mujer (¡ni siquiera sexual!), que el sexo lo elige cada uno, y que la mujer tiene derecho a comportarse sexualmente igual que un hombre; y que si le apetece salir con toda una manada y pasárselos por la piedra, nadie tiene derecho ni a insinuar que no es capaz de semejante hazaña, ni a echarle en cara lo arriesgado de semejante conducta; toda esa gente tan correctamente adoctrinada, es la que sale luego en tromba a las calles, lanzada por los mismos que la adoctrinaron. Salen a protestar airados contra unos jueces que al no valorar “correctamente” la cuestión del consentimiento, en vez de condenar a los de la manada por violación, los condenan por abusos. Es evidente que el programa está perfectamente diseñado. Y que funciona… para los que mandan.
Compañera te doy y no sierva. Ámala como Cristo amó a su Iglesia (Antigua Liturgia del Matrimonio). ¡Qué carrinclón suena  ahora!, ¿verdad? Sin embargo, con este criterio se edificó durante dos mil años una cristiandad fuerte y solidaria y se dignificó a la mujer como santuario de la vida. ¿Podrá reconstruirse ahora a partir de escombros y ruinas?
Custodio Ballester Bielsa, pbro.
www.sacerdotesporlavida.info

La Glosa Dominical de Gérminans

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ALIADOS, NUNCA MÁS ENEMIGOS

Cuando vemos las noticias en los informativos y podemos presenciar la ceremonia pública de la firma de una alianza entre dos estados, observaremos como los jefes de estado firman un documento, sentados en una mesa, y al término se intercambian sonriendo las plumas estilográficas. Cada uno de ellos conservará en su archivo una copia del tratado de alianza firmado por ambos.

Pero a veces, ningún documento, ninguna firma. Sólo un sencillo gesto de amistad, que hoy en día está presente en todas las culturas del mundo (la encajada de manos) ha sancionado el fin de décadas de hostilidad y el inicio de una relación completamente nueva. Los enemigos han pasado a ser amigos.
Ahora entre los dos estados existe una nueva relación, el pasado es olvidado. Las personas pueden circular libremente de un estado a otro, las mercancías y los bienes pueden intercambiarse después de un largo embargo. La apertura de un grifo o una toma de agua que había sido anulada, comporta beneficios, comunicación, paz, vida.

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Santa Cena
Lo mismo ha deseado hacer Dios con el hombre en el curso de tantos miles de años. Ha buscado un modo para hacer una alianza con los hombres, convertirse en su amigo, para que los hombres pudiesen recibir sus bienes y pudieran pasar libremente de la tierra al cielo, vivir en paz y amistad entre ellos y con Él. Ha intentado abrir aquel grifo que permite a los hombres recibir su Agua Viva, que nos da la vida eterna. Pero existía un problema: con Dios no se puede ir con “golpecitos en la espalda”. A Moisés que de manera ingenua le pedía ver su rostro, Dios le contestó con severidad que nadie podría jamás ver su rostro porque “nadie puede verme y permanecer con vida”. E inmediatamente después Dios concedió a Moisés el poder ver sus hombros, pero no su rostro. (Ex. 33,23) Algo es algo.
Dios siempre ha tenido la misma obsesión en su trato con los hombres: buscar como colmar una distancia infinita. La distancia existente entre Dios y el hombre está bien sintetizada en la segunda lectura con la expresión “obras de muerte”. El pecado, que es justamente una obra de muerte porque nos hace morir, tiene el  poder diabólico de mantenernos distantes de Dios, impedir que Dios colme la distancia.
Entonces Dios ha inventado una cosa muy hermosa que se llama alianza. La alianza funciona así: el hombre se compromete a observar los mandamientos de Dios, y Dios en cambio le garantiza su bendición y la salvación de las obras de muerte. Todo esto Dios, siendo invisible, no lo puede hacer con una encajada de manos ante la multitud de medios gráficos, sino mediante un rito donde, en vez de tinta, se usa la sangre. La sangre es el elemento con el que se firman las alianzas en la Biblia.
En la liturgia de esta fiesta de Corpus hay dos palabras que están presentes en todas las lecturas y en buena parte del oracional: sangre y alianza. Su cercanía confirma lo dicho hasta aquí.
La sangre era usada en el Antiguo Testamento para sancionar el pacto de amistad entre Dios y el pueblo de Israel. Sangre de cabras y terneros, sangre de toros…El pueblo que participaba de la alianza era rociado con sangre como signo de santificación y de purificación. La sangre servía como tinta: los que eran marcados con ella se convertían en aliados de Dios, siempre bajo la condición de observar sus mandatos.
C:\Users\FRANSESC\Desktop\CATHOLICVS - La Santa Misa en el Arte (XXII) - The Holy Mass in the Art (XXII).jpg
Misa de San Ignacio en Manresa según pintura de la época
Los que hayan visto la última película de Ridley Scott, titulada “Éxodus. Dioses y Reyes” quizás recordarán la escena en la que los hebreos, la noche antes de partir de Egipto, sumergen trapos en cubos llenos de sangre con los cuales empapan los dinteles de las puertas de sus casas. Una escena impresionante. Las entradas de las casas inundadas de sangre. Moisés les había garantizado una cosa: aquella sangre protegería a los primogénitos de los israelitas de la muerte. En aquella noche la sangre del cordero salva la vida de los israelitas.

La Escritura describe muchas alianzas de Dios con el hombre, que repetidas veces ofrece a los hombres su alianza por medio de los profetas enseñándoles a esperar en la salvación. Pero hay un problema: los hombres continuamente trasgreden las varias alianzas que Dios hace con ellos. Sería como si dos estados hicieran un pacto comercial, con ciertas cláusulas y, después de rubricarla, uno de ellos empezase a comportarse como un enemigo en vez de como un aliado.                       


En la Ultima Cena, Jesús ha instituido una alianza que es nueva y eterna: es la última. No habrá otras. Aquella es la definitiva y final a la que jamás Él renunciará, que nunca se cancelada por Él.  Es una alianza blindada.
Esta alianza nueva, definitiva, final e indisoluble, Dios la ha querido firmar con la sangre de su Hijo, que ha dado su vida “obteniendo así una redención eterna y purificando nuestra conciencia de las obras de la muerte, para que sirvamos al Dios viviente”.
Los efectos de este pacto definitivo son dos, ambos maravillosos:
  1. Jesús desde ahora y para siempre es el Mediador de una Nueva Alianza
  2. Siendo su muerte en rescate por las trasgresiones cometidas bajo la primera alianza, aquellos que han sido llamados reciben la herencia eterna que les había sido prometida.
La Iglesia desde hace 2000 años obedece el Memorial del Señor, repitiendo en la celebración de la Santa Misa sus mismos gestos y sus idénticas palabras. Cada vez que los sacerdotes lo hacen en su memoria, el Mediador viene entre nosotros, vivo y real, y nosotros recibimos la herencia eterna.
La solemnidad de Corpus que hoy celebramos sirve para recordar al pueblo de Dios que en aquel trocito de pan y en aquel vino del cáliz, están el Cuerpo y la Sangre de Jesús, el Hijo de Dios, que se ha entregado por nosotros para darnos la herencia eterna.
En este día, en muchos países del mundo, el Santísimo Sacramento, será llevado en procesión por las calles de las ciudades y pueblos, y la gente preparará alfombras de flores y guirnaldas para demostrar que cree en esta presencia real, misteriosa pero eficaz, de Jesús en la Eucaristía. Jesús está presente realmente con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, en el Santísimo Sacramento Eucarístico. 
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Hoy nos arrodillamos ante esta presencia que construye a la Iglesia y celebramos la nueva y eterna alianza, no rociándonos con  sangre y mucho menos empapando los dinteles de nuestras casas con ella. Sino alimentándonos con el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. Por ello, queremos repetir con la Iglesia entera y con Santo Tomás de Aquino, un fragmento de una oración antigua y admirable, el Lauda Sion, considerado con el culmen de la poesía religiosa de todos los tiempos, por su profundidad doctrinal y sabiduría estética.
Bone pastor panis vere, Jesu nostri miserére: tu nos pasce, nos tuére: tu nos bona fac vidére in terra vivéntium.
¡Oh Buen Pastor, Pan verdadero, oh Jesús nuestro, ten misericordia de nosotros!: ¡apaciéntanos y cuídanos; y haznos contemplar los bienes verdaderos en la tierra de los vivientes!
Mn. Francesc M. Espinar Comas
Párroco del Fondo de Santa Coloma de Gramenet

Gobernados por los peor de los jesuitas

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Omella y el jesuita Ares en un coloquio sobre migraciones en  el colegio de Caspe
Que Omella, con grandes carencias de formación y de rigor intelectual y sin criterio propio, es un ser mimético por antonomasia, no debería ser a estas alturas un descubrimiento asombroso para nadie. Por esa constante carrerista que le define, en Barcelona se ha mimetizado camaleónicamente con el entorno nacionalprogresista que domina nuestra Archidiócesis desde hace más de 50 años. Ha aceptado sus postulados y ha dado carta de natural legitimidad al staff que corta el bacalao en la diócesis. También ha conseguido ejercer de compadre de la élite política catalana y en cierta manera, con sus “notas” y con su silencio bien calculado, se ha hecho cómplice de sus derivas y desafíos independentistas. Su estilo jesuítico siempre le permitirá negarlo.
Lo que quizás no hemos enfatizado suficientemente es su sumisión a todos los postulados y dictados de los jesuitas de aquí. Sin duda por su incomprensible (o demasiado comprensible, según se mire) tendencia papólatra: que es una de las categorías del infantilismo católico. Aunque él mismo oculte esa subordinación a la Compañía o intente justificarla arguyendo un altísimo sentido de la lealtad y obediencia al Papa, cuando no es más que seguidismo irracional e interesado y en cierta manera, adulación infantiloide.  
Mucho se ha escrito sobre la llegada del Papa Francisco y sobre sus ideas; pero generalmente se deja a un lado la cuestión jesuita, que tal como entienden todos los analistas, está en el centro de la falsa reforma que ha puesto en marcha lo más progresista de la Iglesia.

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P. Pedro Arrupe
A la vista del revolcón doctrinal que amenaza a la Iglesia de la mano del Papa Jesuita, adquieren ahora una deslumbrante luz reveladora los hechos que marcaron el enfrentamiento de los papas con la compañía de Jesús. El más reciente y de especial significación para explicar lo que hoy ocurre, la suspensión de la dirección de la Compañía en la persona del P. Arrupe, por el Papa Juan Pablo II.

Pero en 2008, 25 años después, volvieron las ideas de Arrupe a tomar la dirección de la Compañía en la persona de su general Adolfo Nicolás. El generalato de Arrupe estuvo tras la persecución interna a los jesuitas que intentaron resistir las reformas de los años inmediatamente posteriores al Concilio; pero lo mismo ocurrió con muchas otras órdenes religiosas y en muchas diócesis: se apartó sin contemplaciones a los no conformes con los cambios. Una onda inmensa que removió los bajos fondos de toda la Iglesia, los apartó de las direcciones de órdenes y cargos provinciales, colegiales, curias, etc.

Las congregaciones generales 31 y 32, llevaron a la Compañía hacia nuevos destinos, uno de cuyos resultados más extremos fue la acción política en Latinoamérica. Pablo VI se mostró sobrepasado por su dinámica y el buen Juan Pablo II pretendió poner el remedio que sabemos. Pero eran miles los jesuitas capturados por las nuevas ideas y métodos, en su forma más radical o bien en el conformismo de la impotencia. Ninguna de las instituciones jesuitas, en especial las universidades, cambió sus pautas, demostrándose impotentes frente a ellas enteras conferencias episcopales, como la española, que intentó quitar a alguna su calificación de católica. Y es que cientos de universidades y colegios jesuitas, dejando a un lado entramados económicos, son un emporio de facto imposible de remover por su enorme implantación en la sociedad, sobre todo por su dominio de la educación de las élites.

La Compañía había cerrado filas en realidad frente a Juan Pablo II y el posterior Papa Benedicto, considerados ambos por la “Compañía” jesuítica altamente militarizada, como auténticas bestias negras. Ambos estuvieron en la primera reunión que tuvo lugar en 1980 para debatir el futuro de la compañía: el primero en cuanto papa y el segundo en cuanto prefecto de la congregación de la Fe. En esa reunión descrita por Malaquías Martin, quien fuera secretario del cardenal jesuita Bea, se adivina la oposición de dos protectores de la Compañía de Arrupe, férreos con guante de romanidad, Casaroli, secretario de Estado y… Pironio, prefecto de los Religiosos, argentino de ascendencia italiana, ¡que sería el promotor inicial del actual pontífice!

Esa reunión no fue propuesta por Juan Pablo II, sino solicitada por la curia para sondear las intenciones del Pontífice, que ponderaba seriamente la disolución de la compañía. El desenlace de ese enfrentamiento de guante blanco se quedó en un simple cambio de General de la Compañía. Sólo se destituyó al comandante supremo, dejando intactos a todos los demás mandos y a la tropa. 

C:\Users\Francesc\Desktop\untitledstemma.pngEl resultado inevitable es que esto no produjo un cambio de rumbo en los jesuitas dominantes, en sus universidades, en sus teólogos y en su praxis. Es más, puede decirse que con el actual pontífice han asumido ellos la profunda reforma de la iglesia, al mando de un pontífice que fue promovido a cardenal en 2001 y ya antes promovido a obispo por grandes heterodoxos de la iglesia argentina, en especial Pironio que fue el artífice del CELAM, de Medellín, en 1968. Este evento marcó la consagración prioritaria a los pobres, entendidos no como aquellos para los que la Iglesia concita la caridad y el amor (si “los pobres siempre los tendréis con vosotros”, la Iglesia ha de estar en condiciones de ofrecerles el amor de Dios); no era ése el papel que preconizaban de la Iglesia en favor de los pobres, sino el de asumir como Iglesia el compromiso de liberarles de sus opresores; asumiendo que para ello no quedaba más remedio que combatir como buenos cristianos y quitarles a los opresores sus posesiones para dárselas a esos pobres.

En todo ese clima tan singularmente jesuítico brilló la carrera del actual pontífice, que lleva igualmente el programa de la prioridad absoluta de la compasión por los pobres materiales; una compasión y una misericordia  que obligarían a la Iglesia a pregonar y propiciar el establecimiento de la justicia, que no se dice cómo llegará. Pero es obvio -tras la praxis de estas décadas en Latinoamérica- que este mensaje tan perentorio en favor de los pobres contiene un sobreentendido: el despojamiento de los beneficiados y el reparto de sus riquezas (sin nombrar al marxismo para no dar mala imagen).

He aquí la pseudopolítica evangélico-compasiva de la Iglesia que se ha puesto en marcha, que al final exige también poner muchos muertos en el camino, porque los ricos no se dejan arrebatar lo suyo tan fácilmente: menos si cuentan con ejércitos particulares. Por eso es que Jesús no disputó un milímetro a los terratenientes y a los invasores romanos, ni puso por delante de todo la justicia social. Sabía que hacerlo era condenar a la muerte a muchos (justo lo que hacían sus enemigos fariseos cuando levantaban sublevaciones). Primero hay que cambiar los corazones de los ricos endurecidos, ablandarlos con el calor de la santidad, y sólo después repartirán (véase el caso de Zaqueo el rico recaudador). La justicia social está muy bien, pero no debe ser la punta de lanza de la evangelización, sino que es un fruto que ha de llegar por maduración. 

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Evangelizar requiere por tanto un recto orden, un inteligente orden espiritual. Si esto no es así, no hay evangelización sino contubernio títere con las némesis que demandan sangre, por más que se revistan de jerarquía.

Y en el cónclave que eligió a Benedicto apareció en escena el cardenal Bergoglio, que estuvo a punto de hacerse con el Papado. Bergoglio tenía una línea durante su mandato en Buenos Aires que se entendía como personal: pero estaba del todo en consonancia -no podía no estarlo- con el progresismo de la Compañía. “Yo nunca he sido de derechas” (es decir, “Yo soy de izquierdas; ¿Pasa algo?”) Era una teología del pueblo, variante de la teología de la liberación, no promotora directa de rebelión armada, pero situada en una línea gris demasiado inclinada a desembocar en ella.

Podemos entender que con Bergoglio, la Compañía ha ocupado Roma finalmente; y finalmente los jesuitas que se pensaron como orden al servicio del Papa, ahora dirigen la iglesia vistiendo de blanco a su papa negro en la sombra.  Puede parecer una nimiedad, pero es un hecho bien revelador que Benedicto fue destronado por una conspiración gravísima interna en la iglesia, para enseguida producirse que el Papa al que se debía el cuarto voto era sustituido precisamente ¡por un jesuita! Un jesuita de la facción “progresista”: frontalmente opuesto a los jesuitas conservadores.

Puede verse que se ha producido lo que se había planeado: de no copar el pontificado, la compañía tal cual ha sido reformada estaba en permanente peligro de disolución. Y no se trataba ya sólo de protegerse ocupando el papado, sino de extender el nuevo espíritu de la Compañía a toda la iglesia, bien que una parte inmensa de la misma ya pertenecía de hecho a sus ideas.

Benedicto al dejar su cargo se expresó convencido de que eso era lo mejor para la Iglesia, no explicó el porqué. Dejó que se sobreentendiese que era por sus limitaciones físicas, pero en realidad fue porque, como en todo acoso, la víctima entiende que es ella el problema, porque eso le gritan sus perseguidores. Los derrotados de la era de los 80 no iban a perdonarle ser la mano derecha, la base intelectual de Juan Pablo II y de la última iglesia de la firmeza contra la desviación. Si ya Juan Pablo II tuvo que contemporizar, porque ya no había operación quirúrgica posible ante la inmensidad de la metástasis en los poderes eclesiales, el papa Ratzinger sólo podía optar a la agonía, con todos sus enemigos rodeándole.

Y así finalmente Ratzinger-Benedicto entendió que una vez fuera, cesarían las persecuciones y escándalos, fruto de la ferocidad de sus enemigos, a la vez enemigos de la auténtica iglesia, y que realmente no había otra salida. Lo entendía ya en 2010 como se ha puesto de manifiesto, y la embestida final acabó echándole a la cuneta. Es necesario profundizar en la cuestión jesuita y en el pontificado bonaerense de  Bergoglio, para entender la situación actual de la Iglesia. 

Su primer ascenso en la orden como provincial, rompía con los criterios históricos en la orden. Nada menos que con sólo 3 años de jesuita, va a ser nombrado superior de la provincia argentina, con 450 miembros, muchos colegios y 3 universidades, en los años 70; una medida urgente, como sólo podía ocurrir en misiones en situación arriesgada, pero se dio porque Bergoglio fue elegido ante el impasse que suponía el que los mayores de la orden estuvieran divididos entre ellos: entre quienes querían ser fieles, y los progresistas. El superior anterior O´Farrell fue destituido, tras una época de experimentos desastrosos. Se eligió a alguien que por su edad no estaba definido todavía y porque era de grata personalidad y conversación, además de que sabía ser duro cuando correspondía.

Si se busca un primer momento que apuntase a lo que luego iba a ser el Bergoglio de las frases tan ingeniosas como ambiguas por pretendidamente espirituales, es sin duda el texto que escribe en 1969 en el retiro antes de la consagración, un credo para sí, donde él ya cambió las fórmulas: “Quiero creer en Dios Padre, creo en la Iglesia, creo en mi dolor, infecundo por el egoísmo, creo que quiero amar mucho, creo en la muerte cotidiana, quemante, de la que huyo, y espero en la sorpresa de cada día en que se manifestará la fuerza, la traición y el pecado”. 

Combinó el tesón ignaciano, con un optimismo inveterado hacia lo nuevo, el salto adelante en las formulaciones avanzadas, como la de la Iglesia en cuanto pueblo de Dios, que él convertirá en santo pueblo de Dios en lucha por el Reino de Dios. Todo ello en contraposición con la tradicional doctrina del reinado social del Corazón de Jesús. Añadió, eso sí,  un eficaz blindaje contra cualquier ataque a su persona y obra; un blindaje que sería magnífico de ser ésta una obra santa. Pero resulta que gracias a él se vuelve impermeable a cualquier moderación que no sea la diplomática. A no ser, claro está, que se vea alcanzado en su juicio por la crítica consciente y directa de quienes piensan, razonan y saben qué está ocurriendo en la Iglesia.

Pues esta semana, queridos lectores de Gérminans, si Dios no prevé otra cosa, veremos la sustitución del magnífico Canónigo Turull como Rector del Seminario, por un nuevo Rector de la primera Institución diocesana. Y recaerá sobre un hombre crecido y criado en la Compañía, que lleva sólo cinco años ordenado como presbítero. Profesor, párroco de periferia, y sobre todo de talante y corte muy inglés. Aunque haya nacido en Valladolid. Y jesuítico, que es lo que se lleva hoy en el poder eclesiástico. Pero esto qué importa cuando lo sugiere Arana y lo bendice Francisco. Ésta es la ecuación de Omella. Siempre favorable a sus intereses y estrategias. 

El Directorio de Mayo Floreal
de Germinans Germinabit

¿El nuevo rector del Seminario?

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Mn. Pedro Rivero San José
Un hervidero de rumores se vino produciendo durante la semana pasada en la archidiócesis de Barcelona. Desde el domingo, cada día nos llegaba el siguiente mensaje: “Los nombramientos salen hoy”. Así pasaron lunes, martes, miércoles… con la misma cantinela y el alumbramiento siguió sin producirse. Aseguraron que de esta semana no pasaba, pero creo que el tema se ha vuelto a demorar y nuestro cardenal, que es lento en dar a luz, no anunciará nada hasta mediados de mes. No obstante, esa tremenda lentitud en el parto provoca que vayan trascendiendo algunos de los nombramientos. Y entre ellos se halla el del nuevo rector del Seminario. Sí señores, aunque parezca imposible: ¡Turull se va!

En nuestro último Directorio les dábamos una serie de pistas sobre el nombre del elegido: hombre crecido y criado en la Compañía de Jesús, ordenado hace solo 5 años como presbítero, profesor, párroco de la periferia y nacido en Valladolid. Vamos a traducirlo: Consiliario y responsable de pastoral del colegio Kotska de los jesuitas en el barrio de Gracia, ordenado en 2012, profesor de inglés y párroco de Buen Pastor. Esos datos nos conducen a Mn. Pedro Rivero San José. Un sacerdote de vocación tardía, nacido en 1957, pero con una larga experiencia en el mundo educativo y catequético. Una larga experiencia bajo el manto de la Compañía de Jesús, donde otro hermano suyo también es profesor en el centro que tienen los jesuitas en Bellvitge.

Como decíamos en nuestro Directorio de ayer las razones de este posible nombramiento (aquí no hay todavía nada oficial) se centran en el poder jesuítico que se está rehabilitando en el pontificado de Francisco, donde es miembro de la Compañía no solo el Papa, sino el actual Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el neo-cardenal Ladaria. Y donde uno de los consejeros áulicos de Francisco es otro jesuita, el padre Arana, cuya ascendencia sobre Omella es pública y notoria. Es indudable que la longa manu de Arana se hallaría detrás del nombramiento de Pedro Rivero. El jesuitismo, cuyo poder jamás ha declinado en Barcelona, con el todopoderoso Enric Puig al frente de la Escuela Cristiana, se afianzaría con la conquista del Seminario Conciliar.

Germán Arana
Padre German Arana S.I.
Poca cosa podemos decir más del hipotético sucesor de Turull. Se desempeñó primero como vicario de la parroquia de Santa Cecilia, en la zona alta de Barcelona y de ahí pasó al barrio de Buen Pastor, uno de los más pobres y degradados de la periferia. Ahí su feligresía le tiene por un buen párroco, que ha dignificado una iglesia ciertamente abandonada en los últimos años y donde se ha distinguido por su celo, incansable trabajo y ortodoxia doctrinal, vistiendo siempre de sacerdote, no así en el colegio, no se vaya a enojar la progresía. Es hijo de una familia católica de ocho hijos y no se distingue, a pesar de su paso por la Escola Cristiana, por un activismo nacionalista, hasta el punto de que, a diferencia de otros, jamás se ha traducido el Pedro por Pere. En principio, si se produce la designación, una de cal y otra de arena. Por un lado, la buena doctrina y por otro la entrega del Seminario al poder ignaciano.

Y mientras esperamos que Omella se decida a alumbrar, se pueden ir confirmando otros rumores, con algunas variaciones. Moretó parece que va al Maresme, como vicario episcopal y no a la Zona 1, donde se designaría a Termes. Por otro lado, se van a incorporar muchos laicos (y laicas) en el organigrama de la diócesis, al frente de las distintas delegaciones y secretariados. Este va a ser el rasgo distintivo del equipo Omella. Probablemente esa sea también una de las razones por las que se está dilatando el anuncio del nuevo gobierno episcopal. Especialmente porque el cardenal quiere un laico al frente de Economía y está tropezando con el todopoderoso Matabosch, que a sus 83 años quiere seguir mandando y maniobra a toda costa para que su protegido, el sacerdote Ramón Batlle, le suceda en el cargo.

Con todo, si Turull se va y Matabosch y Batlle dejan de tener poder en esta diócesis, puede ser que los nombramientos no sean tan malos. Ahora algunos se malician y le propondrían al cardenal que hiciese cambio de cromos y mandase a Turull como sustituto de Rivero en Buen Pastor. Qué bien le iría al primo del ex Conseller pasarse una temporada por la periferia castellano parlante. No caerá esa breva.

Oriolt

Rumores y más rumores

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Mn. Felip Juli Rodríguez Piñel podría convertirse en el próximo rector del Seminario de Barcelona
En el periodo previo al nombramiento de obispos auxiliares se produjo un tiempo de innumerables rumores, con listas variopintas de candidatos para obtener la mitra, los había de todos los colores y tipos y finalmente ¡la sorpresa! los que salieron no eran los esperados,  nos la habían dado con queso, nos filtraron unos candidatos para tenernos distraídos y finalmente salió lo que nadie tenía previsto.

Es posible que después de que aquella estrategia funcionara se haya intentado repetir la operación y se haya soltado unos nombres para distraer al personal, para dar que hablar, mientras se intentaba proteger a los verdaderos candidatos, aunque ahora la situación es más difícil, porque no son obispos (sometidos al secreto pontificio), porque hay bastantes nombramientos en juego y es muy fácil la filtración y porque cuanto más tiempo tardan en salir es más fácil que alguien se acabe yendo de la lengua sobre los verdaderos propuestos.

Estos días nos hemos hecho eco de algunos rumores que han ido circulando por la diócesis, ¿son reales?, solo el Señor Arzobispo lo sabe, pero es verdad que han venido muy bien para dar que hablar y crear muchas discusiones sobre la idoneidad de los candidatos. Poner como rector del Seminario a alguien ordenado hace muy pocos años es al menos una decisión discutible, si además está vinculado a la Compañía de Jesús pues eso da mucho juego sobre el papel que juegan los seguidores de San Ignacio de Loyola en la Iglesia diocesana y en la Universal.
Galtés y Bacardit los que podrían quedarse

Y si se habla de alguien como el Rvdo. Moretó como Vicario Episcopal, pues también provoca muchas reacciones, por su sectarismo, su independentismo, su progresismo eclesial y en nuestro caso por el "cariño" especial que nos tiene, habiendo creado una sección en la página web de su parroquia dedicada a nosotros, pidiendo nuestra excomunión entre otras delicias.

La realidad es que paralelamente a estos rumores han aparecido otros que presentan otras alternativas, que tienen una buena dosis de verosimilitud y posibilidades de hacerse realidad, según estos, el elegido para substituir al Rvdo. Josep Maria Turull seria el Rvdo. Felip Juli Rodríguez Piñel, un nombre que ya había sonado en los últimos meses del pontificado de n.s.b.a... y jubilado cardenal Martínez Sistach, una forma de asegurar el futuro del Puer Haeres antes de que Sistach ya no tuviera el poder diocesano. Finalmente la jugada no cuajó, ni se nombró al Rvdo Rodríguez ni Turull dejó el Seminario.

El Rvdo. Felip Juli es un buen candidato, hombre de buena doctrina, experiencia como formador en el Seminario (aunque fugaz, en el pontificado de Don Narcís Jubany), con desempeño de cargos diocesanos en las Delegaciones de Catequesis y Catecumenado y con muy buenas actuaciones por las parroquias por donde ha pasado (San Isidro de l'Hospitalet, El Masnou y la actual de Santa Eulalia de Vilapicina). Solo sus limitaciones académicas podrían ser un pero, pero su inseparable amigo durante muchos años, el Rvdo. Francisco Prieto demostró poder ser un buen rector de Seminario sin tener ni una simple licenciatura.

Estas mismas fuentes apuntan que para el equipo de gobierno se mantendrían dos vicarios episcopales, el Rvdo. Joan Galtés que ascendería a Vicario General como premio a sus largos servicios diocesanos en tres pontificados consecutivos (Carles-Sistach-Omella) y el Rvdo. Salvador Bacardit, que lógicamente dejaría la zona de Badalona-Santa Coloma en la que ya no se encuentra y posiblemente también sus responsabilidades en Cáritas Diocesana.

Termes y Oller entre las posibles incorporaciones
Entre las caras nuevas estaría el Rvdo. Enric Termes, actual delegado de Catequesis, el Rvdo. Andreu Oller, actual consiliario de la Hospitalidad de Lourdes y ex-formador del Seminario Conciliar, y el Rvdo. Antoni Casas, actual secretario del Consejo Presbiteral.

Estos rumores rejuvenecerían el equipo de gobierno, pero a la vez obtendrían satisfacción en el sector progresista de la archidiócesis, ya que ninguno de ellos es considerado como miembro del clero más conservador. Por otra parte Don Juan José se aseguraría un equipo que tampoco le crearía muchos disgustos, pues no son sacerdotes de provocar incendios, por declaraciones o actuaciones no muy correctas o prudentes. Incluso el mismo Rvdo. Bacardit, ha ido evolucionado hacía posturas más oficialistas y menos progresistas.

Pase lo que pase, hay cosas claras y algunas muy positivas. La jubilación de Matabosch y Turull nos parecen muy buenas, y lo mismo podemos decir de vicarios episcopales ya muy caducados como el Rvdo. Segimon Garcia, Rvdo. Jesus Sanz o el Rvdo. Joan Cuadrench. No son unos candidatos que nos ilusionen, ni que representen a todo el clero diocesano, solo a una parte, pero eso ya se veía venir, y además aún podía ser peor.

Antoninus Pius

Evangelizar Cataluña

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"Que abran más espacios en español y encontrarán más feligreses en Cataluña, no lo duden. Que el nacionalismo no frene la evangelización" (Pablo Ginés)
El periodista Pablo Ginés, colaborador de Religión en Libertad

Soy catalán, españolista (es decir, pro-España, no independentista) y católico.Quiero mucho a mis hermanos y vecinos catalanes indepes. Los conozco de toda la vida. No son algo extraño que de repente me hayan sorprendido. Siempre estuvieron ahí. He crecido con ellos, desde niño. Muchos son muy majos.

Creo que políticamente se equivocan. Pero también lo creo de muchos españolistas que votan ciegamente partidos anti-vida y anti-familia. Rezo por los indepes. Y a menudo rezo con ellos, cuando coincidimos en la misma misa, por ejemplo. No tienen cuernos ni rabos. Casi todos los que aún vienen a misa aman al Señor. Nos damos la señal de la paz. A menudo coincidimos en cosas de activismo provida, profamilia o actividades devocionales. He sido catequista con ellos. Espero el día en que nos encontremos todos en el Cielo, un solo pueblo con el Señor.
Mientras tanto, aquí abajo, no muchos catalanes de lengua castellana vamos a misa cada domingo. Según el Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat, con datos de 2016, un 14% de la población de Cataluña que tiene el castellano como primera lengua vamos a misa "cada semana o más". No es mucho. Pero aún así es el doble que nuestros hermanos que tienen el catalán como primera lengua: de ellos, solo un 7% van a misa cada semana.

Los practicantes castellanohablantes somos el doble que los catalanohablantes. De hecho, a nivel de toda España, hay un 16% de población católica practicante. Habría que intentar explicar por qué es tan baja la práctica entre la población catalanohablante, por qué es la mitad que entre la población de lengua primera castellana. Yo creo que el nacionalismo funciona como una religión pagana de sustitución, pero habría que demostrarlo con más datos sociológicos.

La unidad de España no es un dogma pero...

Acto anti-clerical de la CUP ante la catedral de Tarragona
Muchos católicos catalanes independentistas creen que la unidad de Cataluña con el resto de España debe ser como la de Portugal. Fraternidad en la fe, amistad de los pueblos, hermandad ibérica, todos muy amigos en la Unión Europea... pero en estados distintos.

Los catalanes españolistas podríamos dar muchas razones prácticas por las que esto sería un desastre empobrecedor, e incluso descristianizador. Por ejemplo, cuando toda Cataluña, kosovorizada, se empobreciera, los líderes de la Cataluña independiente buscarían un chivo expiatorio. ¿España? No, ya estaría fuera, no se le podría sacar nada. El mejor chivo sería ¡la Iglesia! La CUP ya ha dicho que hay que expropiar las catedrales, recurso clásico de manual soviético. Se acusaría a la Iglesia de quintacolumna, botiflera, cualquier cosa, para saquearla y terminar de machacarla. Con solo un 7% de catalanohablantes practicantes, ¿quién lo impediría?

A los indepes católicos les dan igual las razones. Hay muchas razones razonables contra la independencia -ahora no las expondremos-, pero es verdad que no es dogma de fe, que los pueblos pueden lícitamente organizarse de muchas formas. Y a los indepes les mueven, sobre todo, sentimientos muy primarios y básicos, no es un tema de razones.

Convivencia... pero con clero neutral

En cualquier caso, la realidad es que los catalanes indepes y los unionistas, si nos tratamos con respeto, podemos convivir, ir a la misma parroquia, a la misma misa y a la misma romería.Eso sí: el clero y las autoridades eclesiales catalanas han de ser neutrales en lo político y equilibrados en lo lingüístico.
Interior de la iglesia barcelonesa de Sant Medir
Seamos claros: incluso en lo más profundo de la Cataluña profunda, digamos, en las ciudades pequeñas de la diócesis de Solsona, los españolistas somos entre un 20 y un 33% de la población. Y en lo más españolista de Tabarnia (digamos, Santa Coloma de Gramanet) habrá un 20% de independentistas.

Y unos y otros, españolistas e indepes, queremos que nuestro párroco nos respete y que no nos venda sus ideas políticas y nacionales. A lo mejor no nos importa si nos las comenta en privado en el bar del pueblo. Pero casi mejor que no. Ha de ser párroco de todos, ha de ser otro Cristo para todos. Y lo mismo con los obispos.

Los españolistas, además, pedimos que deje de marginarse el idioma castellano. Pedimos que vuelva a los tablones de anuncios, a las hojas parroquiales y a las misas. Ya no nos vale lo de "pero si en catalán ya lo entendéis". Sí, ya lo entendemos, pero el castellano también es nuestra lengua, es con la que rezamos, nos gusta y ya está bien de arrinconarla.

Además, el idioma castellano es necesario para acoger mejor a la población inmigrante de otros países hispanos hermanos, que quieren rezar a su Dios -nuestro Dios- en su lengua -nuestra lengua-.
El paso número 1 de la nueva evangelización es la acogida: y eso implica una oferta suficiente de misas en español.

El caso de la novia guiri

Yo tenía una novia guiri que estaba sin bautizar y vivía en otra región de España. Ella fue tan amable de acompañarme a misa un domingo ya tarde en Barcelona, en la primera parroquia que encontramos. Me acerqué al cura, lo llevé aparte y le dije:

- Mosén, aunque veo que la misa a esta hora es en catalán, mi novia, que no ha ido nunca a misa, me ha acompañado, y quizá podría usted decir un par de cosas en castellano en la homilía; ella es de un país postcomunista, quizá es la primera vez que le hablan de Dios. Por una vez que diga algo en castellano no pasa nada.

- Que se acostumbre y así aprende catalán -me dijo el cura, sin ninguna gana de predicar a la chica pagana.

Mi novia acabó viviendo en Cataluña y aprendiendo catalán porque es filóloga, tiene facilidad para los idiomas y le dedicó mucho tiempo y esfuerzo. También se bautizó y nos casamos y nos va muy bien, gracias a Dios. Pero siempre pongo este ejemplo como modelo del gran fervor catalanizador y escaso fervor evangelizador de parte del clero, incluso en la capital.

El caso de las misas en Gerona

El párroco y la iglesia de Santa Coloma de Farners
Hace unos años, publicábamos en ReL que de las 400 parroquias de la diócesis de Gerona, sólo 10 ofrecían misa en castellano: 3 en Blanes, 1 en Calella, 1 en Figueras, 3 en Gerona capital (justo entonces llegaba Puigdemont a alcalde), 1 en Malgrat de Mar y una en Salt.

Según un estudio de la Generalitat, un 29% de la población en las comarcas de Gerona tiene el castellano como lengua habitual, a lo que hay que sumar un 9% que usa ambas -catalán y castellano- como habituales. Los partidos españolistas sumaron un 32% del voto en las autonómicas del 2017.

Es evidente que ofrecer solo 10 espacios de misa en español son pocos para esta diócesis. Que abran más espacios en español y encontrarán más feligreses, no lo duden. Que el nacionalismo no frene la evangelización, por favor.

Pensemos que un análisis del estudio que hemos comentado de 2016 calcula que entre un 20 y un 60% de los catalanes que apenas van a misa (los que dicen que van un par de veces al año) podrían "reengancharse" a la vida de la Iglesia. Pero hay que ponérselo fácil y acoger.

El caso del pueblo de costa tabarnesa

Conozco un pueblo costero en el corazón de Tabarnia que está empezando a poner en marcha LifeTeen, que es un magnífico sistema de evangelización para jóvenes. Pero en este pueblo lo anuncian solo en catalán. En este pueblo, en las autonómicas, votaron 6.500 personas: los independentistas no llegaban al 29%. Ciudadanos, el partido que defiende el bilingüismo, ganó con el 37% de los votos. No puedes intentar evangelizar un pueblo donde Ciudadanos es el partido más votado con anuncios solo en catalán: lo inteligente es que sean bilingües. Tradicionalmente, el cura indepe te decía: "es que estamos en Cataluña". Pero ahora le respondemos: "es que esto es Tabarnia".

Sant Felip Neri de Barcelona
No puede ser, por ejemplo, que la catequesis en zonas tabarnesas sea exclusivamente en catalán, aunque la inmersión lingüística (todo siempre solo en catalán) sea obligatoria en las escuelas públicas, aunque muchos catequistas sean maestros acostumbrados al tot-en-català. La Iglesia ha de ofrecer más libertad.

En realidad, no es un tema de territorios, sino de personas, porque la evangelización es para personas. El 20 o 30% de catalanes de Solsona que no son indepes también se merecen una exquisita neutralidad de su clero.

Durante años, los católicos castellanohablantes hemos cedido y cedido en las parroquias, las catequesis y las asociaciones. A veces, se nos ha ninguneado e invisibilizado, y veíamos que solo se usaba el castellano para pedir dinero.

Ahora, con amabilidad, sin buscar rupturas ni enfrentamientos, pero con firmeza, hemos de decir "no" al adoctrinamiento nacionalista de algunos clérigos. Algunos de ellos adoctrinaban sin entender al pueblo que tenían delante: solo ahora descubren que un 30 o 40% de su feligresía somos españolistas y que nos fastidia su militancia política. Que los clérigos se pongan al servicio del pueblo de Dios, no de sus preferencias políticas. Que hablen de Cristo, no de sus opciones políticas personales.

Hay que reconocer la pluralidad de nuestras parroquias y ciudades catalanas y con acogida exquisita reconocer ambas lenguas, el castellano y el catalán -y, en algunas parroquias, algunas más- para llegar a las mentes, corazones y almas que necesitan al Señor y a su Iglesia.

Que la lengua o el nacionalismo nunca más se pongan por delante de la evangelización.

*Escrito publicado por Pablo Ginés en la web Religion en Libertad

El síndrome Omella salpica al Papa

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Don Juan José Omella en Calanda en el año 2009
Era inevitable que así ocurriera. Si el mayor mérito de Omella (de hecho, el único: no se le conocen otros) es ser amigo del Papa, una de las formas más efectivas de criticar a éste es criticar a su mejor amigo. Es que para el Papa (no sólo para éste sino para todos) es muy difícil tener amigos. A Benedicto XVI la mayoría de la Curia vaticana le negaba el saludo. Y en Santa Marta, todo el mundo procura evitar encontrarse con el Papa, cuyo trato diario no es nada fácil.

Aquí en Calanda nos conocemos el paño. Todavía nos acordamos de cuando para el 20 de noviembre, allá por los años 80, siendo a la sazón párroco del pueblo el joven Juan José Omella, para demostrar que él tampoco fue nunca de derechas, les dio plantón a los feligreses que le pidieron que celebrara una misa en sufragio del alma de Franco, de José Antonio y de las víctimas de la guerra civil.

Monumento a los caídos de Calanda
No se trataba de una extravagancia de la gente del pueblo ni de una provocación. Era un tributo religioso que formaba parte de las peculiaridades de Calanda. Resulta que justo en Calanda, durante la guerra civil fueron torturados y asesinados a manos del Comité Revolucionario de la CNT-FAI cerca de un centenar de vecinos. Para una población que rondaba los 4.000 habitantes, un centenar de asesinados (y además torturados) fue toda una convulsión muy difícil de curar mediante el procedimiento de echar tierra encima de los muertos. La memoria histórica que dicen hoy, estaba muy viva. Y una forma de curar las heridas era precisamente el homenaje y sufragio por los muertos.

Pero he aquí que el joven párroco no sintonizaba con sus feligreses. Prefería, igual que le ocurre hoy siendo arzobispo de Barcelona, elegir con quiénes le conviene  sintonizar: así que con la excusa peregrina de la reconciliación, de la no crispación y de evitar la división en el pueblo (el que convive tan ricamente con la memoria histórica del otro bando), se negó taxativamente a celebrar esa misa.

Los vecinos de Calanda, ante la negativa de nuestro párroco (Juan José Omella, que se sentirá muy ufano de la hazaña, porque serán muchos los que se la aplaudan) tuvimos que recurrir a mosén Zapater, hijo del pueblo y hermano del propietario de la gasolinera de Calanda, que a la sazón vivía en Zaragoza: era miembro del cabildo, canónigo de la catedral. Y al heroico don Juan José Omella no le quedó otra que consentir que en su parroquia celebrase esa misa el canónigo, para satisfacer la demanda que los feligreses le habían hecho a él, a su párroco. Los argumentos que alegó para no celebrar él la misa, fueron inútiles cuando se trató de que la misa la celebrase el canónigo.Y vemos que don Juanjo Omella, fiel a sí mismo, sigue eligiendo a qué fieles ha de atender y de cuáles tiene que pasar. 

Pero bueno, seguro que el Papa Francisco está contento con la inestimable colaboración de su mejor amigo, el cardenal Omella. Éste se esmera en copiar lo más fielmente posible la conducta de Francisco (sobre todo sus errores), porque de esta manera le echa un capote al Papa para que no sigan corneándole amigos y enemigos. Los que por su estatus no se atreven a criticar directamente al Papa, se desahogan criticando en Omella las meteduras de pata de Francisco. Lo cual no deja de ser un gran servicio de nuestro cardenal, si no a la Iglesia, sí al Papa. Al Papa, en efecto, le va de maravilla tener como sparring a Omella, que de este modo le libra de las críticas más ácidas y de las más sarcásticas.

Para el Papa, que tanto por su carácter como por su cargo no tiene amigos ni puede tener más que carreristas en su entorno, es un gran consuelo contar con Omella y con algunos otros altos cargos que se vayan relevando en la difícil misión de proporcionarle alguna sensación de amistad. La cruz de esta moneda preciosa, es que en todas las conductas de Omella, los críticos verán siempre la mano y la aprobación del Papa. Tanto si se trata de una NOTA para posicionar a la Iglesia al lado de los golpistas, como si se trata de situar en los puestos de control de la diócesis a los personajes más afines, aunque de dudoso valor pastoral, o de mirar para otro lado cuando los clérigos que están bajo su autoridad comprometen a la Iglesia tomando partido por una parte de los fieles y despreciando al resto. La Curia siempre alegará que el Papa no se entera. Jamás aceptará que tal como sospechan los críticos, el Papa sabe: porque su gran amigo Omella le informa y hasta le consulta. Así que “oficialmente” el Papa no se entera de las trapacerías de Omella. Y se quiera o no, eso va minando la credibilidad del Papa. Sí, es evidente que Omella es uno de los flancos débiles del Papa. Dime con quién andas, y te diré quién eres, proclama el refrán popular. Y obviamente, la vox pópuli  percibe que el andar tanto con Omella, contamina al Papa.

Pero todo esto son verdaderas minucias cuando las comparamos con el escándalo del síndrome Omella. Eso son palabras mayores, puesto que no se trata de decisiones de carácter administrativo o burocrático, donde se puede incurrir en errores que escapan a la capacidad del obispo. Al Papa, que tiene abierto entre otros el frente de la Amoris Laetitia, con los dubia aún sin contestar (acusación formal y furibunda de ambigüedad calculada para dejar la doctrina en el ámbito de la duda), al Papa que tiene este frente abierto en canal (y no es el único), sólo le faltaba que su amigo Omella le abriese otro frente no menos peligroso, como es el de la adecuación del mensaje de la Iglesia a las limitaciones que le impone el mundo (de hecho, el mundo, el demonio y la carne: sobre todo, la carne). Sólo le faltaba esto al Papa, para acabar de cuadrarle las cuentas.

Y efectivamente, si a la claudicación de la Iglesia ante los políticos nada menos que con respecto a la integridad de su mensaje, se la ha denominado como “Síndrome Omella”, es una falta de consideración por parte de Omella empeñarse en que se le perciba como amigo inseparable del Papa. Cierto que el Papa no tiene amigos. Pero hay amistades tan peligrosas que son menos temibles que las enemistades. 

En este momento, Omella tiene entretenido al personal con sus nuevos nombramientos, en los que la dominancia del lobby rosa de la diócesis, es abrumadora. En esto imita al Papa, al que se le nota una predilección especial por los eclesiásticos de colores, que si son el auténtico poder en el Vaticano, ¡por qué no iban a serlo en la archidiócesis del cardenal Omella! Pero éste es otro frente de menor entidad, en el que son muchos los que están dispuestos a ver a Omella como el espejo del Papa.

Pero resulta que aun siendo gravísimo este problema, un auténtico cenagal en el que la Iglesia está metida hasta las cachas desde hace décadas, y que está gestionando muy lamentablemente (también en la archidiócesis de Barcelona), no es el más grave. Parece que el papa Francisco ha necesitado llegar al 5º año de su pontificado para entrar en este tema por el flanco que correspondía, como hiciera Benedicto XVI, que vio la dimensión abismal de este problema. Pero Omella, sin enterarse. Como anunciaba Gérminans el 20 de mayo, Omella diseñando su genial gobierno de deriva rosa.

Pues bien, siendo éste el problema mediáticamente más escandaloso que tiene castigada a la Iglesia, no es ni de lejos el que más la desgasta. De este durísimo purgatorio saldrá purificada. Éste es un mal que por su propia naturaleza no puede durar demasiado. En cambio la humillación de la Iglesia ante el poder civil, nada menos que renunciando a la predicación de su doctrina, esta forma de estar la Iglesia en el mundo a la que con buen tino se ha dado en llamar “Síndrome Omella”, puede incrustarse en el tejido pastoral de altos vuelos (imitando a Omella) y salpicar directamente al Papa: por omisión.

El Cojo de Calanda 

La Glosa Dominical de Gérminans

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Cedro del Líbano (izquierda), Árbol de mostaza (derecha)
LA SIMPLICIDAD Y LA PACIENCIA EVANGÉLICAS
Concluido el tiempo pascual y las fiestas que le suceden, la liturgia nos devuelve al ritmo del tiempo ordinario. La liturgia de este domingo expresa la absoluta soberanía de Dios que actúa sus designios en la historia. El profeta Ezequiel presenta la esperanza de Israel bajo la imagen de un alto cedro de la cima del que Dios tomará un ramito que plantará en la montaña más alta de Israel y que crecerá dando cobijo a todos las aves del cielo. La parábola es un canto de esperanza. Habla de Dios y de su misericordia, anuncia el futuro de Israel convertido en lugar de peregrinación para todos los pueblos. Y obviamente nos ofrece una enseñanza moral: el Señor abate los altos árboles y ensalza el más humilde árbol, seca lo ufano y hace florecer lo seco. Todo en correlación con la perícopa del evangelio de Marcos que describe el misterioso proceso del crecimiento de una semilla. Es la analogía para comprender el crecimiento del reino de Dios, aunque revela las claves secretas de nuestra vida y abre ante nuestros ojos el camino de la esperanza y de sus dos principales tentaciones: por una parte creer de manera presuntuosa que podemos atribuirnos el fruto de la esperanza y por otra, aviso para impacientes y superficiales, pensar que los medios sencillos y la simplicidad de los principios no pueden llevarnos a grandes éxitos.
Toda la Iglesia ha de estar disponible con simplicidad y paciencia, adecuándose a la capacidad de comprensión de las personas y al ritmo personal de cada individuo. Todos debemos cooperar con humildad a la difusión del Evangelio. Todos hemos de sembrar con generosidad el mensaje. A pesar de las contradicciones que el Reino de Dios ha de sufrir en la tierra, las parábolas de Jesús son una invitación a la confianza y al optimismo, ya que el Reino es obra de Dios y no de los hombres. Dios tiene otros ritmos, otros criterios y otros recursos respecto a nuestros límites, a nuestras impaciencias, a nuestra estrechez de miras. Una vez sembrado en el corazón, el Reino de Dios crece por su cuenta. Es una maravilla de Dios, tan grande y hermosa cuán grande y hermoso es el crecimiento de la semilla sembrada en el terreno.
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De este modo, el crecimiento del Reino de Dios no depende de las fuerzas humanas: supera las capacidades humanas porque tiene dentro de sí un dinamismo propio. El evangelista Marcos quiere subrayar la mayor confianza que el hombre debe tener en la acción de Dios en la propia vida y en la historia, sin abandonar el esfuerzo cotidiano de corresponder a la fuerza interior del Espíritu en nuestro corazón. Hemos de evitar tanto el quietismo como el activismo febril que hace depender todo de nuestros esfuerzos y méritos.
Es necesario conservar la esperanza. Y cultivar la virtud de la paciencia que no puede adelantar la hora de la siega y la cosecha. Y por encima de todo no dudar de la realidad de la acción de Dios en el mundo y en nuestros corazones. San Ignacio de Loyola ha dejado escrito para sus seguidores: “obra como si todo dependiese de ti sabiendo que todo depende de Dios”.
Mn. Francesc M. Espinar Comas
Párroco del Fondo de Santa Coloma de Gramenet

¡Salgamos... de parranda y a enredar!

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Omella en Santiago de Compostela para una exposición sobre Gaudí
Esta semana nuestro sonriente y dicharachero Cardenal ha juntado Roma con Santiago, tal como dice el refrán. Bueno, mejor sería decir Santiago con Roma, pues ese ha sido el orden cronológico del periplo de Omella. Pero pasando por Barcelona y dejando para el viernes la visita a Cáceres para aleccionar a los sacerdotes diocesanos ofreciéndoles una charla y celebrando la misa con ellos. Por si no hubiera bastado lo de Guadalupe, ahora Cáceres. A eso se le llama rematar la faena. ¡Qué obsesión con Extremadura!
Nuestro cardenal, como los malos profesores: el aula les sienta mal, así que se dedican a las cuestiones administrativas y de poder de la enseñanza: es decir a dar lecciones a todos de cómo tienen que enseñar. Pero ellos sin pisar el aula, que les da urticaria. Así Omella, abandonando su diócesis para ir por el ancho mundo dando lecciones urbi et orbi. Eso le exige además estar cada dos por tres en Roma.  
Ya les avanzamos que el discurso es siempre el mismo: poner a Cristo y al pueblo de Dios en el centro de la misión evangelizadora, prioridad absoluta de la compasión y misericordia por los pobres materiales, etc. etc. etc. Nada de cosecha propia. El discurso francisquista cada vez más desgastado y menos creíble, a fuerza de repetirlo ad nauseam. Y tal como dijo Mons. Águer en su homilía de despedida en La Plata el día de Corpus: “se puede discursear de modo conmovedor sobre la misericordia; pero practicarla cuesta mucho”. 

¡Qué modelo tan diferente se propugna hoy en día de ser obispo! Mucha solicitud universal por la Iglesia yendo de aquí para allá, mucho viajar con enorme devoción peregrina, más allá de los confines de sus obligaciones; con el resultado de la pérdida total de estabilidad y equilibrio. Nuestro eximio cardenal padece de jet-lag crónico. Ya nunca sabe dónde está. Es lo que tiene querer estar en todas partes, porque ésa es la manera más elegante de no estar en la que es su sede.
Tanto que luchó Trento para crear obispos auténticamente residenciales y no comendatarios. Tanto que lo explicó y pormenorizó el Vaticano II. Atrás queda San Carlos Borromeo en Milán y en tiempos más recientes el cardenal Schuster en la misma diócesis lombarda, o Mons. Siri en Génova, que fueron recorriendo a lomos de mulos hasta los más remotos pueblos de sus diócesis.  
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El Cardenal Schuster en visita a Valsolda
Eran auténticos pastores de sus diócesis: no las conocían de pasada. Ni se conformaron con conocer a sus curas siguiendo el cliché puesto a su alcance por el funcionario curial de turno. Los escuchaban detenidamente: sabían de sus inquietudes y problemas. No es ni de lejos, el caso de Omella. Conoce las parroquias y a los sacerdotes de la misma manera que lee los libros: en diagonal. Lee la primera línea del párrafo y, sin concentrarse en ninguna palabra en concreto, pasa la vista desde el lado izquierdo en diagonal hacia la esquina derecha. Mientras hace esto, está pendiente de las palabras que hay alrededor. Pues así hace en todo. Tiene una visión periférica y extremadamente superficial de la realidad. Sólo se detiene en lo que le resalta el curial. Él no tiene tiempo de fijarse por sí mismo. Hace como que se interesa por el asunto o la persona que le han indicado. Lo demás le importa un bledo: ni siquiera se esmera en disimularlo.
Y que quede constancia universal de que lo de las consultas era un camelo. Nosotros que sí que estamos en el terreno, conocemos con nombres y apellidos a los sacerdotes que fueron unánimemente propuestos en una “accordata” para nombramientos clave en la Diócesis. Tal vez eran listas de bloque, sí. Pero de consenso unánime y homogéneo entre cada sector. Omella hubiese podido aprovechar esa información para conocer personas y tendencias de su diócesis. ¿Para qué, si no tiene el menor interés? Todo eso se la ha traído al pairo.
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¡Suerte que la concordia es prioritaria!
En todo el tiempo que a Omella le quede en Barcelona, él mismo se ha privado del derecho de hablar de “sinodalidad”. Lo suyo es ir a la suya. Mejor que vaya a predicarla a Sigüenza-Guadalajara si es que le dejan entrar. ¡Oye, es que es igualico que Francisco! El Papa que más habla de misericordia y pueblo de Dios “corresponsable”, y ha resultado ser el más inmisericorde, vengativo y autoritario de toda la historia contemporánea de la Iglesia. Y es que una cosa es predicar y otra dar trigo.
Entretanto, como él mismo dijo el día de Corpus en la explanada de la Catedral: “¡Tanto si llueve como si no, saldremos!” Sí, de parranda y a enredar. Verbo este último que en catalán suena de manera muy hermosa y descriptiva: potinejar. Que etimológicamente tiene que ver con manipular y manosear muchos botes (pots) dejándolos todos mezclados y confusos. Ita et Omella.

Prudentius de Bárcino

Un nuevo sacerdote germinante en Barcelona

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Mn. Luis Petit Gralla cuando era misionero en Perú
A la espera del nombramiento del equipo Omella que, casi con toda seguridad, saldrá este martes y antes de entrar en fase depresiva, vale la pena resaltar algunas de las buenas noticias que también se producen en esta diócesis. Y la que les comunico constituye un auténtico fichaje de campanillas: el del sacerdote Luis Petit Gralla, natural de esta ciudad, pero formado y ordenado en la archidiócesis de Toledo. Por ahora, ha sido adscrito a la parroquia de Crist Redemptor, en el barrio del Guinardó, que se hallaba sin párroco y había quedado bajo la responsabilidad pastoral del diácono permanente Mn. Jordi Garrofé Trabal.

De casta le viene al galgo a nuestro recién llegado sacerdote. Es el hijo del Dr. Jose Mª Petit Sullá (*), catedrático de Filosofía de la Naturaleza en la Universidad de Barcelona, mano derecha del Dr. Francisco Canals Vidal, en aquella gran obra del Padre Orlandis, la Schola Cordis Iesu. Fallecido relativamente joven, dejó siete hijos, de los cuales Luis se ordenó sacerdote. Y sacerdote llamado a grandes empresas. Tras desempeñarse los primeros años en vicarías toledanas, pronto se sintió llamado a misionar y fue destinado a Perú, concretamente a la selva amazónica, en la diócesis de Moyobamba. Ahí se encargó de una parroquia con 60.000 almas, esparcidas por decenas de pueblos, en los que se trasladaba el padre Luis a caballo o en canoa, bautizando al año a más de 500 indígenas, sin luz, con una simple linterna, levantando en muchas aldeas capillas en honor a San Juan Pablo II. La más grande la creó en el pueblo de Huayabamba, que la dedicó a San José, probablemente en honor a su padre. Allí, el día de la inauguración se celebraron 13 bautizos y un matrimonio.

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Dr. Jose Mª Petit Sullà
Finalizada su misión en la Amazonia peruana y después del fallecimiento de su madre, Doña Enriqueta Gralla, tampoco muy mayor, Mn. Petit ha querido volver a Barcelona, que indudablemente también es tierra de misión. Aquí ya están sus excompañeros de seminario toledano y de la Hermandad de Hijos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, Mn. Xavier Prevosti y Mn. Fernando Maristany en las parroquias del barrio de Pubilla Casas de L’Hospitalet. Omella ha adscrito a Petit a la parroquia del Crist Redemptor del barrio del Guinardó. Esta parroquia había quedado sin párroco, desde que Mn. Jordi Cussó Porredón se trasladase el año pasado a la diócesis dominicana de Santiago de los Caballeros, ahí donde nombraron a Sistach Doctor Honoris Causa, por influjo de la inquietante Casa de Santiago, de la que es distinguido miembro Cussó.

La parroquia de Crist Redemptor es una de las más curiosas de Barcelona. Allí había una pequeña iglesia, que se conserva todavía como capilla del Santísimo y a su lado, en aquellos años 50 de bonanza espiritual, se empezó a construir un gran templo, bajo la batuta del posteriormente famoso arquitecto Oriol Bohigas, quedando inaugurada en 1968. Aquella enorme construcción quedó grande en los últimos tiempos y una de las ideas de sus últimos párrocos fue postergar el altar de piedra original y emplazar más adelante un altar de madera, que es el que se utiliza normalmente. Así quedaba más cerca de la feligresía. Hacía caliu. Esa preocupación por el caliu suele llevar siempre consecuencias contrarias a las que se pretenden: se acercó el altar al pueblo y el pueblo dejó de acercarse al altar. Ignoro si esa peculiar decisión fue de Mn. Joaquim Bosch Casas que fue su párroco más de 20 años o del último rector de la Casa de Santiago. Me malicio que es del primero que fue vicario de Mn. Boix en San José Oriol y aprendió esas peregrinas teorías. Mn. Boix para logar caliu, ponía cuerdas en los bancos de la segunda mitad del templo, para que el pueblo se sentase delante. También dejaron de ir. Ni a las últimas ni a las primeras filas.
Interior del templo, con su único altar de piedra (izquierda) Interior actual con el altar de madera (derecha)
Lo cierto es que antes de lamentarnos de los nombramientos de Omella, debemos felicitarnos del fichaje de Mn. Petit. Han sido buenas decisiones de nuestro arzobispo los fichajes de los curas toledanos o la entrega de la parroquia de Santa María de Gracia a un sacerdote de la Prelatura del Opus Dei. Cuando nuestro cardenal se deja llevar por su instinto y desoye al cinturón de hierro curial suele acertar. Ahora a Mn. Petit solo le deseamos que se quede en nuestra diócesis y pueda lograr los mismos resultados que consiguió como misionero. Necesitamos curas de este fuste.

Oriolt

(*) José Mª Petit Sullá fue colaborador de la revista CRISTIANDAD y publicó en ella el artículo “La identidad de Cataluña” en el nº 585 de diciembre de 1979. La misma revista lo reprodujo en el nº 1035 de octubre 2017 y pueden leerlo aquí .

Valoración de los nombramientos diocesanos

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Felip-Juli Rodríguez rector del Seminario, Joan Costa delegado de Pastoral Social, Enric Termes Vicario Episcopal
Ayer, martes 12 de junio se hacían oficiales los nombramientos de los más importantes cargos diocesanos, lo que constituye el equipo de gobierno del cardenal Omella, que se ha demorado en exceso, pero que ya es una realidad, y dado el momento en que se realizan, tres años después de ser nombrado y tres antes de presentar la renuncia, pueden ser ya los definitivos para todo el resto de pontificado del actual arzobispo.

Es por ello que desde Germinans Germinabit queremos hacer una valoración sobre estos nombramientos de una forma más global, posteriormente iremos desgranando algunos de los personajes que forman ese gobierno y valorando los pros y los contras de los mismos. Estos son los puntos de nuestro análisis:

1.- Germinans anticipó los nombres de los principales hombres de confianza del equipo de Omella, concretamente los del rector del Seminario y de los Vicarios episcopales, en el escrito que Antoninus Pius publicó el pasado miércoles, lo que demuestra una vez más que siempre estamos pendientes de las noticias y que nuestra fuentes pocas veces se equivocan.


Mn. Joan Cuadrench, Mn. Jeús Sanz, Mn. Segimon García, vicarios "caídos"
2.-El equipo de Vicarios Episcopales, mejora al que teníamos hasta ahora, porque es imposible caer más bajo, la salida de Mn. Segimon García, Mn. Jesús Sanz, Mn. Joan Cuadrench y Mn. Lluís Ramis, hay que catalogarla como una buena noticia porque era un lastre sistachiano que hacía tiempo que estaba más que agotado y caducado. Aún así los nombres del actual equipo son un claro guiño al progresismo, ya que todos están bien vistos por ese sector. Omella no se la ha querido jugar, ya que el cargo de Vicario Episcopal es el de mayor contacto con el sacerdocio local y Don Juan José sabe que no puede tener descontento a ese clero ya mayoritariamente anciano, pero de armas tomar.

3.-El nombramiento de Mn. Felip Juli Rodríguez como rector del Seminario también hay que valorarlo como positivo, se va el hombre fuerte de Sistach del Seminario, Mn Turull, y entra alguien mucho más humilde y discreto, que nunca ha coqueteado con el progresismo ni con el nacionalismo, aunque en ningún caso hay que catalogarlo como un sacerdote "conservador", forma parte de ese clero "de centro" que no es mal visto del todo ni por los de un lado ni por los del otro.


Mn.Manuel  Claret i Mn.Josep Maria Jubany
4.-En cuanto a las delegaciones, se ha vuelto a un esquema que ya intentó el cardenal Carles, el de los super-delegados, un equipo de cinco delegados, que controlen todas las antiguas delegaciones, que pasan normalmente a ser secretariados. Parece un esquema más simplificado y operativo. La marcha de algunos delegados como Mn. Manuel Claret, Mn, Josep Maria Jubany y muy próximamente se espera la de Mn. Antoni Matabosch, también hay que valorarla como positiva y carpetazo definitivo a la generación de edad más avanzada del gobierno de Sistach, en algunos casos la más peligrosa.

5.-De los cinco super-delegados, los tres que son sacerdotes, Mn. Bruno Bérchez, Mn. Joan Costa y Mn Joan Obach nos parecen de una muy buena linea doctrinal, lástima que el equipo se empañe con la cuota femenina, ahora tan de moda, dentro y fuera de la Iglesia. Una religiosa, la Hna Bofarull y una laica Ana María Almuni, completan el equipo. No nos gustan, pero no porque sean mujeres, sino por la linea ideológica y pastoral que tienen.


Mn. Bruno Bérchez y Mn. Joan Obach
6.-Encontramos a faltar algunos de los sacerdotes con más talla y capacidad de gestión de la diócesis, no diremos nombres para no quemarlos, pero es significativo que Mn. Enric Termes haya sido nombrado vicario episcopal, siga como responsable de catequesis y lleve dos parroquias, cuando se ha quejado amargamente este pasado curso de que no llegaba a todas partes. Algunos acumulan cargos y otros que podrían hacerlo muy bien quedan fuera de todas las listas. También nos sorprende y no positivamente la salida de algunos antiguos delegados como Mn. Ramon Corts o Mn. Francesc Prieto que lo estaban haciendo muy bien en sus actuales delegaciones.

7.-Hay concesiones a algunos sectores eclesiales con los que se ha querido quedar bien, además del ya citado de las mujeres,  destaca la importante presencia de laicos y diáconos permanentes, también se ha tenido en cuenta a los religiosos, a los que se ha dado por primera vez un cargo de Vicario Episcopal, en la persona del salesiano Juan José Rodríguez, o dando al Opus Dei un cargo importante en la persona del agregado Mn. Joan Costa. En cambio se han descuidado algunos sectores como por ejemplo el del clero de las últimas promociones, con una casi nula presencia, preocupante si se quería rejuvenecer el equipo de gobierno y sospechoso si se tiene en cuenta que el clero joven es el más conservador.

El Driectorio de Mayo Floreal
de Germinans Germinabit

Turull a la Sagrada Familia.

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La Sagrada Familia, tal como luce en la carátula de nuestra web, ahora en manos de Turull
Han pasado prácticamente tres años, desde que los rumores apuntaban a que  el Rvdo. Felip-Juli Rodríguez cogería las riendas del Seminario y el Rvdo. Josep Maria Turull acabaría como párroco plenipotenciario de la basílica de la Sagrada Familia. Estoy hablando de los últimos compases del pontificado de n.s.b.a... y jubilado cardenal Martínez Sistach, una jugada que aseguraba al "Puer Haeres" quedar bien colocado ante la incertidumbre de lo que pudiera pasar con la llegada del  nuevo arzobispo de Barcelona. Finalmente la jugada no cuajó, y se quedaron las cosas como estaban. Y después de todo este larguísimo periodo sin nombramientos de Don Juan José, resulta que una de las grandes decisiones del actual arzobispo no es otra que la de sacar del baúl un proyecto que ya existía en la mente de su antecesor.

Poca imaginación demuestra este doble nombramiento en puestos de tanta relevancia para la diócesis, porque el cargo de rector de Seminario no hay duda que marca el presente y el futuro del clero local, y la Sagrada Familia es el templo más emblemático de toda la diócesis por encima incluso de la propia catedral. La obra singular del gran arquitecto Antonio Gaudí, su simbología como representación de la ciudad y la inmensa cantidad de visitantes y turistas la convierten en la iglesia más mediática así como la máxima aspiración de un sacerdote que de momento no llega a obispo.

Consagración de la Sagrada Familia por Benedicto XVI
Todos sabíamos que el Rvdo. Turull no acabaría en una parroquia de la periferia, por muy chaquetero que sea, el discurso bergogliano del aún rector del Seminario (hasta que acabe el curso), se queda sólo en la palabra, no en las obras, él siempre ha sido un hombre de grandes aspiraciones, quería llegar a lo más alto, y la mitra estuvo a punto de caerle con un valedor tan insistente como Sistach, pero en Roma dijeron que no, la foto del megáfono en mano llamando a la sublevacion contra las decisiones pontificias y los escritos de nuestra humilde página web y de otras hermanas nuestras, le vetaron el paso al episcopado... al menos hasta el momento.

Sin mitra y teniendo que salir del Seminario, por el cambio de obispo, es sin duda el  mejor cargo para él, donde más va a poder lucir, donde va a continuar siendo protagonista activo de la vida diocesana. No olvidemos que desde la consagración de  S.S. el Papa Benedicto XVI la Sagrada Familia ha sido el escenario de los más importantes actos diocesanos de todos estos últimos años.

Además, no hay mal que por bien no venga, y es que por fin se acabará la gran chapuza de Sistach que relegaba al rector de la parroquia, el Rvdo. Lluís Bonet Armengol a la cripta de la basílica, mientras que el templo principal quedaba reservado en exclusiva a los actos autorizados por el arzobispo, teniendo que ser él (o el Papa) el único que pudiera presidir celebraciones.

Don Juan José ya hizo cambios en ese sentido, que aplaudimos desde aquí, y es la celebración todos los domingos de la Santa Misa abierta al público, algo que con gozo comunicó Omella a Benedicto XVI en Roma en la visita que los nuevos cardenales hicieron al Papa emérito. Pero aún quedaba dar el golpe final, que la basílica tuviera un sólo rector, y que fuera algo más que un museo o un lugar de turismo, y eso se consigue con el nombramiento de un sólo responsable de todo el templo que se concreta en la figura de Turull.

Llegó la jubilación para Mn. Lluis Bonet
El Rvdo. Lluis Bonet se jubila, ya le tocaba hacía mucho tiempo, a sus 87 años dejará de ser párroco de la Sagrada Familia, un cargo que ha ejercido con mucha humildad y teniendo que tragar muchas humillaciones por parte de Sistach. Turull ni es humilde ni va a pasar desapercibido, le gusta lucir el puesto y el cargo que tenga, y si esto es lo mejor que puede conseguir hasta el momento y su lugar de promoción para el futuro, no hay duda que lo va aprovechar.

Ahora el Rvdo. Turull, compatibilizará su nuevo cargo de rector de la Sagrada Familia con el de canónigo de la catedral y eso que su maestro Sistach siempre decía que no era bueno ser párroco de una iglesia y canónigo, que no eran cargos compatibles, pues ya ven. Tendrá además la Delegación (ahora llamada Secretariado) de Turismo y Peregrinaciones, y su sillón en el patronato del Hospital de San Pablo. Todo ello si no caen más cosas en el futuro, a las que dirá que sí a todas, sin pestañear.

Antoninus Pius

P.S. Pregunta final: ¿Cuánto tardará el Rvdo. Turull en quitarse el clerygman una vez deje de ser rector del Seminario?

El obispo que miraba con un solo ojo

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Es la más auténtica imagen de Polifemo, quién sabe si un genuino Neanderthalensis (antecesor del homo sapiens), pero con una afición desmedida a hablar: polý-femós, el muy hablador. Digo que mira con un solo ojo, y no porque tenga el otro tapado, sino porque como a Polifemo, los dos ojos se le han hecho uno. Por eso ve con un solo ojo.
Produce verdadero sonrojo escuchar la larga despedida de Novell a los fieles al final de la misa. Para mandarles irse en paz (y no precisamente con palabras de paz), les suelta una arenga (más bien una arengada) en la que luce su gravísimo defecto de visión con la misma galanura que si estuviera luciendo sus más esplendorosas galas intelectuales. Su pretensión era no despedir a los fieles sin acabar realmente la misa: su misa. ¡Y qué donaire, qué don aire!
Polifemo, con un solo ojo
Escuchen el breve vídeo que les adjuntamos, si es que pueden soportarlo; y verán que el pobre indigente intelectual no ha caído en la cuenta de que lo que reclama para “su” Pueblo Catalán se lo ha de quitar al que no encaja en su mítico pueblo catalán, que es más de la mitad de los catalanes. Y como los “presos políticos” (Bárcenas reivindica también para sí esa consideración) y los “exiliados políticos” están en esa condición por haber querido cumplir su programa electoral (conculcando la ley; la ley que ampara los derechos de los catalanes que no forman parte del pueblo mítico; pero eso carece de la menor importancia), pues resulta que eso no está bien. Si estaba en su programa, había que dejarles que lo cumplieran, aunque fuera contra la ley de todos y contra la mitad de los catalanes. La ley de todos, significa la ley que los hace a todos iguales y los defiende a todos por igual. Otra cosa son privi-legios: leyes privadas, a la medida del agraciado.

Pero para nuestro obispo de un solo ojo, para nuestro locuaz Polifemo, sólo es legítima la ley que defiende a la mitad mítica del Pueblo catalán. Ni es digna de consideración la otra mitad (simplemente la ignora: como si no existiese), ni tienen vigencia para los del “Auténtico Pueblo Catalán”, las leyes que no son específicas para ese supremacismo, sino que nos hacen a todos los catalanes y a todos los españoles iguales ante la ley. ¡Qué horror, todos iguales! Para este obispo, es una tremenda injusticia pretender reivindicar una ley de todos y para todos. Y lo dice con una unción y con una untuosidad, que hasta parece que reivindique la santidad de esos rebeldes que tanto han hecho por la división y el enfrentamiento de los catalanes. Y por supuesto persiste él mismo en ahondar cada vez más en esa división que tan en mala hora lideraron los obispos, abades, abadesas, monjes y monjas y curas que miran por un solo ojo la realidad que les rodea. Y todo eso lo encuentra santísimo y dignísimo nuestro Polifemo, el obispo de la Patúm amarillenta.
“Porque lo que ellos (los del golpe de estado) han perseguido con sus actos es legítimo”. Así empieza el recorte del video. Lo más elocuente, el silencio que sigue, la cara de santón que pone, y el “argumento religioso” que sigue: “Porque en todo momento han intentado encontrar caminos para poder llevar a cabo su programa electoral por vías de diálogo y por vías de legalidad”. Tienen derecho a imponer su programa, ¿no?
Carles Puigdemont y Quim Torra
Es decir que según el ojo crítico de nuestro Polifemo, la sustancia del derecho de los golpistas es su programa electoral y su disposición a discutirlo con quien fuere. ¿Acaso hizo menos Hitler? Antes de hacerse con el poder absoluto, estuvo siempre abierto al diálogo. Y siempre dispuesto a que la legalidad se acomodara a su programa. Lo cierto es que al nazismo se le allanaron y se le acomodaron todas las vías de la legalidad. Y se impuso a toda Alemania ajustándose a la más exquisita legalidad. Es decir, ajustando la legalidad a los deseos y a los programas del Volk y de su Führer. Y mucho diálogo; por encima de todo, mucho diálogo.
Nuevo silencio del obispo que veía con un solo ojo. Semblante grave y circunspecto para seguir argumentando como el gran Fray Gerundio (no se pierdan la especiosidad y rigor del argumento): “Y por tanto, que la consecuencia de CUMPLIR lo que es el motivo por el que fueron elegidos es que sean cesados y que después sean encarcelados, ESTO NO ES JUSTO (vean la cara, la cara, no se la pierdan).
Es decir que pueden INCUMPLIR todas las leyes, cargarse la seguridad jurídica de los catalanes (tanto los independentistas como los que no juegan en esa liga), y de paso la de todos los españoles. Como si la seguridad jurídica no fuera un precioso bien común a preservar celosamente y una sagrada obligación que cumplir. Por simplificar: para este obispo, es más importante cumplir un programa que cumplir las leyes.
Y sigue, como si llegara al fondo de las profundidades de su sabiduría: “UNO puede estar completamente de acuerdo con la independencia; UNO puede estar completamente de acuerdo con la unidad; esto es perfectamente legítimo”.
Señor obispo polifémico, tan ceñudo que de los dos ojos hace uno (es el ‘ceño’ catalán). Vea que ni se trata de UNO, ni se trata de estar de acuerdo o no.  Se trata de muchos (de la comunidad) y se trata de que no se alcen uno o UNOS, en virtud de su acuerdo y de su estado de opinión, con las reglas del juego de todos y las cambien a medio partido. Opine uno lo que opine, las leyes las ha de cumplir. Es perfectamente legítimo opinar; pero no lo es pretender convertir en ley las opiniones de unos contra las opiniones de otros. Eso es usurpación por unos de lo que es de todos. Y lo que hacen esos por los que se ha puesto la iglesia catalana de luto amarillo, es alzarse con el poder y la ley. Eso es mucho más que opinar. Y por supuesto, toda la legitimidad para estar o no de acuerdo; pero no hablamos de estar de acuerdo o no, sino de actuar. Cuando el que no está de acuerdo con que yo ocupe mi casa (porque considera que no es mía), actúa y me saca de mi casa (sea por los procedimientos que sean), eso ya no es opinar, sino atropellar. Eso es quebrantar la ley. Y quien así actúa, ha de ser perseguido por la ley. Y no importa cuáles sean sus opiniones, puesto que no se le persigue por ellas, sino por sus actos.
Nuestro Polifemo nos dice que si sale uno que no está de acuerdo con la ley que le une al otro y al otro y les obliga a todos, no hay nada que discutir. El que no le gusta la ley se la salta, hace otra a su gusto, se la impone al otro y al otro, y al de más allá. Y chitón, que ése es un derecho irrenunciable de ese uno.  No me digan que no es brillante este argumento de nuestro novel Fray Gerundo, eminente predicador donde los haya. Y pontifica: “Todos podemos tener las IDEAS que queramos sobre esta cuestión”. De nuevo un silencio para subrayar tan sabias palabras, y para que el oyente añada: “Todos (es decir “nosotros”) podemos HACER lo que nos dé la gana sobre esta cuestión”. ¡A que sí! Humilde bajada de ojos, mano al pecho.
Y sigue el discurso magníficamente hilvanado: “Pero NO ES JUSTO que por la vía de la fuerza se impida a ESTE PUEBLO decidir su futuro, porque TIENE DERECHO a ello”. Ay, Polifemo, Polifemo, el del ceño monocular,  ¿cómo te lo has hecho para saltar de la ley a la nada, de las ideas a los hechos, y del UNO a ESTE PUEBLO que te has encontrado dando tumbos por los laberintos de tu mente tan aceñada?
Y has descubierto de paso, sin duda por inspiración del más allá, que ESTE PUEBLO (este pedacito de pueblo) tiene derecho a decidir su futuro y el del resto del pueblo, alzándose con el poder y con la ley, con el santo y la limosna. Es que si ese pedazo es el bueno, el auténtico, el genuino, el de los derechos históricos y prehistóricos, ¿quién se lo puede discutir? ¿Pero de qué espelunca nos has salido este obispo polifémico?
Porque, ¿qué pasa con EL OTRO? No, claro que no, el otro no existe: sólo existe el uno. La movida tabarnaria no es más que un espejismo que ellos devolverán oportunamente a la nada de donde salió. Ahí está el gran filón del ceño polifémico: SOM UNA NACIÓ con derecho a decidir nuestro futuro y a imponérselo a los que NO SOM UNA NACIÓ, a los que no formamos parte de ese mito.
Nueva caída de ojos, nuevo silencio, más tenso e intenso, mano en pecho, báculo enhiesto, máxima trascendencia, suspiro, agitación de la mano, tremolar del báculo: “Pues no os confundáis sobre esta cuestión”. Inclinación de cabeza, aires de conjunción concesiva, agitación de la mano, jerigonza de los dedos.
“Será todo lo legal que queráis, pero los cristianos (en realidad quiere decir EL POBLE catalán) no nos guiamos ni tenemos criterios en función de leyes positivas (“Estamos por encima de la ley. ¿Se entiende? En efecto, la ley no tiene nada que ver con ellos. Otra vez ha devuelto la mano al pecho), sino de lo que es JUSTO, VERDAD y DIGNO (reafirmado mediante los gestos de la mano y de la cabeza). Y ESTO NO ES JUSTO. Es que ellos son la ley que les viene de lo alto. “Por la Gracia de Dios”, ¿no? (Vuelve al lenguaje corporal). Hermanas y hermanos (milimétricamente ajustado al uso “de género” de la lengua), PODÉIS IROS EN PAZ.
Novell sabe perfectamente que se le puede identificar con Torra el nazi, el que no se avergüenza de mostrar su auténtico rostro. Podía haber aprovechado el “Ite missa est” para marcar alguna distancia con ese energúmeno. En absoluto. Lo aprovechó para remachar solemnemente y ex cáthedra los insultos de Torra a los que no son de su tribu. Frente a la táctica torrezna de insultar al otro (porque es del partido de “nosaltres sols”), la fórmula polifémica de negar la existencia del otro. Pasar totalmente de él y actuar como si no existiera. ¡Menudo par el Torra y el Novell! Tal para cual. Como dicen los castizos, Dios los cría y ellos se juntan.   
Virtelius Temerarius

La Glosa Dominical de Gérminans

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Flores y semillas de mostaza (izquierda).Trigales a punto de siega(Derecha)
Jesús ha sembrado la Palabra y ve germinar el Reino. La Palabra liberadora anima a otras personas que la acogen, convirtiéndose ellas mismas en propagadoras de la Buena Noticia. Es un aspecto maravilloso de la vida cristiana: hace nacer en nosotros una energía que nos ordena y recompone, y que además suscita en nosotros un afán expansivo de comunicar la alegría de esa realidad que se convierte en el motor y el horizonte  de nuestra existencia.
Jesucristo habla del crecimiento del Reino de Dios en cada uno de nuestros corazones, en nuestras vidas. Usa la imagen del crecimiento de un grano sembrado en la tierra que se alimenta de la tierra. El Amor infinito de Dios progresa en nosotros sin que nos apercibamos de ello. Es el “trabajo” de Dios en nosotros que nos llena de paz. Observar el grano de trigo que crece nos supera, no podemos dominar esa realidad, pero podemos estar en relación con ella y puede ayudarnos a comprender el Reino de Dios. Para sembrar antes hay que preparar la tierra. De la misma manera hemos de preparar nuestro corazón para acoger el Reino por la escucha de la Palabra. El Señor anuncia un don de amor novedoso. Es el don de Amor que va a cambiar nuestra vida. Nuestra conversión será vivir de ese Amor novedoso para convertirnos en luz del mundo.
La imagen del grano de mostaza que da refugio a las aves del cielo no tiene otra finalidad que hacernos vivir libremente, graciosamente en paz y de gozarnos con ello. Este amor es concedido gratuitamente y debe ser recibido con gratuidad. En el crecimiento de la semilla está anunciada una finalidad, un objetivo, la semilla no tiene sentido por sí misma. La finalidad es el amor compartido universalmente que necesita del Amor del Padre para todos. Es la confianza infinita en Dios-Amor, el abandono a su Voluntad, lo que hace que este amor crezca a su tiempo. La reconciliación y el reconocimiento del otro, es su aplicación en nuestras vidas.
El evangelio dice que el Señor todo lo explicaba en parábolas pero que a los discípulos se lo explicaba todo con detenimiento y concreción. Jesucristo nos ofrece tomar ese camino. Nuestro deseo de paz, de unidad y de vida renacerá. Pero para ello hemos de aceptar la debilidad de nuestra vida. No todos podemos comprender todo según nuestros tiempos. El Señor nos va dotando de esa capacidad siguiendo su medida, no la nuestra.
Este Amor infinito de Dios es la Divina Semilla que ha germinado en el seno de la Virgen. Ha dado un fruto maravilloso que es Jesús. Fruto que será prensado en el lagar de la Cruz y enterrado en la tumba. Y resucitando, Jesucristo es el gran árbol donde los creyentes podemos reposar y rehacer nuestra condición de criaturas, de hijos de Dios. Entremos en el Evangelio de este domingo una confianza infinita y un abandono total. Acojamos el don de Dios comprendiendo que Cristo todopoderoso se ha hecho pequeño en Belén. Jesús, el Maestro de la Vida, baja al sepulcro para darnos vida. Es esta vida nueva que recibimos gratuitamente. Hoy pedimos la gracia de entrar en esta nueva vida de Jesucristo que es su Amor.
Mn. Francesc M. Espinar Comas
Párroco del Fondo de Santa Coloma de Gramenet
 

P.S: La semana pasada, por error, anticipé la reflexión homilética propia de este domingo que es el 11º del Tiempo Ordinario del ciclo B, siendo el precedente el 10º.
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